Autoras celebran centenario de Elena Garro en la FIL
Beatriz Espejo, Elena Poniatowska y Mónica Lavín recordaron la vida y obra de la escritora
GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2016).- Las escritoras Beatriz Espejo, Elena Poniatowska y Mónica Lavín se reunieron en el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara para recordar la obra y vida de Elena Garro (1916-1998).
En la celebración por el Centenario de Elena Garro, Mónica Lavín manifestó que a la escritora se le tuvo en la hielera por sus opiniones políticas y la relación con su marido Octavio Paz, fue exiliada y con una vida en vilo y sobre todo excéntrica.
Consideró que tanto los lectores como los cuentistas "estamos en deuda" con Elena Garro, quien no tuvo agenda literaria de las escuelas pese a que en sus textos daba voz al pueblo mexicano con personajes misteriosos y fuertes.
Elena Poniatowska, por su parte, comentó que Elena Garro dio a los lectores un mundo fantástico y resaltó que al igual que Rosario Castellanos y Sor Juan Inés de la Cruz, era una de las escritoras más estudiadas.
Sin embargo, afirmó que una constante que atraviesa en todas las novelas de Garro es el miedo, porque nadie le daba seguridad, nunca encontró una espalda ancha de hombre en la que pudiera recargar la suya, ni la presencia masculina porque ningún hombre se alía a su causa.
Recordó que fue mujer singular y la época de su magnificencia se sitúa entre los años 40 y los 60, "es difícil separar la obra de Elena porque es autobiográfica y porque su vida más que la de otros escritores se suscita en el morbo".
Poniatowska subrayó que "hablaba en voz baja y cuando le comunicaron la muerte del poeta Octavio Paz dijo: Se me adelantó, él me va a recibir arriba, la muerte es vivir para siempre, creo en la vida después de la muerte".
Relató que Garro consideraba que si fuimos en vida personas malas Dios nos castigaba, pero tenía la seguridad de que iría al cielo porque su caminar fue por tantas espinas.
"Yo quiero morir durmiendo y para mi sepelio a veces imagino un campanario y yo estoy contenta viendo a la gente entrar a las iglesias a rezar por mí, porque yo quiero ser ángel aunque creo que fui un demonio", mencionó Poniatowska en lo que fue otra de las pláticas de Garro en sus entrevistas.
Para Beatriz Espejo, la escritora Elena Garro fue la persona más singular que ella haya conocido, además cuando hablaba se embellecía porque sabía expresarse de maravilla, por lo que "yo sentía mucho entusiasmo con su plática".