Bailan la Guelaguetza en Vaticano antes de canonización de Papas
Dos oaxaqueños ataviados con trajes típicos robaron la atención de cientos de peregrinos
"Juan Pablo II significa mucho, desde que fue a México dijo que (...) él se sentía mexicano, por eso dijo la frase de que México sabe gritar, sabe cantar, sabe bailar y sabe echar relajo; así que es un honor y una gran satisfacción estar aquí, ya tenemos un santo más", dijo a Notimex, Isaías Contreras, de 57 años.
Luego de bailar junto a su hijo David, de 31 años, apoyados por una grabadora y un iPad para su actuación ante fieles de diferentes partes del mundo, Isaías aseguró que Juan Pablo II "nos ha dado bastantes bendiciones y vine a pedir más bendiciones para todos los mexicanos".
El orgulloso oaxaqueño, radicado en la ciudad de México, acompañado además por su esposa Agustina, llegó el viernes pasado a Roma para asistir, junto con su familia, a la canonización de los dos pontífices.
"Bailaremos todas las veces que nuestro cuerpo nos lo permita, el tiempo que nos den permiso acá; ya que está muy restringido", indicó.
Isaías dijo que estaba agradecido porque "Dios pone los medios y aquí estamos. Sin duda, vale la pena este esfuerzo, hemos recibido bastantes bendiciones".
Isaías agregó que es la primera vez que saca del país el traje típico que portaba y que ha portado siempre y que incluye un penacho que pesa cuatro kilogramos.
Explicó que esta vestimenta es alusiva a la conquista de los españoles, que simboliza a Moctezuma, los colores y el águila de la bandera de México.
Aseveró que el penacho que llevaba fue "hecho con mucho esfuerzo por los artesanos del pueblo, con colores naturales".
Es "puro color de campo, ninguno es industrial, son colores naturales, de cochinilla, cempazúchitl, crisantemo, por eso los protegemos mucho del agua, sino se despinta", dijo preocupado en medio de la lluvia que comenzaba a caer en la Plaza de San Pedro.
Por su parte, David Contreras, señaló que el viaje fue pensado "desde que supimos de la canonización de Juan Pablo II, tuvimos la intención y aquí estamos, desde la beatificación estábamos ya interesados, pero en esa ocasión no pudimos venir, afortunadamente ya estamos aquí".
De acuerdo con el joven danzante, el traje típico que portan es una sincronía de la cultura indígena con la española, tiene algunos elementos de la religión católica, con la tela y los colores litúrgicos.
Es una estampa de todo el conjunto de la Guelaguetza, "yo llevo dos años bailando esta danza, la gente lo aprecia mucho, nos identifica mucho", dijo David.
"Para mí es muy significativo, es el primer santo que conozco en mi vida. En 1999, cuando fue al Autódromo (en la ciudad de México) fue realmente una experiencia muy grande, yo era muy joven, pero su mensaje realmente me llegaba, ahora estamos contentos los jóvenes y el pueblo mexicano".