Cultura
Alteran Plaza del Federalismo
El autor del monumento, Fernando González Gortázar, lamenta que no se le haya consultado sobre las modificaciones. Las autoridades no lo creyeron conveniente
GUADALAJARA, JALISCO (14/ENE/2012).- En la presente administración, el Ayuntamiento de Guadalajara se ha dado a la tarea de rehabilitar y remozar 300 monumentos en la ciudad. Sin embargo, no se ha consultado con sus autores acerca de intervenciones en el diseño original o en los terminados, lo que ha provocado el enojo o la indignación de algunos.
En su caso, el arquitecto Fernando González Gortázar, luego de ver tres de sus obras públicas intervenidas: la fuente de la Hermana Agua (en las Rosas y López Mateos), la del Federalismo (España y Federalismo) y la plazuela Clemente Orozco (a unos metros de los Arcos de Av. Vallarta), ha externado su molestia, como se puede leer en su columna, publicada en esta misma página.
Entrevistado en relación con las intervenciones a la obra de González Gortázar y otras en la ciudad, Mauricio Gudiño, titular de la secretaría de Servicios Públicos Municipales, señala sus razones.
— ¿Qué se le ha hecho a la fuente del Federalismo del arquitecto Fernando González Gortázar?
— Le estamos dando una solución para que funcione. Desafortunadamente en los primeros arreglos que le hicimos a la fuente, presentó un problema de fugas que nunca pudimos resolver. Pero hay un tema importante: muchas de las personas que usan el Tren Ligero se hospedan –por decirlo de alguna manera- ahí, en la Plaza de la República (sic). Entonces por más intentos que hicimos, no pudimos resolver el vandalismo y ahora estamos trabajando para que la fuente funcione.
— ¿De qué consta esta solución?
— Es un espejo de agua y estamos haciendo un pequeño cárcamo para que el agua pueda dar vueltas en ese sentido. Además es la segunda vez que se roban las rejillas donde se recicla el agua, entonces nosotros pensamos que con esta solución la podremos tener funcionando más tiempo.
— ¿Usted o alguien de Servicios Públicos Municipales habló con el arquitecto?
— No. No sabía que tenía que hablar con él.
— Con motivo de la Ley de Derechos de Autor.
— No. Es una solución muy sencilla, muy práctica y ahora la fuente va a estar funcionando.
— También se pintó la Fuente de la Hermana Agua de él mismo, en Las Rosas y López Mateos.
— Sí. Le dimos mantenimiento a la fuente de Las Rosas, también tenía mucho tiempo sin funcionar y hoy está funcionando, hay que recordar que ahí teníamos un problema de graffiti importante, y bueno, cada que la agreden, la limpiamos.
— Pero la pieza artística original se alteró, si bien por una buena intención. ¿No habló con el autor?
— No. No hemos hablado con el autor porque eso es mobiliario urbano del municipio y el municipio toma las decisiones sobre su mobiliario urbano.
— También en la Minerva hay una plaza diseñada por Fernando González Gortázar, la Clemente Orozco que fue modificada en octubre. ¿Tampoco se le tomó en cuenta entonces?
—No. No creo que sea el espíritu del gobierno municipal estar buscando a quien quien hizo los monumentos. El gobierno municipal toma sus decisiones, sus determinaciones, y me parece que en el caso de la Plaza Clemente Orozco no hicimos ninguna afectación al patrimonio histórico, por el contrario, la renovamos, estaba muy deteriorada, descuidada, le dimos tratamiento a los dos monumentos que estaban ahí, también arreglamos Los Arcos de Guadalajara, un monumento que estaba en un deterioro total y que ahora está muy digno, muy presentable, con una gran solución.
— ¿Usted y quién más toma las decisiones?
— Aquí tomamos las decisiones en todas las áreas, hacemos estudios técnicos, para eso tenemos un área de monumentos. Se solicita permiso al consejo que está para esto, donde participa la Secretaría de Cultura (del Estado de Jalisco), la del Ayuntamiento, Obras Públicas, en fin, y en el caso de los monumentos históricos permiso a las instituciones federales correspondientes.
— El túnel de Niños Héroes, rumbo a Av. Inglaterra ha sido decorado a iniciativa de la Secretaría de Cultura de Guadalajara. ¿Por qué ésta interviene en algunas obras y en otras no?
— Porque es un programa que está arrancando, este es el primer puente en que se hace este trabajo de renovación en el cual está participando la iniciativa privada y algunos artistas en diseñar la forma de la pintura que se pone sobre el concreto y bueno, en este sentido arrancamos con un trabajo que hace la Secretaría de Administración y nos coordinamos otras áreas, tanto Cultura como Servicios Municipales y el programa seguirá caminando a lo largo del año.
— No me quedó claro, ¿por qué en un túnel como este sí participa Cultura y en los de Lázaro Cárdenas no fue tomada en cuenta?
— Sí participa en muchas de las determinaciones, como participan las instancias que tienen que ver con determinado tema. En los temas de mantenimiento y soluciones en las áreas, específicamente de las fuentes, quiero comentar que estaban en un abandono total.
— ¿Quién hizo entonces la remodelación de la fuente de Niños Héroes y Arcos?
— El Ayuntamiento de Guadalajara. Solicitamos tanto permiso al Centro Histórico como a todas las demás instituciones, participó también una asociación civil en las modificaciones que se hicieron porque la fuente quedó prácticamente igual que la que había diseñado el maestro (Luis) Barragán. Pero era una fuente que tenía 20 años sin funcionar por lo cual todos los sistemas hidráulicos.
— ¿Ha sido mi mala suerte o ya no sale el chorrito que le da de beber al Pájaro de Mathías Goeritz?
— El chorro no ha estado funcionando permanentemente, pero esto tiene que ver con un aspecto técnico de la bomba central hundida, que desafortunadamente ha sufrido vandalismo en dos ocasiones, se han robado las instalaciones eléctricas de la fuente. En una de esas se echó a perder la bomba central sumergible y bueno, la hemos estado reparando y dándole el mantenimiento adecuado para que funcione los más días del año posible.
—Entonces, ¿tomando en cuenta la Ley de Derecho de Autor, no cabía llamarle a los autores?
— Me parece que por lo contrario, lo que hemos hecho con las piezas es que luzcan más, en todos los casos están funcionando las dos fuentes tanto la de la República (sic) como la Hermana Agua que permanentemente están graffiteadas, a la República (sic) le están terminando la base de agua, y por la zona en la que está tiene una dificultad compleja en el mantenimiento.
Ana Guerrerosantos
Tres palabras de un autor
Fernando gonzález gortázar
La fuente de la Hermana Agua fue construida en 1970, la fuente y plaza del Federalismo en 1975, y la plazuela José Clemente Orozco en 1983. En los largos años que median entre esas fechas y el día de hoy, jamás mi obra había sido tan sistemática y consistentemente agredida por autoridad alguna. Y no, no pienso que se trate de un asunto personal, ni mucho menos; creo que tampoco de mala fe: ¿qué está sucediendo, entonces?
El caso más extremo es el de la plazuela Clemente Orozco, que fue arrasada sin motivo alguno y a cambio de nada hace pocos meses. La siguió La Hermana Agua, de la cual Mathias Goeritz escribió en 1986: “Es esta una de las fuentes más hermosas y originales que conozco; al combinar el concreto con los chorros de agua, logró descubrir una belleza del material que no ha sido superada”. Hoy ese material ha sido desnaturalizado -me temo que sin remedio-, sepultado bajo una capa de pintura ahulada de color indefinible y vulgaridad insuperable. (Resulta inconcebible, por cierto, que el Ayuntamiento haya gastado en arruinar la fuente, en lugar de hacerlo en restaurar su caudal inicial, condenándola a la semisequía que presenta desde hace mucho tiempo). Para culminar, en este momento se realizan trabajos en torno a la Fuente del Federalismo que contradicen enteramente su concepto germinal, consistente en que el agua se derramara por las escalinatas haciéndola un conjunto “transitable”, y que por ello los límites entre la fuente y la plaza se borraran.
Cero y van tres. ¿Estarán enterados los funcionarios “responsables” (es un decir) de que existe una Ley Federal del Derecho de Autor, que impide que las obras de creadores vivos sean modificadas o destruidas sin el consentimiento de éstos? Además de haber sido ampliamente publicadas, las tres obras aludidas están registradas ente el Instituto Federal del Derecho de Autor, y las autoridades son las primeras obligadas a obedecer la ley. Por supuesto que nunca fui consultado, lo cual es, además, una grosería y una falta de respeto: cuando un gobierno sustituye valores esenciales de elemental convivencia por la arbitrariedad y la prepotencia, es que algo está muy torcido en su escala de valores. Y por desgracia, no es sólo mi trabajo el que ha sido atacado: se necesita demasiada arrogancia para que una “autoridad” se sienta calificada para enmendarle la plana a un profesional del arte, por modesto que éste sea.
Creo, entonces, que se trata básicamente de un asunto de infinita ignorancia, así como de ejercicio patrimonialista del poder. Cuando los gobernantes se sienten dueños de su parcela, cuando se olvidan de su deber de respetar a sus gobernados y se creen con el derecho de modificar a su antojo nuestra casa urbana y nuestro patrimonio, están injuriándonos a todos. El que existan administraciones que tienen a la incultura y el abuso de autoridad como guías, es lo más grave e inadmisible de esta historia.
En su caso, el arquitecto Fernando González Gortázar, luego de ver tres de sus obras públicas intervenidas: la fuente de la Hermana Agua (en las Rosas y López Mateos), la del Federalismo (España y Federalismo) y la plazuela Clemente Orozco (a unos metros de los Arcos de Av. Vallarta), ha externado su molestia, como se puede leer en su columna, publicada en esta misma página.
Entrevistado en relación con las intervenciones a la obra de González Gortázar y otras en la ciudad, Mauricio Gudiño, titular de la secretaría de Servicios Públicos Municipales, señala sus razones.
— ¿Qué se le ha hecho a la fuente del Federalismo del arquitecto Fernando González Gortázar?
— Le estamos dando una solución para que funcione. Desafortunadamente en los primeros arreglos que le hicimos a la fuente, presentó un problema de fugas que nunca pudimos resolver. Pero hay un tema importante: muchas de las personas que usan el Tren Ligero se hospedan –por decirlo de alguna manera- ahí, en la Plaza de la República (sic). Entonces por más intentos que hicimos, no pudimos resolver el vandalismo y ahora estamos trabajando para que la fuente funcione.
— ¿De qué consta esta solución?
— Es un espejo de agua y estamos haciendo un pequeño cárcamo para que el agua pueda dar vueltas en ese sentido. Además es la segunda vez que se roban las rejillas donde se recicla el agua, entonces nosotros pensamos que con esta solución la podremos tener funcionando más tiempo.
— ¿Usted o alguien de Servicios Públicos Municipales habló con el arquitecto?
— No. No sabía que tenía que hablar con él.
— Con motivo de la Ley de Derechos de Autor.
— No. Es una solución muy sencilla, muy práctica y ahora la fuente va a estar funcionando.
— También se pintó la Fuente de la Hermana Agua de él mismo, en Las Rosas y López Mateos.
— Sí. Le dimos mantenimiento a la fuente de Las Rosas, también tenía mucho tiempo sin funcionar y hoy está funcionando, hay que recordar que ahí teníamos un problema de graffiti importante, y bueno, cada que la agreden, la limpiamos.
— Pero la pieza artística original se alteró, si bien por una buena intención. ¿No habló con el autor?
— No. No hemos hablado con el autor porque eso es mobiliario urbano del municipio y el municipio toma las decisiones sobre su mobiliario urbano.
— También en la Minerva hay una plaza diseñada por Fernando González Gortázar, la Clemente Orozco que fue modificada en octubre. ¿Tampoco se le tomó en cuenta entonces?
—No. No creo que sea el espíritu del gobierno municipal estar buscando a quien quien hizo los monumentos. El gobierno municipal toma sus decisiones, sus determinaciones, y me parece que en el caso de la Plaza Clemente Orozco no hicimos ninguna afectación al patrimonio histórico, por el contrario, la renovamos, estaba muy deteriorada, descuidada, le dimos tratamiento a los dos monumentos que estaban ahí, también arreglamos Los Arcos de Guadalajara, un monumento que estaba en un deterioro total y que ahora está muy digno, muy presentable, con una gran solución.
— ¿Usted y quién más toma las decisiones?
— Aquí tomamos las decisiones en todas las áreas, hacemos estudios técnicos, para eso tenemos un área de monumentos. Se solicita permiso al consejo que está para esto, donde participa la Secretaría de Cultura (del Estado de Jalisco), la del Ayuntamiento, Obras Públicas, en fin, y en el caso de los monumentos históricos permiso a las instituciones federales correspondientes.
— El túnel de Niños Héroes, rumbo a Av. Inglaterra ha sido decorado a iniciativa de la Secretaría de Cultura de Guadalajara. ¿Por qué ésta interviene en algunas obras y en otras no?
— Porque es un programa que está arrancando, este es el primer puente en que se hace este trabajo de renovación en el cual está participando la iniciativa privada y algunos artistas en diseñar la forma de la pintura que se pone sobre el concreto y bueno, en este sentido arrancamos con un trabajo que hace la Secretaría de Administración y nos coordinamos otras áreas, tanto Cultura como Servicios Municipales y el programa seguirá caminando a lo largo del año.
— No me quedó claro, ¿por qué en un túnel como este sí participa Cultura y en los de Lázaro Cárdenas no fue tomada en cuenta?
— Sí participa en muchas de las determinaciones, como participan las instancias que tienen que ver con determinado tema. En los temas de mantenimiento y soluciones en las áreas, específicamente de las fuentes, quiero comentar que estaban en un abandono total.
— ¿Quién hizo entonces la remodelación de la fuente de Niños Héroes y Arcos?
— El Ayuntamiento de Guadalajara. Solicitamos tanto permiso al Centro Histórico como a todas las demás instituciones, participó también una asociación civil en las modificaciones que se hicieron porque la fuente quedó prácticamente igual que la que había diseñado el maestro (Luis) Barragán. Pero era una fuente que tenía 20 años sin funcionar por lo cual todos los sistemas hidráulicos.
— ¿Ha sido mi mala suerte o ya no sale el chorrito que le da de beber al Pájaro de Mathías Goeritz?
— El chorro no ha estado funcionando permanentemente, pero esto tiene que ver con un aspecto técnico de la bomba central hundida, que desafortunadamente ha sufrido vandalismo en dos ocasiones, se han robado las instalaciones eléctricas de la fuente. En una de esas se echó a perder la bomba central sumergible y bueno, la hemos estado reparando y dándole el mantenimiento adecuado para que funcione los más días del año posible.
—Entonces, ¿tomando en cuenta la Ley de Derecho de Autor, no cabía llamarle a los autores?
— Me parece que por lo contrario, lo que hemos hecho con las piezas es que luzcan más, en todos los casos están funcionando las dos fuentes tanto la de la República (sic) como la Hermana Agua que permanentemente están graffiteadas, a la República (sic) le están terminando la base de agua, y por la zona en la que está tiene una dificultad compleja en el mantenimiento.
Ana Guerrerosantos
Tres palabras de un autor
Fernando gonzález gortázar
La fuente de la Hermana Agua fue construida en 1970, la fuente y plaza del Federalismo en 1975, y la plazuela José Clemente Orozco en 1983. En los largos años que median entre esas fechas y el día de hoy, jamás mi obra había sido tan sistemática y consistentemente agredida por autoridad alguna. Y no, no pienso que se trate de un asunto personal, ni mucho menos; creo que tampoco de mala fe: ¿qué está sucediendo, entonces?
El caso más extremo es el de la plazuela Clemente Orozco, que fue arrasada sin motivo alguno y a cambio de nada hace pocos meses. La siguió La Hermana Agua, de la cual Mathias Goeritz escribió en 1986: “Es esta una de las fuentes más hermosas y originales que conozco; al combinar el concreto con los chorros de agua, logró descubrir una belleza del material que no ha sido superada”. Hoy ese material ha sido desnaturalizado -me temo que sin remedio-, sepultado bajo una capa de pintura ahulada de color indefinible y vulgaridad insuperable. (Resulta inconcebible, por cierto, que el Ayuntamiento haya gastado en arruinar la fuente, en lugar de hacerlo en restaurar su caudal inicial, condenándola a la semisequía que presenta desde hace mucho tiempo). Para culminar, en este momento se realizan trabajos en torno a la Fuente del Federalismo que contradicen enteramente su concepto germinal, consistente en que el agua se derramara por las escalinatas haciéndola un conjunto “transitable”, y que por ello los límites entre la fuente y la plaza se borraran.
Cero y van tres. ¿Estarán enterados los funcionarios “responsables” (es un decir) de que existe una Ley Federal del Derecho de Autor, que impide que las obras de creadores vivos sean modificadas o destruidas sin el consentimiento de éstos? Además de haber sido ampliamente publicadas, las tres obras aludidas están registradas ente el Instituto Federal del Derecho de Autor, y las autoridades son las primeras obligadas a obedecer la ley. Por supuesto que nunca fui consultado, lo cual es, además, una grosería y una falta de respeto: cuando un gobierno sustituye valores esenciales de elemental convivencia por la arbitrariedad y la prepotencia, es que algo está muy torcido en su escala de valores. Y por desgracia, no es sólo mi trabajo el que ha sido atacado: se necesita demasiada arrogancia para que una “autoridad” se sienta calificada para enmendarle la plana a un profesional del arte, por modesto que éste sea.
Creo, entonces, que se trata básicamente de un asunto de infinita ignorancia, así como de ejercicio patrimonialista del poder. Cuando los gobernantes se sienten dueños de su parcela, cuando se olvidan de su deber de respetar a sus gobernados y se creen con el derecho de modificar a su antojo nuestra casa urbana y nuestro patrimonio, están injuriándonos a todos. El que existan administraciones que tienen a la incultura y el abuso de autoridad como guías, es lo más grave e inadmisible de esta historia.
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