Cultura
Analizan el papel de la cultura en la construcción de la desigualdad
El académico y doctor en ciencias antropológicas Luis Reygadas, afirma que la perspectiva cultural se tiene que abordar no como algo estático sino fluido
De acuerdo con declaraciones difundidas en el número 43 del Semanario de la Universidad Autónoma de México (UAM), el profesor aseguró que la teoría culturista de corte derechista señala que la colonización de América Latina, llevada a cabo por españoles y portugueses, generó la desigualdad, ya que la cultura latina es muy propensa a las jerarquías.
De manera contraria a como ocurrió en culturas de países como Australia, Estados Unidos o Canadá, cuyos colonizadores fueron anglosajones, que poseen una cultura más igualitaria en esencia, comentó Reygadas, durante la conferencia, "El papel de la cultura en la construcción de las desigualdades".
En la sesión, organizada por el Posgrado en Estudios de la Mujer de la Unidad Xochimilco, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), el experto planteó otra teoría, en la que se atribuyen ciertos rasgos a las familias pobres, las cuales desencadenan su condición: la propensión a tener muchos hijos, no ahorrar y emborracharse.
Lo real, dijo Reygada, es que la perspectiva cultural se tiene que abordar no como algo estático sino fluido y con procesos que dan sentido a las cosas: las nombran, clasifican y connotan.
En este punto una de las tareas de la cultura consiste en clasificar y establecer límites o separaciones, creando diferencias. Se demerita al otro y se sobrevalora lo propio, otorgando así valores diferenciados"
Después de clasificar y jerarquizar, la cultura incluirá o excluirá en la medida en que una persona posea ciertos atributos o valores, aseguró el antropólogo.
La cultura también atribuye rasgos de distinción: una persona o grupo que posea características deseables se distinguirán para merecer algo diferente, por ejemplo, quien estudie más recibirá mejor remuneración en relación con el que no.
Lo anterior, señaló, va acompañado con lo que se conoce como "fronteras emocionales", barreras simbólicas o limitaciones ficticias.
Además son establecidos límites que se interiorizan, lo que Michael Foucault denomina la biodisciplina, cuando "asumimos la clasificación y nos ubicamos según género, clase social".
Ante esto se crea una legitimación que en ocasiones no se da de manera natural y que debe ser mantenida por la fuerza. Sin embargo, también existen criterios de deslegitimación que provocan que el umbral de la desigualdad se mueva, concluyó el experto.
El artículo cierra haciendo alusión a que la cultura en su más amplio término es polivalente, y así como puede crear desigualdad, también puede forjar acciones en sentido contrario.
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