Cultura
Adiós a la mirada crítica de Emmanuel Carballo
El escritor y periodista tapatío, uno de los más agudos analistas de la literatura hispana, falleció a los 84 años de edad
Y así fue. Pero ayer el crítico que impulsó el desarrollo de muchos otros escritores —a través de sus lecturas concienzudas y a veces hasta aniquilantes— puso punto final a su propia historia: murió alrededor de las 17:00 horas a causa de un problema cardiaco, según informó su hijo Pablo.
Emmanuel Carballo fue uno de los más lúcidos protagonistas de la literatura mexicana, dueño de una obra prolífica, que lo mismo tocaba el ensayo, que la narrativa o la poesía, y una ardua labor como crítico, antólogo, editor y promotor cultural.
En palabras del propio Carballo, siempre fue “una figura molesta pero necesaria” en el panorama literario de nuestro país; decía: “A las personas como yo la historia no nos dará la razón; pero al menos al juzgarnos se apiadará de nosotros”.
“Como crítico”, dejó escrito el autor, “me sucederá lo que un día observó Alfonso Reyes: llegará un joven en el último barco y pondrá en tela de juicio todo lo que pensé y edifiqué y se pitorreará de mí”.
El escritor e historiador mexicano RogelioReyes, autor de Vocación incómoda. La crítica de Emmanuel Carballo en México en la Cultura (1953-1961), señaló que el también periodista “tuvo muchos detractores que desafortunadamente no reconocen todas las ideas que les han ofrecido, les quitan las comillas y las pasan como ideas propias. Dedico un capítulo a esos detractores, me refiero a Christopher Domínguez Michael, Fernando García Ramírez, Gabriel Zaid, entre otros. En ese capítulo, de apologistas y detractores, doy cuenta de un sin número de polémicas que han sacudido a la república de las letras, por las opiniones, juicios y reflexiones de Emmanuel, que siempre ha dicho las cosas con la boca abierta, porque al final de cuentas, es una figura molesta pero necesaria”.
Con su aguda mira, Emmanuel Carballo puso en el mapa a algunos autores. “A mí, como crítico, me tocó rehabilitar a dos escritores que a inicio de los cincuenta casi no figuraban en la bolsa de valores de nuestra literatura: José Vasconcelos y Martín Luis Guzmán. Me tocó en esa década, asimismo, poner en órbita a tres narradores que son hoy monstruos sagrados de las letras nacionales: Juan José Arreola, Juan Rulfo y Elena Garro. También me tocó en los años 60 ayudar a que publicaran sus primeros textos Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, José Agustín, Gustavo Sainz y Parménides García Saldaña”, dijo alguna vez.
Hoy habrá que llorar un poco y volver a sus textos, que es donde Carballo se ve mejor.
OPINAN EN TWITTER
Myriam Vachez @myriamvachezp
Un abrazo a Emmanuel y Pablo por el sensible fallecimiento de su padre, el gran escritor y crítico literario Emmanuel Carballo. DEP.
Rafael Tovar @rtovarydeteresa
Un abrazo para Beatriz Espejo por la muerte del gran hombre de letras Emmanuel Carballo. Descanse en paz
Jorge Volpi @jvolpi
A Emmanuel Carballo, agudo crítico y generoso editor, le debo la publicación de mis primeros textos. Descanse en paz.
FCE @FCEMexico
El Fondo de Cultura Económica lamenta el fallecimiento de Emmanuel Carballo, escritor, ensayista y crítico literario.
Consuelo Sáizar @CSaizar
Y ahora fallece Emmanuel Carballo./ Año cruel para las letras.
Una carrera prolífica y ejemplar
Emmanuel Carballo escribió poesía y narrativa en su juventud, pero en su madurez se dedicó a la historia y la crítica literarias.
Realizó estudios de Derecho en la Universidad de Guadalajara (UdeG), en cuyo Departamento de Letras fue profesor e investigador de tiempo completo, así como Maestro Emérito.
Fue en Guadalajara donde fundó las revistas Ariel y Odiseo; en la Ciudad de México, junto a Carlos Fuentes, la Revista Mexicana de Literatura.
Fue becario del Centro Mexicano de Escritores y de El Colegio de México; fundó la Editorial Diógenes y fue director literario de otras empresas del ramo. Asimismo, fue miembro del Sistema Nacional de Creadores, del Sistema Nacional de Investigadores y del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México.
Obtuvo importantes premios estatales, nacionales e internacionales; entre sus obras destacan El cuento mexicano del siglo XX (1964), Diccionario crítico de las letras mexicanas en el siglo XIX (2001), los dos primeros tomos de sus memorias: Ya nada es igual (2004) y Diario público 1966-1968 (2005), así como el clásico Protagonistas de la literatura mexicana (1965), reeditado en numerosas ocasiones.
Actualmente, trabajaba en el tercer tomo de sus memorias.
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