Cultura

Agustín Lara: Un gitano de Veracruz, dandi refinado y autor de himnos de amor

Fue un hombre 'que se adelantó a su tiempo y que puso en alto el nombre de México ante el mundo'

MADRID, ESPAÑA- Es sabido que Agustín Lara es un mexicano universal, autor de las mejores canciones de amor que se recuerdan, incluso cuarenta años después de su muerte, pero quizá lo sea menos su condición de mujeriego, sibarita y dandi refinado y exquisito, y según su biógrafo Pável Granados, quizá un gitano sin saberlo.

Su historia, la del compositor prolífico y la del hombre que tuvo diez parejas estables y seis esposas -entre ellas, la diva del cine María Félix, a quien compuso la canción "María bonita", es también la de "una personalidad compleja, de una sensibilidad muy rica y gran amante del flamenco.

Un hombre "el flaco de oro" que, "sin ser un Adonis, despertaba pasiones, algo que se conserva y que aún hoy se advierte al escuchar a las mujeres que convivieron con él", explicó la coautora de "Mi novia, la tristeza" (Océano, 2008), Guadalupe Loaeza, una biografía de Lara (1897-1970).

El libro es fruto de un arduo trabajo de investigación que ha dado lugar también a un recopilatorio de canciones a las que pone voz Adriana Landeros, una bellísima artista mexicana que visita España por primera vez, aunque ya tiene diez discos en el mercado hispanohablante.

Son viejas canciones de Lara, las menos conocidas "no se sabe por qué", explicó la artista, quien aseguró que al cantarle "uno entiende que este hombre creó un idioma para enamorar".

Lara dio voz a las mujeres mexicanas, "a las guapas, a las feas, a las altas, a las bajas, a las gordas, a las flacas...a todas", en una época en la que nada hablaba de ellas, afirma la baladista, quien recuerda que, de las 490 canciones que hizo, "eran buenas la mitad: compárenlo con el compositor que quieran".

El libro y el CD se presentaron hoy en una rueda de prensa en la Embajada de México en España, a la que asistió el embajador Jorge Zermeño.

Tanto los biógrafos como el embajador valoran la relación de Lara con España, que es una historia de ida y vuelta, un amor declarado por ambos que ha dado un fruto cultural importante y perdurable, señaló Zermeño.

Además, destacaron la importancia de recordar al visionario artista en un año especial para México, como es este, de celebración del Bicentenario del inicio de la Independencia, "2010, Año de la Patria", y también Centenario del inicio de la Revolución.

"Fue un hombre (resumió Loaeza) que se adelantó a su tiempo y que puso en alto el nombre de México ante el mundo; que unió a los pueblos hispanohablantes con un vínculo fundamental, sus canciones", que regaló con generosidad a España: "Granada", "Madrid", "Valencia" y otras muchas, que se convirtieron en símbolos de cada una de esas ciudades".

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