Jalisco

Ante crisis de agua, Castro “hunde” a El Zapotillo y apuesta por El Purgatorio

El candidato priista al Gobierno de Jalisco habla sobre sus planes en materia de agua potable, transporte público y seguridad

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El candidato al Gobierno del Estado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Miguel Castro Reynoso, lo deja en claro: el proyecto El Zapotillo y sus consecuencias, como la inundación de tres poblados de Los Altos de Jalisco, están fuera de su agenda.

De ganar los comicios de julio próximo, arrancará una estrategia para acercar más agua a la ciudad de Guadalajara, pero a través de la presa derivadora El Purgatorio. Se declara contra El Zapotillo porque “allí hay una asignatura pendiente en derechos humanos y respeto a las minorías. Hay un problema pendiente que se tiene que resolver y es el tema del agua. Y desde ahorita les digo que la ruta en la que tenemos que trabajar, y que hay que demandar, es El Purgatorio. No hay otra ruta”.

El ex secretario de Desarrollo e Integración Social reconoce los “buenos resultados” que hereda la administración de Aristóteles Sandoval, pero en un ejercicio autocrítico también acepta que Jalisco tiene necesidades que pueden atenderse en una mancuerna Estado-Federación. Confía, incluso, que el proyecto nacional de José Antonio Meade permitirá a Jalisco una secuela inmediata de la Línea 3 del Tren Ligero. Adelanta que su visión apunta hacia el Sur: Tlajomulco, con una nueva ruta.

“El tren llegó a Jalisco después de tres sexenios en los que no hubo, y ese tren ya no puede parar. Cada seis años se tiene que seguir avanzando en este tema. Tenemos que cambiar la mentalidad de las generaciones que vienen y pensar en cómo cada vez debe haber menos vehículos automotores”.

Agrega que es necesario replantear el modelo de seguridad, y en materia de combate a la corrupción y la impunidad considera que debe haber “muerte civil” para los funcionarios y empresas que se equivoquen.

De cara al arranque del proceso electoral 2018, Miguel Castro se dice “plenamente consciente” del descrédito que se ganaron los partidos políticos como el que lo representa, pero dice que aún con ello permanecerá en él. “A muchos, cambiarse la camiseta no les ha quitado el carácter irascible o el maltrato a los comerciantes ambulantes (…) Ojalá y con cambiarse uno de camiseta cambiara como si fuera una varita mágica”.

“No voy a pactar con el narco”

Jalisco atraviesa por un problema de seguridad generado en gran medida por el poder que el crimen organizado ha acumulado a lo largo de los años, lo que obliga a “replantear el modelo”. Para el candidato priista por el Gobierno del Estado, Miguel Castro Reynoso, una de las claves para revertir el problema del narco es darle una batalla con inteligencia: atacar a las drogas y sus consecuencias para que éstas dejen de ser consumidas. Pero, sobre todo, evitar cualquier acercamiento con los miembros de la delincuencia que busquen tratos con el Gobierno. En otras palabras, a diferencia de los otros adversarios políticos rumbo a la elección del 1 de julio, remarcó: “Estoy totalmente convencido de algo: no pactar con la delincuencia organizada”.

— ¿Quién es Miguel Castro?

— Un hombre feliz, casado con Paty. Este año cumplo 20 años y es un motivo para ser feliz. Tengo tres hijas: Melisa, de 16; Inés, de 13, y Regina, de 11. Soy hijo de un hombre que tuvo que irse a los Estados Unidos cuando era adolescente. Soy parte de una familia de trabajo. Comerciante. Que económicamente no depende de la política para tener un modo de vida. Contador de profesión. Me gusta mucho practicar deporte y tomé con mucha pasión el servicio público prácticamente desde el inicio del nuevo milenio. Me considero demócrata y humanista. Creo en la familia y creo que es fundamental el combate a la corrupción como elementos que para mí son importantes.

Siempre me he considerado un hombre obsesivo con el trabajo. Disciplinado en lo que tiene que ver con las cosas que me apasionan. Gusto de cosas simples y me molesta mucho la injusticia en términos de mi cotidianidad, de lo que observo en mi entorno personal, laboral, familiar y, por supuesto, en el servicio público, que es la causa que abracé y a la que le he dedicado los últimos 15 años de mi vida.

— ¿Platíquenos su pasado… dónde estudió?

— Nací en una clínica del Seguro Social un 21 de enero de 1975. Estudié en un preescolar del que no me tenía que bajar de la banqueta para poder ingresar y salir todos los días. Se llama Laura Apodaca. La primaria, a tres cuadras de mi casa, en la escuela Justo Sierra. Fui un niño muy apasionado de las ciencias sociales y de la historia.

Estudié la secundaria en la Técnica 29, ubicada en un barrio que se llama San Miguel. Siempre me caracterizó tener una relación muy amistosa con muchos de mis compañeros. Curiosamente, uno de mis mejores amigos, tanto de la primaria como la secundaria, en tres ocasiones me dejó plantado porque me invitaba a participar en las juventudes panistas de Tlaquepaque.

Mi tío abuelo fue el fundador del PAN en Tlaquepaque. Para mí fue mi inspiración en la política. Pero mi destino estaba marcado, tengo mis razones por las que soy priista.

Estudié la preparatoria en el Cecytva y la carrera, primero entré a estudiar arquitectura al ITESO. Finalmente me di cuenta que no era mi carrera y entré a estudiar para contador a la Universidad Panamericana. Terminé mi carrera y me titulé.

— ¿Quiénes son sus amigos?

— Dicen que en la vida, y por supuesto en la política, origen es destino. Siempre tendré un gran respeto y aprecio por Alfredo Barba Hernández, que es la persona con quien me inicié en la política. Y quien me llevó de la mano al PRI es un doctor, amigo, se llama Roberto Prieto.

Una de ellas (amistades) lamento mucho que ya no está: Juan García de Quevedo.

— ¿Siempre quiso ser político?

— No. Yo soñaba con tres cosas cuando era niño: bolero, torero y decía que iba a ser alcalde de mi pueblo. Al final se dio la última, pero mi mamá siempre recuerda mucho eso.

— ¿Qué otras actividades tiene?

— Algo tiene que ver con el campo y con el comercio: gasolineras, un restaurante, una marca de tequila que está en stand by, se llama El Progreso y no la estamos vendiendo, solamente producimos el tequila. Sembramos maíz, chía, tuvimos una granja de cerdos durante muchos años y tuvimos una engorda de ganado que ahorita están rentadas.

Tenemos una pequeña huerta de aguacates… sin apoyo del gobierno.

— ¿Tiene gasolineras?

—Son dos y una por abrir. Y doy litros completos.

— ¿Cuánto trabaja diariamente? 

— Entre 14 y 16 horas.

— ¿Qué hace en sus tiempos libres?

— A veces los domingos me voy a correr con mi mujer, llevo a mis hijas a la Vía RecreActiva. Voy a misa regularmente los domingos. En las noches busco tiempo para leer y estar con mi mujer, tomarme una copita de vino tinto con ella. Y tengo mucho que no lo hago, pero me encantaba ver series con mis hijas.

— ¿Cuál es el mejor libro que ha leído y el que nunca recomendaría?

— Hay un libro que me ha marcado la vida: Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, de Stephen R. Covey. Estos libros nos ayudan a entender nuestra realidad y cómo, por no interiorizar, podemos cometer errores. Leo mucho. Jamás recomendaría libros de Miguel Ángel Cornejo, por citar un ejemplo, o cosas de ese tipo (motivación).

— ¿Viaja mucho?

— Menos de lo que quisiera. Pero el lugar favorito al que me gusta viajar es Tapalpa. Aprendí a tenerle mucho cariño a Mezquitic. Fuera del Estado: me fascinan San Miguel de Allende, Morelia, Guanajuato. En el extranjero me gusta mucho San Antonio, Texas.

— ¿Quién fue su inspiración?

— Juan García de Quevedo y, por supuesto, Jesús Reyes Heroles.

— ¿Por qué quiere ser gobernador?

— Porque creo que hay muchas cosas que en este Estado se tienen que resolver. Porque me molesta la injusticia. Porque me gusta servir. Porque tengo una profunda vocación social. Porque me apasionó mi trabajo en la Secretaría de Desarrollo Social y me di cuenta que sí podemos influir de manera positiva en la calidad de vida de la gente y todavía tenemos 1.7 millones de personas con, por lo menos, alguna carencia. Creo que las cosas se pueden hacer bien. 

— ¿Cuáles son los puntos flacos de la administración de Aristóteles Sandoval?

— Hay que reconocer todo lo bueno que ha hecho este Gobierno, como el liderazgo en el tema del campo. Hay un Jalisco líder en innovación, ciencia y tecnología, pero que todavía hay muchos jóvenes que no pueden ingresar a la preparatoria o entrar a una carrera.

Quiero ser gobernador del Estado porque hay mucha gente que todavía acude a un centro de salud y no hay el medicamento. Tenemos un Jalisco líder que ha dado buenos resultados, pero también tenemos un Jalisco que hoy tiene necesidades.

Quiero ser gobernador porque hay un problema pendiente que se tiene que resolver y es el tema del agua. Y desde ahorita les digo que la ruta en la que tenemos que trabajar, y que hay que demandar, es El Purgatorio. No hay otra ruta.

— ¿Sin El Zapotillo?

— La ruta debe ser Purgatorio. Solamente Purgatorio.

—¿Está en contra de El Zapotillo? Está contradiciendo al gobernador…

—Es correcto (está contra El Zapotillo). El Purgatorio nos puede dar 5.6 metros cúbicos por segundo. El Purgatorio es una alternativa.

El candidato del PRI a la gubernatura de Jalisco, Miguel Castro, describió su visión sobre los temas más urgentes para el Estado. EL INFORMADOR/G. Gallo

Respuestas rápidas

  • Pobreza: Preocupación.
  • Riqueza: Mayor preocupación.
  • Corrupción: Cero tolerancia.
  • Impunidad: Abominable.
  • Delincuencia: Estado de Derecho.
  • Familia: Mi tesoro.
  • Amistad: Lo más valioso.
  • Enemigos: Adversarios.
  • Enrique Peña Nieto: Presidente de México.
  • López Obrador: Regresión al pasado.
  • Ricardo Anaya: Corrupción, mentira.
  • José Antonio Meade: Hombre de familia.
  • Aristóteles Sandoval: Mi amigo.
  • Enrique Alfaro: Multicolor.
  • Raúl Padilla: Cultura.
  • Miguel Castro: Yo mero.

¿Quién es Miguel Castro?

Miguel Castro es un político que afirma portar con orgullo la camiseta del PRI, partido que le ha permitido ser alcalde de Tlaquepaque en dos ocasiones, diputado local y secretario de Estado.

Este 21 de enero cumplió 43 años. Es casado, tiene tres hijas y estudió su carrera como contador en la Universidad Panamericana, aunque también es comerciante y dueño de dos gasolineras. Se considera un demócrata y humanista. Gusta del deporte, las cosas simples, se considera un obsesivo en su trabajo y afirma que le molesta mucho la injusticia.

Miguel Castro de pequeño (derecha) junto a su hermana Esperanza (izquierda). ESPECIAL
Este año cumple 20 años de casado con Patricia Jaime Guillén. ESPECIAL
La pareja de paseo hace 15 años con Melissa, su hija mayor. ESPECIAL

TEMAS CRÍTICOS

Seguridad

Creo que hay que replantear el modelo. Tenemos que trabajar fuerte en lo que en este momento está pasando en las calles, y la otra, más importante: una perspectiva a tres sexenios donde atendamos fuertemente las adicciones. Necesitamos replantear el significado de la familia, los valores y la prevención. He trabajado muy fuerte en mi propuesta en materia de seguridad. Estoy totalmente convencido de algo: no pactar con la delincuencia organizada. Creo que es muy importante, mucho, que trabajemos fuerte en el tema de prevención, familias y en una revisión a fondo de la forma como está estructurado el tema de seguridad.

Hay que replantear la estructura actual.

Yo no metería a un político a atender el tema de la seguridad. Ya tengo el perfil.

Corrupción e impunidad

Tenemos que plantear algo bastante fuerte, donde de entrada haya muerte civil para los funcionarios que se equivoquen, para las empresas que se equivoquen.

¿Por qué no pensar también en una Fiscalía General que no dependa del Gobierno? ¿O en una Contraloría donde no sea el gobernante el que la determine (al titular). Y la Contraloría, yo estaría dispuesto a entregársela a la sociedad.

No voy a solapar a nadie. A nadie. (En el tema de la Secretaría de Salud) seguramente habrá autoridades que estén evaluando, auditando y revisando estos temas. Y no va a haber ninguna actitud de solapamiento a nadie. Sea quien sea.

Debemos (también) iniciar ya un proceso de revisión a fondo sobre las instituciones partidistas.

Economía y pobreza

Es un tema que me apasiona y preocupa mucho (la pobreza). Jalisco todavía tiene más de 150 mil personas en condición de pobreza extrema y hay que trabajar fuertemente en ello. También creo que el modelo actual ya no funciona a nivel global y hay que trabajar muy fuerte en ello. La estrategia de inclusión social es válida, pero hay que enfocarnos fuertemente para seguir trabajando en ello.

La otra parte es que Jalisco es un Estado que ha generado empleos como nunca. Tenemos una tasa de desempleo muy baja, pero por otro lado hay mucha gente a la que no le alcanza lo indispensable para salir adelante. Por eso manejar la palabra pobreza es un asunto de respeto y soy muy cuidadoso, y prefiero hablar de carencias.

Agua y medio ambiente

Hago un llamado importante para que, junto con el proyecto de José Antonio Meade, cuidemos el Lago de Chapala.

Por otra parte, estamos a punto de ver funcionando la Línea 3 del Tren Ligero, pero necesitamos seguir avanzando en estos temas. Debemos lograr que el vehículo deje de ser un asunto aspiracional en los jóvenes, pero para ello debemos seguir fortaleciendo otras modalidades no motorizadas o colectivas de transporte. Debemos voltear a ver hacia el Sur: Tlajomulco. Creo que ya se ha atrasado la línea. Pero ojo: no es sólo eso. También debemos pensar en el Periférico y un modelo que se robustezca. En las alimentadoras para potenciar posibilidades. Hay mucho qué hacer en este tema y no podemos perder de vista que hay elementos que contaminan mucho.

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