Cultura

Antonio Urrutia explora el lenguaje 'X'

El cineasta presenta 'X-posición', una muestra fotográfica 'muy personal' que resulta de una travesía que le dejó muchos aprendizajes

GUADALAJARA, JALISCO (09/OCT/2015).- Replantear su vida es lo que ha hecho Antonio Urrutia, el cineasta tapatío que pese a gozar de una sólida trayectoria en el séptimo arte con producciones que lo llevaron incluso a estar nominado en los Premios Oscar, ha decidido dejar atrás los rodajes para concentrarse en un proyecto más personal y retrospectivo: la fotografía.

El realizador de “De tripas corazón” presenta “X-posición”, muestra que se integra por más de 16 fotografías en las que comparte su experiencia como viajero en el verano de 2013, y su instinto por congelar visualmente objetos que lo inspiran a conectarse con el ser interior, con la espiritualidad, la naturaleza y su familia, a través de técnicas, mixtas, de collage y rayos equis.

“Esta exposición es muy personal. Tomé la decisión de que ya no iba a hacer más comerciales, he hecho 600. La publicidad me cansó y ese viaje que hice y sus fotografías tienen la intención de compartir una experiencia que para mí fue hermosa. Quiero que cuando la gente vea las fotos les provoque algo, ganas de hacer un viaje a dónde quieran. Que provoquen ganas de vivir un sueño, que inspire”.

Aunque en los últimos años Urrutia se enfocó en la producción publicitaria, el cineasta reconoce que el hartazgo de la falsedad que ahí se imprime fue la razón principal que lo llevó a tomarse un año sabático y emprender un viaje que le cambiaría por siempre la visión de la vida, su gozo y —lo más importante— a acercarse más a su hijo Bruno.

“Cuando estás enfocado en trasmitir algo y haces una foto espontánea la comunicación es totalmente distinta, porque es una comunicación que surge de las emociones y sentimientos y no de la razón intelectual que dice que la luz tiene que estar de tal forma. No fui a buscar una toma bonita, para mí está exposición es una especie de documental sin maquillaje”.

Un viaje y muchos descubrimientos


El viaje que comenzó en la Ciudad de México y culminó hasta la Patagonia a lo largo de ocho meses montado en motocicleta (visitando Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, Argentina y Chile), permitió a Antonio Urrutia descubrir paisajes y personas que le han nutrido a tener una mentalidad más concentrada en la simpleza de la vida, elemento que no encontró con facilidad en el mundo del cine.

Pero también le cambió la mirada. Urrutia destaca que esta pasión por la fotografía no pretende presumir un talento visual —en términos profesionales—, pues la mayoría de las imágenes fueron captadas por un teléfono celular, sino que el hecho se resume en una gran conclusión: que no es necesario contar con grandes equipos de producción y presupuestos abismales para lograr crear un trabajo capaz de motivar al espectador.

“La fotografía te da la oportunidad de que tú solo te puedas poner a trabajar, sin tener una infraestructura y una cantidad de personas detrás, como en el cine. Hay películas que se han hecho con un iPhone y el valor es lo que platicas, cómo lo haces y cómo lo ofreces”.

SABER MÁS

De la lente a la pantalla


En el séptimo arte, Antonio Urrutia se ha consagrado como director gracias a largos y cortometrajes como “De tripas corazón” (nominado al Oscar en 1997 y ganador del Ariel), “Asesino en serio”, “Sin sostén” (ganador del Ariel en 1999 y nominado al Festival de Cannes), “Amor por menos” y “La aventura”, por ejemplo.
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