Cultura

Alondra de la Parra regala concierto a inmigrantes mexicanos

El concierto fue llevado al vecindario mexicano Pilsen

CHICAGO, ESTADOS UNIDOS (17/ABR/2012).- Al frente de la orquesta de la Universidad Roosevelt de Chicago, la joven directora mexicana Alondra de la Parra regaló anoche un concierto a la comunidad inmigrante mexicana, con música de Silvestre Revueltas que acompañó con percusionistas profesionales para igualar los sonidos nativos que incluye la pieza "La noche de los Mayas".

De la Parra visitó por tercera ocasión Chicago, pero esta vez fue invitada por Henry Fogel, director del "Chicago College of Performing Arts" de la UR, a quien la une una larga amistad, desde que la artista tocaba piano en iglesias y espacios pequeños en Nueva York.

La invitación de Fogel fue para dirigir a la orquesta universitaria y a iniciativa de la artista se desplazó uno de sus dos conciertos gratuitos programados en esta ciudad al vecindario mexicano Pilsen, "porque siempre me gusta conectar con mi gente, donde quiera que voy", puntualizó.

El escenario del concierto fue la escuela preparatoria "Benito Juárez Community Academy", en la cual deleitó por cerca de dos horas a residentes e invitados con piezas de Hector Berlioz, Maurice Ravel, acompañando a la estudiante soprano Megan Rose Williams, y concluyó con una espectacular presentación de "La noche de los Mayas" del músico mexicano Silvestre Revueltas.

Para ello, de la Parra realizó varios ensayos seccionales con integrantes del Departamento de Percusiones de la Universidad, a fin de encontrar sonidos que pudieran acercarse a los originales que acompañan las piezas musicales. "Ocupamos bastante tiempo para encontrar instrumentos que dieran el sonido con un color que se parezca a lo que incluye Revueltas en una de sus obras más importantes. Fue un programa difícil para los muchachos, con muchos retos", dijo.

Alondra de la Parra fue recientemente nombrada directora titular de la Orquesta Filarmónica de Jalisco, por lo que ya estableció su base en la Ciudad de México, pero se mantiene constantemente viajando para atender invitaciones en otros países, principalmente de Europa y Asia.

A los 20 años, la nieta de los escritores Yolanda Vargas Dulché y Guillermo de la Parra, fundó y dirigió la Orquesta Filarmónica de las Americas en Nueva York, donde vivió 11 años y estudió la carrera de pianista, así como una maestría en dirección de orquesta.

"Fue un proyecto que me llevó siete años desarrollar y hace un año tuvo que acabar pero significó para mi el momento de regresar a México, extrañaba mucho a mi familia, a mis amigos, a mi gente", recordó.

Amable y sonriente, de la Parra comentó en la entrevista su vida cotidiana, "que no es tan cotidiana porque no se repite mi actividad un solo día, siempre es diferente y tiene que ver con aviones y giras en países distintos y con orquestas distintas. Es una vida que no puedo decir que es fácil, pero que disfruto".

Recién divorciada, la joven directora considera que su mayor riqueza es su familia, con la que todo el tiempo está en contacto a través de los medios electrónicos y en ocasiones alguno de sus integrantes la acompaña en sus giras. "Además, tengo mi propia casa y un perro que me acaban de regalar, que se llama Gustav, por lo que busco la forma de no pasar demasiadas semanas lejos de mi hogar".

De momento, aclaró, solo está casada con la música, aunque le ilusiona pensar en formar una familia, "pero por ahora estoy disfrutando mucho mi carrera y es una vida fascinante que me permite viajar a países distintos y conocer a mucha gente, y ya empiezo a tener amigos en lugares a los que viajo".

Chicago recibió por primera vez a Alondra de la Parra durante los festejos conmemorativos del Bicentenario de la Independencia mexicana, en el 2010, cuando dirigió la Orquesta Sinfónica de la ciudad. El año pasado asistió en verano al Festival de Grant Park para dirigir frente a 15 mil personas.

"Las tres ocasiones que he estado aquí han sido experiencias muy distintas, que he disfrutado mucho y he tenido un apoyo muy fuerte de la comunidad mexicana, y siempre me he sentido muy bien recibida. Esta vez es especial porque vengo a trabajar con estudiantes, gente joven en proceso de crecer, de desarrollarse como músicos y eso me encanta", agregó.

Expresó su deseo de programar en el futuro alguna actividad con jóvenes artistas mexicanos que residen en Chicago, o participar de talleres destinados a la juventud de la comunidad inmigrante.
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