Cultura

Andrés Newman muestra su lado humano

El Salón Juan José Arreola de la FIL (2009) reunió a dos grandes escritores Benito Taibo como presentador y al argentino Andrés Neuman como invitado

GUADALAJARA, JALISCO.- Ayer el Salón Juan José Arreola de la Feria Internacional del Libro, reunió a dos grandes escritores Benito Taibo como presentador y al argentino Andrés Neuman como invitado en la  sesión El placer de la lectura.

Andrés entró a la sala y durante los 50 minutos mantuvo la atención de la audiencia con su sentido del humor, frescura, sencillez e inteligencia.

 El objetivo de entrevistar a los autores es dar muestra de que ellos existen, tiene ideas, ambiciones y no son sólo nombres en la portada de un libro.

Neuman joven multipremiado y ganador del Premio Alfaguara de Novela 2009 por la obra “El viajero del siglo”.

Nació en Buenos Aires, hijo de músicos, poeta, ensayista y considerado como uno de los mejores autores nacidos en Latinoamérica, dejó ver a la audiencia sus cualidades, vicios y gustos no sólo como escritor sino como ser humano.

Neuman admitió ser asiduo lector de retrete, es decir le encanta leer en el baño, le parece un lugar totalmente literario, donde el cuerpo y el alma tienden a reunirse, confiesa que el gusto por la lectura le viene desde niño, ya que tuvo la suerte de contar con un padre amante de los libros e inventor de historias cuando no quería dormir, le gustaba leer comics que combinaba con lecturas más serias de Edgar Allan Poe y Julio Cortazar.

“Me gusta establecer un baile físico con mis libros”, para mí son un objeto muy personal y preciado, más que el dinero o cualquier cosa material, es muy egoísta con sus libros, los raya, dobla, toma notas en ellos; el argentino cree que un libro intacto es un acto de asepsia, es como ver a una mujer hermosa y no poder tocarla, me gusta estrujarlos hacerlos míos.

Sobre los libros de autoayuda opinó que para el todos los libros ayudan y más al autor ya que le da retribuciones económicas, sin embargo los libros son para mejorar la vida, pero creo que se puede encontrar más ayuda en las grandes obras literarias que en los libros de autoayuda como tal.

El escritor no es amante de las medias tintas, para el siempre es todo o nada, el mejor lugar para escribir tiene que ser o un lugar tremendamente ruidoso o muy silencioso y calmado, le encanta escribir en los cafés, en su casa y toma notas hasta cuando camina.

Al escribir una novela, nuca esta sólo, vive acompañado de sus personajes y cuando acaba de escribirlas, siempre siente un gran vació,” un libro muere cuando el autor lo termina, pero renace para los lectores” asegura Andrés.

Se tomo la libertad de recomendar el libro La tumba de las luciérnagas de Nosaka Akiyuki, se definió a el mismo como un hedonista de los libros y un lector libre, si algo no le gusta lo deja, no se puede perder el tiempo, la vida es muy corta.

El escritor se despidió la sala con su gran sonrisa, y agradeció la presencia de la audiencia que quedó encantada con su esencia.

EL INFORMADOR/PATRICIA RUVALCABA
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