Cultura
'Así eran mis libros', un recorrido pictórico de los libros de texto gratuitos
El arte humaniza, nos hace más sensibles y nos vuelve más conscientes, ahí radica la importancia de que el arte se haga presente en la educación
Así lo apuntó Bertha Hernández y es por eso que se dio a la tarea de reunir la colección pictórica de la Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg), que ha ilustrado los libros de educación básica a lo largo de sus 52 años de historia. Su libro tomó el nombre de la expresión más repetida por los mexicanos que ven dichas imágenes: “Así eran mis libros…”.
“Hay muchas cosas en la memoria que se agolpan aquí, en una sala de la FIL. Este es un libro que tiene que ver con la memoria. La memoria es eso de lo que se nutre la historia como disciplina, es el recuerdo, el impacto, una imagen que de repente aparece en nuestras mentes cuando vemos unas jacarandas en flor, olemos una taza de café con leche, un pan, oímos e timbre de una escuela, escuchamos niños cantar en el jardín de niños de enfrente, como a mí me pasa”, dice en un susurro la autora.
Y es que su obra la ostenta como un golpe estimulante a esa memoria que ella describe tan sensible, pues rescata esas portadas que de 1960 a la fecha han ilustrado esos libros gratuitos que representaron para los mexicanos un primer acercamiento con la literatura, con la poesía, y con los grandes hechos y personajes históricos que inmortalizaron para nosotros artistas como González Camarena, Siqueiros, Cauduro, Chávez Morado, Cohen, Montenegro, por mencionar algunos.
Para ser exactos, son 41 los nombres de artistas los que contribuyeron a la educación gráfica de tantas generaciones de mexicanos los que se rescatan en “Así eran mis libros…”, pero no sólo son las imágenes sino también testimonios y documentos que dan fe de ellos. Por ejemplo, la experiencia de María Isabel Cárdenas, la primera escolar que recibió los libros de texto gratuitos.
“Uno piensa que hay todavía muchas cosas buenas mientras haya alguien preocupado por enseñarle a esos chiquititos que hay algo que se llama patria, que hay algo por lo que vale la pena apostar, apostar la vida y lo que es uno, recuerdos, memorias, de eso se trata este libro”, apuntó Hernández.
EL INFORMADOR / VIOLETA MELÉNDEZ
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