Además de contar con experiencia académica, Ricardo Villanueva Lomelí remarca que tiene un camino recorrido en la política y la administración pública. Por eso confía en su perfil para ser elegido rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG) para el periodo 2019-2025, sobre todo ante los nuevos retos.Por la coyuntura que se vive en el país, en donde las universidades públicas podrían recibir menos recursos federales, considera que su experiencia política podría ser muy útil. “Vamos a tener que salir a defender esta visión de que la universidad no es una escuela ni una guardería, es más. Y para eso se necesita más dinero. Me siento capaz para defender eso”.Subraya su labor como rector del CUTonalá, donde implementó un modelo de vanguardia. “Lo diseñamos para que los jóvenes se vayan a vivir al campus, con formación integral”. Un estudiante, explica, puede estudiar Nanotecnología, estar en una orquesta, estudiar teatro, ir al cine o hacer deporte. “El modelo es el prototipo del campus del futuro. Con hechos he tratado de demostrar que puedo hacerlo”.Durante la presentación del plan de trabajo que se realizará ante el Consejo General Universitario, como parte del proceso de elección del próximo rector general de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Ricardo Villanueva Lomelí informa que propondrá cambios al modelo educativo. “Quiero lanzar algunas dudas, algunas agendas que debemos discutir en la comunidad universitaria, para que empecemos a tomar decisiones de qué se debe hacer”.Considera que 2019 es un buen año para replantearse algunos cambios, sobre todo porque se cumplen tres décadas de la reforma de la Red Universitaria y 25 años de su entrada en vigor. “Yo no fui parte del equipo dirigente que estuvo en esa época, pero soy producto de esa reforma, estudié en el sistema de crédito y bajo el modelo de universidad que se reformó en 1994”.Ante eso, insiste en que es un buen año para que se haga un corte de caja, “debemos evaluar ese cambio que dimos del modelo napoleónico al modelo departamental. ¿Cómo ha funcionado? ¿Cómo se ha implementado?”.Sin embargo, reconoce que la Red Universitaria sigue siendo innovadora y moderna, pues fue acertada la visión que se tuvo: “Ese cambio de modelo funcionó y resolvió muchísimas cosas”.Esto permitió que la UdeG se transformara y no fuese una institución exclusivamente de docencia, sino una universidad donde se hace investigación, así como extensión y difusión cultural.“En 1989 había sólo 26 preparatorias; hoy suman 176 planteles que cubren todo el Estado”.Aunque se logró avanzar en cobertura, de acuerdo con su experiencia como estudiante, considera que le sigue faltando flexibilidad al sistema de créditos para que los estudiantes puedan moverse más.Actualmente, subraya, no es posible que un estudiante pueda tomar créditos en otro Centro Universitario o en otros programas, algo que también limita a los académicos e investigadores. “Ahora que me tocó dirigir un campus multitemático, como es el CUTonalá, me doy cuenta que la universidad verdaderamente sí debe pensar en cómo los departamentos, las divisiones y los campus temáticos no se conviertan en barreras, sino que hagamos un rediseño de la estructura académico-administrativa para que este modelo funcione como debe ser, que los departamentos se comuniquen”.Recuerda que cuando estudió Derecho, las materias de Filosofía, Historia, Sociología Jurídica y hasta Inglés fueron impartidas por abogados, cuando el mismo Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) cuenta con departamentos en esas materias. “Pero todavía hace falta acomodar ese siguiente paso en donde yo pudiera, como estudiante de Derecho, ir a tomar clases en Historia, ir a tomar clases en Sociología. Eso, yo creo que es un reto que, a 25 años de la red, por ejemplo, podríamos empezar a discutir”. PERFIL PLAN DE TRABAJOLa Universidad de Guadalajara debe comenzar a abrir las puertas a sus egresados con programas de actualización bien diseñados, pues ya no puede formar a alguien durante cinco años y dejarlo que toda la vida se dedique a lo mismo, propone Villanueva Lomelí. “Se necesitan más diplomados, más actualización. Si ya sabemos que la necesidad de la actualización es evidente, la necesidad de cambio, pues no podemos pensar que les enseñas algo durante cinco años y ya, con ese conocimiento, puede vivir toda la vida”.Una universidad que piensa en el futuro, explica, debería empezar a diseñar programas para que cada cinco años los egresados estén regresando a capacitarse sobre los nuevos retos y cambios que se presentan a nivel local y global.“Por ejemplo, en el tema de las ingenierías, a veces sirve más una certificación que una carrera. A veces el título de ingeniero te sale más caro que alguien que sabe manejar un programa y en la industria dicen: ‘Yo necesito que sepas utilizar este programa, no sé qué otras cosas sepas, pero mientras sepas manejar esto, te contrato y estamos bien’. Esa es la realidad”.Por ello, las universidades deberían establecer acuerdos con la industria para actualizar y certificar de manera permanente a los ingenieros, de acuerdo con las necesidades de éstas.—¿Cuándo aplicaría el rediseño de una universidad de acuerdo con las necesidades actuales?—Lo voy a plantear en mi presentación al Consejo, decirles que 2019 es un buen año para que la universidad convoque a ese debate.La cobertura temática que tiene la educación superior universitaria ya no está tan adecuada a la realidad de la zona metropolitana, a los tiempos de traslado; entonces, los campus multitemáticos, como el de Tonalá, permiten acercar distintas ofertas educativas a las regiones.—¿Qué carreras no son compatibles con los campus multitemáticos?—Hay carreras más complejas, las que son de ingeniería, las que requieren laboratorio, las que requieren infraestructura. Evidentemente son retos mayores.Lo veo en mi campus. Sin duda, las que más retos me demandan de infraestructura o de gasto son carreras como Nanotecnología, pero creo que ese modelo podemos explorarlo y eso se adecuará más a la realidad.—¿Ese reacomodo de campus multitemáticos le traería una oportunidad para aumentar la matrícula?—Sí te puede beneficiar. Un campus como CUTonalá en Tlajomulco, en Tlaquepaque, en Zapotlanejo, sin duda te acerca una diversidad de oferta educativa a toda esa gente que hemos expulsado a las periferias. Al tener campus multitemáticos tienes muchas ofertas que pueden verdaderamente darle opciones a toda esa población.Además, a nivel de conocimiento, insisto, lo ideal es que confluyan en un mismo espacio las disciplinas. El valor que tiene que estudiantes de Medicina estén en el mismo espacio que abogados, ingenieros… ese modelo de campus favorece todo.—¿Cuál es su plan de expansión?—Detecto tres: en Tlajomulco ya debe haber un centro universitario, en Zapotlanejo y en Tlaquepaque. Chapala también puede ser una opción.—En 2019 hay un recorte de mil 300 millones de pesos de recursos extraordinarios por parte de la Federación. ¿De dónde saldrán recursos para esos nuevos centros universitarios?—Durante muchos años, el Gobierno federal empezó a hacer como bolsas especiales de recursos que se bajaban a través de indicadores. La universidad hizo su tarea, pero el Presidente comienza a decir que esos criterios de evaluación ya no serán. Al cambiar esos criterios, estas bolsas se quedan en riesgo.Teniendo eso claro, la universidad tendrá que seguir gestionando esos recursos. ¿Cómo se gestionan? Con ideas, con proyectos, con datos. Tenemos la capacidad de hacer esa gestión. Si soy rector, me siento capaz de conseguir esos recursos. —¿Le preocupa alguna política de López Obrador?—Todos estamos atentos a las señales. El tema de la autonomía universitaria que se borra supuestamente por un error, pero sigue sin corregirse. Claro que tenemos que estar atentos.Sobre el proceso de presupuesto, no me deja contento un crecimiento inflacionario. Eso es cero.Y mezclado con una concepción errónea de mi concepto de universidad, con el que veo que proponen 100 universidades, pues sí es preocupante, porque las universidades no somos guarderías.Sí tengo preocupación de que se esté pensando en la universidad de hace 40 años, una universidad de docencia, una universidad de aulas, maestros y baños.Ya logramos tener una universidad pública que hace investigación, que hace difusión cultural, que juega un rol importante de equilibrio, de opinión, de diseño de políticas públicas. Es más que una escuela.—¿Cuáles son los principales problemas de la UdeG y cómo los resolvería?—Un reto urgente: reducir asimetrías. Todavía entre el nivel medio superior y el superior hay una asimetría. No todo es provocado por la universidad. Financieramente, los centros universitarios sí tenemos mejores condiciones que una preparatoria.Sobre el segundo reto: la pertinencia de lo que estamos enseñando a nuestros jóvenes.—¿Urge un cambio generacional en la universidad?—Urge un equilibrio correcto de esos universitarios que diseñaron el modelo actual y también con la visión de los que estudiamos ese modelo. Ese equilibrio es el que nos va a dar una fuerza. No creo que el criterio deba ser de edad ni de género. Hay que buscar al ideal en esta coyuntura.—¿Es el candidato de Raúl Padilla?—No. Todos los universitarios tenemos simpatías por todos. Sigue: #DebateInformador¿Cuál es la principal necesidad de la comunidad universitaria?Participa en Twitter en el debate del día @informador