Cultura

Analizan en El Fin del Mundo cambios ambientales y extinción

Se trata del proyecto Geoarqueología y tecnología lítica de sitios paleoindios de Sonora

HERMOSILLO, SONORA.- Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) esperan que los estudios de las evidencias arqueológicas halladas recientemente en el sitio "El Fin del Mundo", en Sonora, arrojen resultados para conocer sobre los cambios ambientales suscitados entre el pleistoceno y el holoceno en México.  

Entre estas evidencias destacan una secuencia estratigráfica bien definida (capas de tierra) con una antigüedad de 25 mil años, y los restos de un elefante más pequeño que el mamut -que se creía dejó de poblar el norte de América hace 30 mil años-, asociados a artefactos de grupos Clovis, que podrían determinar cómo incidió el hombre en la extinción de animales preshistóricos.  

Así lo dio a conocer Guadalupe Sánchez Miranda, subdirectora de Laboratorios del INAH- Sonora, luego de presentar los avances de la investigación efectuada en "El fin del mundo", que realiza la Universidad de Arizona con el INAH y National Geographic, en la reunión anual de la Sociedad Geológica de América.  

Recordó que se trata del proyecto "Geoarqueología y tecnología lítica de sitios paleoindios de Sonora", que se desarrolla desde hace 10 años en el país.  

"El fin del mundo" (descubierto en 2007) fue donde por primera vez se localizó un área con depósitos geológicos de cerca de 25 mil años de antigüedad, y en cuyas capas se observan restos de fauna pleistocénica y artefactos que pueden ser fechados.   

La especialista en geoarqueología, quien desarrolla este estudio con el geólogo Vance T. Holliday, indicó que los hallazgos estratigráficos permitirán un análisis de los cambios ambientales entre ambas eras geológicas y verificar la posibilidad de que el gonfoterio (especie más pequeña que el mamut) no desapareció del norte de América hace 30 mil años, como se suponía.  

"Hasta ahora no se sabía que los Clovis cazaron gonfoterios. Antes de estos descubrimientos se pensaba que esta fauna dejó de poblar el norte de América hace 30 mil años, que bajaron por México y por las características geográficas del país no regresaron al norte".  

En cambio, dijo, las evidencias de "El Fin del Mundo" indican que algunos de estos animales se quedaron y posteriormente llegaron los Clovis, cuyos estudios señalan que en Sonora existió una de las más grandes poblaciones de estos cazadores recolectores que se conocen en America; sin embargo, se trata de área pequeñas y sin elementos para fechar la antigüedad de su ocupación.  

De ahí la importancia del descubrimiento de esta zona, destacó la especialista, al precisar que ahí se han identificado artefactos que dan cuenta de sus actividades, además de una pequeña muestra de materia orgánica, cuya antigüedad se ubica en 13 mil años, lo que ubica los depósitos culturales dentro de los límites de los grupos Clovis (11000 a.C.).  

El sitio no es muy grande, mide menos de mil metros y lo integran siete localidades geológicas y arqueológicas, de las cuales destacan la uno y la cinco, abundó la espacilista.  

La localidad 1 es el remanente de una ciénega con depósitos de las eras Pleistoceno Terminal/Holoceno Temprano; "aquí se recuperaron huesos de gonfoterios, entre otros animales, y artefactos asociados como 12 lascas, piedras aparentemente utilizadas en la caza de animales, y tres puntas de proyectil Clovis, dos de sílex blanco y otra de cristal de cuarzo.  

Mientras que en la localidad cinco se descubrió una concentración de artefactos líticos expuestos en la superficie, en un área de 400 por 300 metros.   

A la fecha, dijo, se han recuperado unas 300 herramientas de filiación Clovis, como navajas y los característicos raspadores chatos, que revelan que en esta localidad habitaron en diferentes momentos grupos paleoindios, además de los Clovis.  

Actualmente se llevan a cabo estudios de gabinete por parte del INAH y la Universidad de Arizona, el primero realiza los análisis de fauna y lítica, y la segunda los de microestratrigrafía. A la fecha, las excavaciones se han llevado a cabo en dos temporadas, una en 2007 y otra en 2008. Para febrero del próximo año se tiene planeada una nueva exploración.  

Posteriormente, el INAH llevará a cabo estudios de polen y microorganismos que ofrecerán información sobre los cambios ambientales en la prehistoria.  

Finalmente, resaltó, que el proyecto "Geoarqueología y tecnología lítica de los sitios paleoindios de Sonora", aún tiene una lista de alrededor de cinco sitios con probabilidades de conservar material de grupos Clovis, en espera a ser descubiertos.  
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