Cultura
Área de visita a megaurbe prehispánica es ampliada 20 hectáreas
Al caer otras grandes ciudades como Teotihuacan y Cholula, Cantona pasó a ser ''la urbe más grande en dimensiones y población de todo el Altiplano Central''
Al cabo de trabajos arqueológicos realizados durante los últimos cuatro años por expertos del INAH, el sitio muestra ahora al público 29 conjuntos arquitectónicos más en los que se distribuyen alrededor de 150 estructuras prehispánicas, entre ellas pirámides y juegos de pelota, que fueron explorados entre 2007 y 2011.
Los expertos consideran que Cantona, edificada en el oriente de Puebla, en los límites con Veracruz, fue probablemente fundada por grupos olmecas-xicalancas.
El arqueólogo Ángel García Cook, director desde 1993 del Proyecto Arqueológico Cantona, explicó que aunque hubo una ocupación temprana de esa urbe en el periodo Preclásico (1200 a.C.- 200 d.C), el auge de la misma vino entre 300 y 600 de nuestra era y continuó habitada hasta el Posclásico Temprano (1000 d.C.).
Añadió que al caer otras grandes ciudades como Teotihuacan y Cholula, Cantona pasó a ser "la urbe más grande en dimensiones y población de todo el Altiplano Central".
Para dar una idea de la extensión de Cantona, el experto comentó que cuenta con 27 juegos de pelota, más de siete mil patios habitacionales aún sin explorar, una acrópolis con muchos edificios y templos.
Además tiene múltiples plazas cívico-religiosas, alrededor de 550 talleres estatales y familiares en los que se elaboran artefactos de obsidiana, y unas cuatro mil vías de comunicación.
García Cook explicó que de toda esa magnificencia constructiva, hasta 2007 sólo era posible visitar 17 conjuntos arquitectónicos, con alrededor de 300 estructuras.
El arqueólogo refirió que se trató de una ciudad muy importante que se ubicó justo en la mitad de un corredor comercial que comunicaba a la Cuenca con el Golfo de México y el sureño estado de Oaxaca.
Precisó que "Cantona compitió con la Ciudad de los Dioses (Teotihuacan) por el comercio de obsidiana".
"En Cantona hemos descubierto alrededor de 350 talleres en una superficie de 18 o 19 hectáreas, a los que hemos considerado de tipo estatal, y más de 200 familiares, ubicados en el interior de conjuntos habitacionales, donde se tallaba la obsidiana para crear artefactos de uso doméstico", precisó.
Otra característica, dijo, "es que en Cantona las casas tenían más espacio; mientras en Teotihuacan había un conglomerado de condominios saturados, aquí las unidades habitacionales eran cercadas por muros periféricos, y cada una tenía de 600 a 1.500 metros o más, donde habitaba una familia extensa en total independencia como si se tratara de una propiedad privada".
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