Cultura
ARCO cierra sus puertas
España vive un momento difícil, tanto por la crisis económica como por la subida de los impuestos de los productos culturales
Esa es la opinión mayoritaria de los galeristas que han participado en la treinta y dos edición de esta feria que concluye hoy, una de las más inciertas y comprometidas.
Una edición con un ambiente más positivo respecto al que se vivía el pasado miércoles, cuando se inauguró, aunque sin un balance concreto, ya que los organizadores de ARCO han preferido que pasen unos días para hacer una valoración.
Ya desde la inauguración, los ansiados puntos rojos empezaron a aparecer junto a las obras de los más de dos mil artistas participantes, aunque este dato no es significativo, ya que son muchos los galeristas que prefieren no marcar las obras que han sido vendidas ni especificar los precios de la mismas.
El arte latinoamericano ha sido una de las apuestas fuertes de la feria, con 21 proyectos incluidos dentro de la sección Solo Projects: Focus Latinoamérica, que por tercer año consecutivo ha sido una de las que más interés ha despertado.
Según la mexicana Catalina Lozano, una de las comisarias de este proyecto, en la selección realizada se ha tratado de "rescatar prácticas artísticas que cuestionan y revisan los discursos dominantes sobre Latinoamérica o que, con una mirada crítica, replantean lecturas simplistas de su historia".
Para Carles Taché, galerista de Barcelona y uno de los habituales de ARCO, la feria ha ido mejor de lo que se preveía "y a ello -considera- ha contribuido especialmente la presencia de coleccionistas extranjeros, que ha sido muy importante para esta edición, que partía con varios puntos negativos como es el IVA cultural que potencia a las galerías internacionales en detrimento de las españolas".
El pasado 1 de septiembre, la compra en España de obras de arte, como la de otros productos culturales, pasó de tributar un 8 % de Impuesto de Valor Añadido (IVA) al 21 por ciento.
Para el galerista, la feria "es fantástica" pero ha cubierto un ciclo "por lo que hace falta reestudiar y repensar todo", con el objetivo de hacer una cita efectiva y competitiva con las otras ferias que se organizan en todo el mundo.
En términos similares se expresó Lele H. Colomer, de la galería Leyendecker, de Santa Cruz de Tenerife, quien considera que debería haber un canon especial para ARCO.
Con la venta de varias piezas de Richard Mosse y de dos muy interesantes de Gianfranco Foschinoglas, se muestra muy contenta y considera que todos "en general" lo están. "Para nosotros -indica- ha sido una feria muy buena. Veníamos con la idea de conformarnos con cubrir costes y las ventas han ido muy bien, además de haber tenido muchas visitas y contactos".
También en las galerías de Turquía, país invitado a la edición que hoy finaliza, han aparecido los puntos rojos que indican la venta de las obras, como es el caso de X-IST, que ha vendido dos interesantes obras de Nalan Yirtmac y otra de Canan.
En su 32 edición, ARCO ha contado con la participación de 202 galerías de 30 países, de las cuales 147 lo han hecho dentro de su Programa General y 55 en sus distintos Programas Comisariados.
El país invitado, Turquía, ha estado representado en Focus Turquía, con diez galerías de Estambul.
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