Cultura

Arte callejero que salta al cine

El Cineforo de la UdeG presentó el documental 'Exit Through the Gift Shop', el primero dirigido por el artista callejero Banksy

GUADALAJARA, JALISCO (07/JUN/2012).- Cae la noche sobre la agitada vida de una ciudad. Dos tipos caminan por la acera con la agilidad de un gato, se cuidan de la policía. Llegan a una esquina, echan una mirada de refilón a ambos lados de la calle y trepan una barda, otra, otra más. Continúan por el filo de un muro con pasitos de enfermero y miran desde lo alto la calle sacudida de personas. Pasa un automóvil. Uno de ellos saca de la mochila una lata de pintura, una tela de más de dos metros de altura, una pegatina. "Psssss", agita la lata y traza una figura. Embarra la calca en la pared. El tipo que lo acompaña no para de grabar con una cámara de video. Son artistas callejeros, se quieren expresar. Subrepticiamente es mejor, pues hay adrenalina. Si les dijeran que pronto sus creaciones podrán ser vendidas en miles de dólares y ellos serán llamados "artistas" se reirían. Ya no tanto, pues ahora se llenan los bolsillos de billetes verdes.

Esa es la historia que cuenta Exit Through the Gift Shop, primer documental dirigido por el artista callejero Banksy y que se presentó en el Cineforo de la Universidad de Guadalajara (UdeG). El proyecto muestra la historia del arte callejero y cuestiona lo que sucede cuando la fama y el dinero se pegan a él como una rémora a un tiburón.

En el documental se cuenta la historia de Thierry Guetta, un francés que reside en Los Ángeles desde los años ochenta. Thierry es dueño de una tienda de ropa vieja que vende a precios desorbitantes. Su pasión descansa en llevar a todos lados su cámara de video. En el baño, cocina, restoranes, en el supermercado, en la calle: la cámara de video como una extensión de su brazo, como una prótesis de su hombro. Molesta artistas, deportistas. Graba a sus hijos. Guardar los momentos se convierte en una obsesión hasta que en 1999 descubre que su primo "Space Invader" es uno de los protagonistas de un incipiente movimiento: el arte callejero.

Thierry, ahora "Míster Brainswash", grabó a todo tipo de artistas callejeros. En su búsqueda siguió a estos nómadas de la lata a infinidad de lugares en el mundo. Su mirada dio un giro cuando descubrió lo que hacía Banksy, un misterioso y hermético inglés que comenzaba a descollar en el universo de las bardas. Se preguntó lo que todos se siguen preguntando: "¿Quién es?", lo supo gracias a un golpe de suerte.

Al inicio de Exit Through the Gift Shop, Banksy -el rostro invisible, la capucha cubriéndole la cabeza- dice el motivo del filme no era contar la historia de "Mister Brainwash", sino retratar el fenómeno callejero. Al conocer a Banksy, Thierry lo acompañó a Londres, lo vio trabajar en la calle, cotejar dibujos con maquetas, crear, estar en su estudio, en la calle, sobre una barda. Vio cómo Banksy llevó a Disneylandia una figura que emulaba a un preso en Guantánamo que causó terror en el parque de diversiones. Lo detuvieron y no delató al inglés. Al siguiente día se llevó a cabo la primera exposición de Banksy en Estados Unidos. Él estuvo ahí y se nutrió.

Desde ese momento explotó un suceso que llevó al arte callejero a costar miles, millones de dólares. Era hora de hacer el documental que mostrara la verdadera cara de ese quehacer. El resultado del filme de Thierry no le gustó a Banksy. Mandó a Thierry a crear. Y Thierry creó hasta convertirse en un artista que vende obras hasta por un millón de dólares. Todo lo contrario. En un chispazo se hizo famoso. Hizo negocio. Se volvió millonario. Trabajó con Madonna. Dejó la cámara de video y sembró en los artistas callejeros el motivo de su labor.

Al final del documental, al ver el ascenso de su ahora colega, Banksy se pregunta si quizás el arte sea una broma. Dice que antes incitaba a las personas a hacer arte y ahora ya no lo hace.

EL INFORMADOR / GONZALO JÁIREGUI
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