Un futuro prometedor para el ballet en Jalisco
Tres pilares de la danza hablan sobre las fortalezas y retos a superar que tiene esta disciplina para seguir creciendo
Para pocos debe resultar un misterio que en lo que se refiere a ballet y la danza clásica, Jalisco es una entidad que ha destacado en el panorama nacional e incluso internacional; no sólo por sus academias, profesores y bailarines egresados que, por supuesto, forman parte de una larga tradición que comenzó, si seguimos a quienes han investigado con seriedad el asunto, en los años treinta del siglo pasado.
No está de más recordar que, de acuerdo con testimonios validados, fue Amelia Ángela Bell Feeley -mejor conocida como Miss Bell- quien dio las primeras clases de ballet de que se tenga noticia en Guadalajara, lo que ocurrió en el hotel Francés (donde se hospedaba con otros artistas) allá por 1934; pero es claro que mucha agua ha corrido bajo el puente y, hoy día, las condiciones en que la enseñanza y la práctica de esta disciplina se llevan a cabo son muy distintas, algo que hace pensar a algunos protagonistas del medio en un futuro promisorio.
Crecimiento y mejoras: Lucy Arce
Así, la actual directora del Ballet de Jalisco, Lucy Arce, dueña de una experiencia privilegiada en el ámbito artístico, destaca en entrevista con EL INFORMADOR que Jalisco “es uno de los Estados de la República que ha formado más bailarines a lo largo de más de cincuenta o sesenta años, cuando iniciaban las clases en la ciudad; desde hace muchísimo se han formado bailarines que han formado parte de importantes compañías en México y el extranjero”.
Por supuesto, la maestra reconoce que durante los últimos 15 o 20 años han mejorado las condiciones y la infraestructura escénica ha crecido, por lo que “se trata de un momento importante; en cuanto a formación, las escuelas de ballet han crecido exponencialmente en la ciudad, con mucha calidad algunas. Y la globalización ha hecho que mejoren estas escuelas, porque ahora se conocen más concursos, se entra en contacto con mayor número de escuelas sin tener que ir de manera presencial, el nivel de los bailarines aumentó al crecer el número de becas a las que se puede acceder (en el país o el exterior)”.
Una compañía es fundamental
Y en este contexto, establece Arce, “también fue fundamental la formación de una compañía de danza clásica en el Estado, porque eso hace soñar y mejorar a los bailarines. De hecho, la compañía de danza clásica y neoclásica de Jalisco surgió en 2009, y ha evolucionado, pero como proyecto no se ha caído nunca. Ha cambiado de nombre, directores o bailarines, pero el proyecto pudo continuar y es importante porque se necesita que haya compañías cada vez más estables y profesionales que den cabida a bailarines”.
La maestra está convencida de que Jalisco es semillero de talentos, “desde siempre, mucho tiempo atrás. Desde luego, debería haber muchas más oportunidades, más puestos de trabajo, pero eso se irá logrando poco a poco. De cara al futuro, soy optimista. Espero podamos incrementar el número de bailarines en la compañía, porque a nivel nacional muchos quedan sin trabajo y es deseable que las agrupaciones tengan capacidad de albergar a los profesionales que se forman en el país”.
Contexto actual
En el contexto actual, se han multiplicado los esfuerzos que persiguen beneficiar a estudiantes que merecen una oportunidad en el extranjero, “y es porque en estos años ha habido una enorme apertura, incluso a nivel internacional”, refiere Arce, “hay muchos esfuerzos ahora, pero algunos los ha habido desde hace unos treinta años, sólo que no había forma de saber de ellos, oportunidades de viajar y formarse en Europa, por ejemplo (y seguir trabajando allá). Actualmente se conocen más, es verdad”.
Ahora bien, el papel de las familias es esencial “para lograr una carrera internacional”, afirma la maestra, “a veces, en el pasado, era difícil que los varones tuvieran estas oportunidades, y eso se consigue con el apoyo de los padres, que los dejen ser. Ahora, yo creo que eso pasa en todas las profesiones, la idea es no ponerles trabas y que hagan lo que desean”.
Y respecto del público que asiste a las funciones, Lucy Arce es clara y asegura que “a veces la demanda es mucha y no sabes lo que vas a ver. Yo recuerdo, cuando tenía 13 años, haber ido a ver al Bolshoi en el Degollado; ha existido la oferta pero quizá no en la cantidad necesaria, la calidad ha estado siempre. Tal vez, a veces, muchos espectáculos no son como deseáramos, pero no es raro que vengan compañías de prestigio mundial”.
Tlajomulco trasciende fronteras
Un claro ejemplo de los logros estatales en lo que a ballet se refiere son los resultados arrojados por la Escuela Municipal de Ballet de Tlajomulco, la cual, en 2022, logró proyectar a dos bailarinas del municipio hacia las instituciones más prestigiosas del mundo. En este sentido, Elia Sánchez y Kenya Ramos, dos egresadas de la escuela, obtuvieron una beca para continuar su formación en Chicago y en San Francisco.
Elia Sánchez estuvo tres años en San Francisco Ballet School, la compañía de ballet clásico más antigua de Estados Unidos y más respetada del mundo, y en 2022, a sus 18 años, viajó a Chicago. Mientras que Kenya Ramos, de 16 años de edad, se integró al programa de formación para bailarines preprofesionales de San Francisco Ballet School.
La Escuela Municipal de Ballet de Tlajomulco tiene actualmente tres sedes: una en el Centro de Desarrollo de la Cultura y las Artes (CECART), en La Noria; la segunda en la Biblioteca de San Sebastián El Grande y la tercera en el Centro Multidisciplinario El Valle.
Esta institución fue inaugurada en agosto de 2013, y es la primera escuela de ballet gratuita en el país; hoy día sigue sin tener costo y concentra a 271 alumnos en las tres sedes.
Una base sólida: Doris Topete
Otra protagonista del desarrollo del ballet en la entidad durante las pasadas dos décadas es Doris Topete, quien, en charla con esta casa editorial, se define como “formadora” y está convencida del “enorme talento” que hay en Jalisco entre quienes estudian ballet o incluso danza contemporánea, que “son disciplinas que jamás van a pasar de moda, como una pieza de Chopin o una sinfonía de Beethoven”.
En estos términos, la enseñanza de ballet en zona metropolitana, comenta la maestra, “creo se ha extendido, quizá un poco más en el ámbito privado, pero lo principal aquí es el talento y la formación”, para lo cual “se necesita una base sólida en lo fundamental: la enseñanza del ballet y la danza clásica. Se requiere de mucho trabajo, esfuerzo y pasión; y, se dice, que el ballet clásico es la madre de las demás disciplinas dancísticas”.
Y dicha enseñanza debe comenzar, indica la maestra, desde pequeños pues “los niños que empiezan con esta formación, tienen otra visión, completamente distinta a la de otros, en todos los ámbitos. Para empezar, los quitas de muchos distractores que hay hoy día; saben que deben cuidarse en muchos aspectos: el físico, el psicológico, el emocional ¿Por qué? Porque de otra forma no se puede lograr nada; son niños sanos y atléticos”.
Crecimiento y fortaleza
En Jalisco el ballet tiene una tradición histórica, en la que Topete ha labrado su nombre ya. Ha habido escuelas formales desde el siglo pasado y, ahora, el ámbito de trabajo ha cambiado y no había instituciones ni infraestructura ¿qué se modificó o es mejor hoy?, pues “el ballet ha crecido y se ha fortalecido muchísimo; también ha cambiado, pero es mucho mejor. Y la prueba es la compañía estatal, uno de los mejores aciertos de la Secretaría de Cultura (SC), porque tiene el nivel de otras de grandes ciudades, con producciones magníficas, y yo deseo que siga esto así, que prospere como hasta ahora”.
Estudiante de las mejores escuelas de ballet en el mundo y reconocida a nivel internacional como maestra, Topete enfatiza: “Soy formadora. Y en cuanto a la formación de bailarines ha crecido muchísimo el ballet aquí. Mira, en 1998 empecé a ir a concursos con mis estudiantes, y fui criticada, pero sabía lo que tenía y, además, demostramos que era posible triunfar fuera del país”.
Y se trata de algo más amplio, reconoce la maestra, “yo creo que todo ha crecido, en general, y me da mucho gusto. Claro, siempre hay cosas que mejorar. Pienso también que debería haber un poco más de apoyo a los estudiantes (quizá como las becas para formación en el extranjero), creo que la cultura es lo único que trasciende, y debe haber más apoyo a cultura y educación”.
En un momento en que existe mayor vigilancia de la sociedad sobre sus instituciones culturales y su ejercicio, las actividades se han incrementado, algo que Topete celebra y afirma que “a la gente, si se le ofrece un espectáculo de calidad, asiste; y es algo formativo para el público”, basta recordar -como ejemplo- las funciones en la Estación de la Danza, que se suspendieron debido a la pandemia pero que podrían regresar pronto.
Mirar hacia el futuro
Mirando hacia el futuro, la maestra señala: “quiero pensar que será un poco lento el desarrollo, sobre todo por los efectos de la pandemia; quizá sea un poco lento el despegar de nuevo, pero tengo mucha fe en que Jalisco es un Estado muy rico en expresiones artísticas y lleno de talento, a la altura de cualquiera. No me cabe duda que las escuelas permanecerán y seguirán formando grandes bailarines”.
Con una larga trayectoria -y exalumnos que hoy día buscan oportunidades o trabajan en Italia, Los Ángeles, Nueva York, Hungría, Suiza y Canadá-, Topete no es extraña a sortear dificultades, “pero no hay nada que no se pueda solucionar. Nuestros niños están ahí y procuraremos que sigan recibiendo apoyo. Los festivales están también para notarlos, aprovecharlos y atender a ellos”.
“Lo que falla en el país”, detalla la maestra, “es el ámbito profesional: hay pocas compañías. Hay oportunidades en el país y fuera de él, pero eso dependerá de un contrato y de donde elijan ir. Pero yo tengo muchísima fe en que el medio se va a desarrollar; falta, pero México conseguirá desarrollar esta área, sobre todo en nuestro Estado”, finaliza.