Cultura
Abren al público los subterráneos del Coliseo romano
Se trata de los sitios donde hace dos mil años se alojaban gladiadores y animales feroces antes de participar en los espectáculos
ROMA, ITALIA (19/OCT/2010).- Los hipogeos o subterráneos del Coliseo, donde hace dos milenios se alojaban gladiadores y animales feroces antes de participar en los espectáculos, fueron hoy abiertos al público por primera vez en la historia.
'Por primera vez el público puede bajar al lugar en el que se organizaban los espectáculos', dijo Rosella Rea, directora del también llamado Anfiteatro Flavio.
Resaltó que los hipogeos se han mantenido prácticamente intactos debido a que estuvieron sepultados durante cientos de años, hasta que fueron descubiertos en el siglo XIX.
'Los hipogeos se han conservado como estaban hace 15 siglos, pero son estructuras más delicadas, con fundamentos muy exiguos', anotó. Explicó que fueron reconstruidos durante los más de cuatro siglos en que estuvieron en funcionamiento.
En los subterráneos del Anfiteatro se encontraban las fieras en espera de entrar a la arena para los cruentos espectáculos de la Roma antigua.
Según las crónicas, por esa zona incluso pasaron elefantes y rinocerontes, además de leones, tigres y osos usados en las escenografías que fascinaban al público de la antigua Roma.
Debido a quedaron enterrados entre los siglos V y XIX de nuestra era, los hipogeos no sufrieron los saqueos del Renacimiento, como sucedió con el resto del Anfiteatro, que fue despojado de mármoles y estatuas usados en la construcción de suntuosos palacios de la época.
A partir de este martes los 19 mil turistas que en promedio visitan diariamente el Coliseo pueden acceder a los subterráneos por la Porta Labitinaria, dedicada a la diosa de los funerales, porque por ahí eran sacados los cadáveres al final de juegos y contiendas.
Esa zona es considerada la más fascinante y desconocida, nunca antes abierta a los visitantes, donde los gladiadores esperaban antes de salir a la arena y las fieras eran mantenidas en jaulas.
Pero también a partir de hoy fue reabierto al público el tercer nivel del Coliseo, cerrado hace más de 40 años y desde donde se tiene una vista espectacular que incluye el Arco de Constantino, las excavaciones de la fuente Meta Sudans o el templo de Venus.
También se pueden admirar la basílica de Santa Francesca Romana, la basílica de Massenzio, el arco de Tito, el Palatino, el Foro Romano, los mármoles blancos del monumento del Victoriano, las cúpulas de la Ciudad Eterna o las construcciones modernas del barrio del EUR y del Monte Mario.
Según el comisario extraordinario del área arqueológica de Roma, Roberto Cecchi, los trabajos para reabrir las nuevas áreas del Coliseo costaron dos millones de euros (dos millones 600 mil dólares).
El reto ahora es el de lograr un financiamiento internacional de 23 millones de euros (30 millones de dólares) para restaurar todo el monumento.
De acuerdo con el ministerio de Bienes Culturales, las visitas a los hipogeos y al 'tercer orden' se pueden hacer en grupos de 25 personas guiadas por arqueólogos y bajo reservación.
El Coliseo fue inaugurado por el emperador Tito en el año 80 de nuestra era y su nombre deriva del coloso, una enorme estatua de bronce que Nerón se había dedicado a sí mismo y que se encontraba en la zona.
'Por primera vez el público puede bajar al lugar en el que se organizaban los espectáculos', dijo Rosella Rea, directora del también llamado Anfiteatro Flavio.
Resaltó que los hipogeos se han mantenido prácticamente intactos debido a que estuvieron sepultados durante cientos de años, hasta que fueron descubiertos en el siglo XIX.
'Los hipogeos se han conservado como estaban hace 15 siglos, pero son estructuras más delicadas, con fundamentos muy exiguos', anotó. Explicó que fueron reconstruidos durante los más de cuatro siglos en que estuvieron en funcionamiento.
En los subterráneos del Anfiteatro se encontraban las fieras en espera de entrar a la arena para los cruentos espectáculos de la Roma antigua.
Según las crónicas, por esa zona incluso pasaron elefantes y rinocerontes, además de leones, tigres y osos usados en las escenografías que fascinaban al público de la antigua Roma.
Debido a quedaron enterrados entre los siglos V y XIX de nuestra era, los hipogeos no sufrieron los saqueos del Renacimiento, como sucedió con el resto del Anfiteatro, que fue despojado de mármoles y estatuas usados en la construcción de suntuosos palacios de la época.
A partir de este martes los 19 mil turistas que en promedio visitan diariamente el Coliseo pueden acceder a los subterráneos por la Porta Labitinaria, dedicada a la diosa de los funerales, porque por ahí eran sacados los cadáveres al final de juegos y contiendas.
Esa zona es considerada la más fascinante y desconocida, nunca antes abierta a los visitantes, donde los gladiadores esperaban antes de salir a la arena y las fieras eran mantenidas en jaulas.
Pero también a partir de hoy fue reabierto al público el tercer nivel del Coliseo, cerrado hace más de 40 años y desde donde se tiene una vista espectacular que incluye el Arco de Constantino, las excavaciones de la fuente Meta Sudans o el templo de Venus.
También se pueden admirar la basílica de Santa Francesca Romana, la basílica de Massenzio, el arco de Tito, el Palatino, el Foro Romano, los mármoles blancos del monumento del Victoriano, las cúpulas de la Ciudad Eterna o las construcciones modernas del barrio del EUR y del Monte Mario.
Según el comisario extraordinario del área arqueológica de Roma, Roberto Cecchi, los trabajos para reabrir las nuevas áreas del Coliseo costaron dos millones de euros (dos millones 600 mil dólares).
El reto ahora es el de lograr un financiamiento internacional de 23 millones de euros (30 millones de dólares) para restaurar todo el monumento.
De acuerdo con el ministerio de Bienes Culturales, las visitas a los hipogeos y al 'tercer orden' se pueden hacer en grupos de 25 personas guiadas por arqueólogos y bajo reservación.
El Coliseo fue inaugurado por el emperador Tito en el año 80 de nuestra era y su nombre deriva del coloso, una enorme estatua de bronce que Nerón se había dedicado a sí mismo y que se encontraba en la zona.