Cultura

Argentina hace homenaje a Siqueiros en la FIL 2014

Inauguran 'Ejercicio plástico. Siqueiros y el desarrolo del muralismo argentino'

GUADALAJARA, JALISCO (28/NOV/2014).- Cuando David Alfaro Siqueiros aceptó pintar el mural Ejercicio Plástico (1933) no pensó que esa decisión le costaría su matrimonio con Blanca Luz, la antipatía de los comunistas o que lo calificaran de "pornográfico".  Tampoco que detonaría el muralismo argentino de los años 30, aunque después lo abandonaran  17 años en un contenedor hasta su restauración, que llegó tras varios años de polémica y un pleito legal.
 
Mucho menos, que más de 80 años después, Argentina aprovecharía que es el invitado a la edición número 28 de la Feria Internacional del libro de Guadalajara ( FIL) para homenajear su figura con la exposición "Ejercicio plástico. Siqueiros y el desarrollo del muralismo argentino", inaugurada ayer en el Museo Regional, que estará hasta el 22 de febrero de 2015.
 
La historia del mural es contada en una de las salas del recinto a través de periódicos, imágenes de la restauración, una fotografía a gran escala de uno de sus detalles y otros documentos desde la visión de tres fotógrafos Anne Marie Heinrich, Aldo Sessa y Pedro Roth, este último encargado de la curaduría.
 
"Es política, arte y amor. Que esta obra sea la raíz del muralismo en Argentina es un soplo de libertad", resaltó Roth durante la ceremonia de inauguración, en la que también estuvieron presentes la canciller argentina Magdalena Faillace; la directora del Museo Regional, Martelva Gómez y la presidenta de la FIL, Marisol Schulz.
 
El curador contó que la muestra, que definió como inédita, se enfoca en la técnica que el artista utilizó en ella (pinturas industriales, sustitución de bocetos por fotografía)  las reacciones que causó (los comunistas se enojaron porque la obra respondía a intereses privados), los conflictos que tuvieron que pasar autoridades argentinas para restaurarla (la declararon patrimonio nacional para evitar que la pudieran vender fuera del país),  y la ruptura sentimental de Siqueiros con Blanca Luz (ella se relacionó con Natalio Botana, el empresario que pidió la obra).
 
Magdalena Faillace, canciller argentina, recordó que durante mucho tiempo no se habló del mural por el conflicto de intereses en cuanto a él, además enfatizó que tras su abandono fue un milagro que se pudiera restaurar. "Esto es una celebración con ustedes mexicanos, cuando supimos que vendríamos a la FIL decidimos que teníamos que contarles esta historia".
 
Como en el mar
 
David Alfaro Siqueiros realizó Ejercicio Plástico -en el sótano de la quinta que el empresario argentino Natalio Botana tenía en Don Torcuato- con la ayuda de los artistas argentinos Lino Enea Spilimbergo, Antonio Berni, Juan Carlos Castagnino y el escenógrafo uruguayo Enrique Lázaro.  
 
La visión del equipo era que con la obra el espectador se sintiera como dentro de una caja de cristal en el océano mediante la sensación de movimiento de las figuras representadas.  Según Daniel Schávelzon y Héctor Mendizábal, Ejercicio plástico trata de conjugar la plástica con el cine con base en las ideas del director ruso Sergei Eisenstein, a quien Siqueiros había conocido en Guerrero.
 
Muchos, como la crítica de arte Raquel Tibol, calificaron la obra de pornográfica por el desnudo completo de una mujer, la cual se piensa que es la poeta uruguaya Blanca Luz. Pedro Roth asevera que se trata de ella, debido a que Luz era dueña de unos ojos color violeta (como se pueden apreciar en el mural), mientras que Tibol señala como imposible que Siqueiros hubiera pintado desnuda a la mujer que "más amó", debido a que era muy celoso.
 
Roth también indicó que la verdadera intención de Botana cuando encargó el mural era enamorar a la mujer de Siqueiros, algo que finalmente consiguió, ya que la musa se quedó a vivir con él durante un año.
 
 
Adorna el Museo del Bicentenario

Cuando Natalio Botana falleció, la finca se vendió y todos se olvidaron del mural. En 1988 la empresa Seville, integrada por el hombre de negocios Héctor Mendizábal, dijo que quería rescatar la obra, por lo que en  1991 la resguarda en contenedores. Para impedir que fuera vendido o sacado ilegalmente del país, Argentina lo declara Patrimonio Nacional artístico en el 2003.
 
Como senadora, la ahora presidenta Cristina Fernández, prometió que lo restauraría. En 2006 comenzó la rehabilitación de la obra bajo la supervisión de Manuel Serrano y Néstor Barrio. En 2010 se reinauguró en el Museo del Bicentenario de Buenos Aires, con la presencia del entonces presidente Felipe Calderón.

EL INFORMADOR / ILSE MARTÍNEZ
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