Las ventas al menudeo sumaron en julio tres meses consecutivos al alza, según el Inegi, con incrementos mensuales de hasta 48.7% en algunos sectores, como el calzado.Tras los meses más difíciles por el cierre de actividades no esenciales, en julio la tasa de desempleo bajó, la confianza del consumidor mejoró y las remesas siguieron creciendo. Eso compensó el deterioro en el poder adquisitivo, explica Iván Huerta, analista económico.Otro sector con aumento de40% en promedio es el de productos textiles. Según el Gobierno federal, otra muestra de la recuperación económica es la creación de empleos: en agosto fueron 92 mil; y en la primera quincena de septiembre, 50 mil.Los ingresos reales por suministro de bienes y servicios de las empresas comerciales al por menor mostraron un crecimiento de 5.5% en julio respecto al mes inmediato anterior, con base en las cifras ajustadas por estacionalidad. Desde esta perspectiva, el indicador se mantiene en terreno positivo desde mayo pasado. “En julio, pese a seguir elevada, la tasa de desempleo bajó ligeramente, la confianza del consumidor mejoró por segundo mes y las remesas siguieron creciendo. Lo anterior compensó el deterioro en el poder adquisitivo, que supuso la aceleración de la inflación durante ese mes, lo que indujo condiciones más favorables para el consumo privado, junto con un confinamiento menos estricto”, explicó Iván Huerta, analista económico. Al interior del índice de las ventas al por menor, la mejoría fue generalizada, porque todas las categorías tuvieron crecimiento. Entre las actividades que lograron un mayor incremento destacan el calzado, con un alza mensual de 48.7%; los artículos de esparcimiento, con una mejoría de 41.6%; los productos textiles, con 40%, así como la ropa, la bisutería y los accesorios de vestido, con 38.2 por ciento. Por el contrario, entre los segmentos con menor dinamismo están las ventas de alimentos y bebidas, y las de autoservicios y departamentales, casi la mitad del índice general y con un crecimiento mensual de apenas 0.7 por ciento. Pese a la recuperación de las ventas al menudeo, siguen debajo de niveles previos a la pandemia. En empresas comerciales al por menor, los ingresos reales cayeron -12.7% respecto al mismo periodo del año anterior, y el personal ocupado se redujo siete por ciento.Los datos de julio muestran que la recuperación en el consumo del país es frágil, porque aunque hay sectores con fuertes crecimientos, varios están asociados a que éste fue el primer mes de la reapertura generalizada para algunos negocios minoristas, precisó Daniel Arias, analista de grupo financiero Monex.El Banco de México bajó la tasa de interés en 25 puntos base y la fijó en 4.25%, en lo que fue el sexto recorte del precio del dinero en seis meses para proveer de liquidez al mercado ante la pandemia del COVID-19.La Junta de Gobierno del Banco de México tomó esta decisión tras considerar los riesgos para la inflación, la actividad económica y los mercados financieros.Esta resolución es la sexta rebaja de la tasa de interés en los seis últimos meses en el país, ya que hasta el 20 de marzo, cuando la pandemia del nuevo coronavirus empezó a tener graves efectos económicos para México, estaba en siete por ciento.Este recorte, sin embargo, es el menor de todos los acometidos durante la pandemia, ya que hasta ahora todos habían sido de 50 puntos base.La Junta, formada por cinco miembros, tomó la decisión por unanimidad, mientras en el último ajuste del mes pasado hubo un voto disonante que ya pedía recortar sólo los 25 puntos base.El órgano regulador destacó que “la actividad económica global ha venido recuperándose” y que en las economías avanzadas “se anticipan posturas monetarias acomodaticias por un periodo prolongado”, aunque resaltó que permanecen en los mercados los riesgos “asociados a la pandemia”.“La actividad económica en México, después de una profunda contracción en abril y mayo, comenzó a recuperarse en junio y julio, si bien prevalece un entorno de incertidumbre y riesgos a la baja”, subrayó el Banco de México.El Gobierno mexicano mantiene una previsión de contracción de 8% del Producto Interno Bruto en 2020.El Banco de México también recordó que la inflación general anual “aumentó de 3.62% al 4.1% entre julio y la primera quincena de septiembre”. Lo anterior, debido a “cierto aumento en los precios de los energéticos (como las gasolinas) y una recomposición en la inflación subyacente”.Por ello, las expectativas de la inflación general para el cierre de 2020 se incrementaron (la meta del Banco de México es de 3%), mientras que las previsiones de mediano y largo plazos se mantuvieron estables en niveles superiores a ese objetivo de tres por ciento.Mencionó también los “episodios de marcada volatilidad” sufridos por el peso mexicano en los últimos tiempos, una divisa que cerró el pasado viernes con seis semanas seguidas de apreciación frente al dólar, pero que en las últimas jornadas acumula una depreciación sobre el seis por ciento.El próximo anuncio de la política monetaria por parte del Banco de México se espera para el 12 de noviembre.Hay dos razones fundamentales por las cuales la tasa de interés está baja: por la inflación baja (cuando no hay mayores movimientos de precio para controlar) y por la desaceleración económica.Una tasa baja ayuda al crecimiento de la economía, facilita el consumo y la demanda de productos. Y mientras más productos se consuman, mayor es el crecimiento económico. El lado negativo es que este consumo tiene tendencias inflacionarias. Cuando las tasas de interés son bajas, los precios de las acciones suelen subir. Por ejemplo, el inversionista con una tasa baja recibe menos por sus títulos de renta fija, como el bono o el cete. REPORTE INEGILa inflación en la primera quincena de septiembre se mantuvo arriba de 4% a tasa anual, por encima del límite superior del rango objetivo del Banco de México, de acuerdo con los datos más recientes dados a conocer por el Inegi.El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) presentó un aumento de 0.16% en la primera quincena de septiembre respecto a la quincena anterior, así como una inflación anual de 4.1%, en donde influyeron los precios de los energéticos.Entre los bienes y servicios cuya alza de precios y tarifas incidieron más en la inflación destacan: la cebolla, con un incremento quincenal de 23.55%, el pollo (1.98%), las loncherías, fondas, torterías y taquerías (0.32%), los automóviles (0.73%), la primaria (2.42%), chile serrano (12.37%), limón (7.66%), electricidad (0.68), la gasolina de bajo octanaje (0.16%) y los derechos del suministro de agua (0.78%).Por el contrario, los genéricos cuya baja de precios y tarifas contribuyeron más a contener la inflación fueron: jitomate, con una baja quincenal de -7.94%, los servicios profesionales (-13.75%), huevo (-2.28%), además del aguacate (-5.04%), naranja (-6.58%), gas doméstico LP (-0.58%), plátanos (-3.34%), cerveza (-0.50%), crema para piel (-1.92%) y los pañales (-0.95%).Los Estados que reportaron el mayor incremento en el nivel de precios durante la primera quincena de septiembre fueron: Coahuila, con un alza de 0.61%, así como San Luis Potosí y Sonora, con 0.44% cada uno. Le continuaron Ciudad de México (0.25%) y Durango (0.23%). Por el contrario, las Entidades con mayores bajas fueron Tlaxcala (-0.29%), Campeche (-0.12%), Veracruz (-0.05%), así como Oaxaca y Nayarit (-0.04% en cada caso).El índice de precios subyacente, que no incluye los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, tuvo un incremento de 0.17% quincenal y de 3.99% anual.HACIENDA Y COMISÓN BANCARIALa Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) anunciaron el nuevo paquete de medidas para la reestructuración de créditos entre los clientes de la banca afectados por la pandemia y que tengan problemas para cumplir con sus obligaciones. Lo anterior, una vez que vencieron los diferimientos de pagos lanzados en la primera etapa de apoyos (entre marzo y abril), con plazos de cuatro a seis meses.“Dado que la pandemia se ha extendido, se acordó aplicar nuevas medidas para proteger la economía de las personas y empresas que lo requieran. Esto, con el objetivo de aminorar sus compromisos crediticios y proteger su patrimonio, al disminuir las mensualidades a pagar mediante reducciones de tasas de interés o extensiones de los plazos”, precisa Hacienda.Las medidas benefician a las diversas modalidades de créditos al consumo, hipotecarios, empresariales y otros.Con las facilidades regulatorias se pretende promover las reestructuras de los créditos; además, que las instituciones financieras ajusten los esquemas de pago a la nueva realidad de las economías.“Deberá disminuir el pago que se venía realizando al menos en 25%, lo que implicará que se amplíe el plazo remanente hasta en 50% del original, así como disminuir la tasa de interés y hacer quitas de capital”.Juan Pablo Graf, presidente de la CNBV, explicó que los bancos y otros intermediarios financieros están trabajando con su clientela para buscar la reestructuración de los créditos.La Asociación de Bancos de México (ABM) mencionó que hasta que no se tenga finalizado el plan de reestructuras, se dará un pronunciamiento a lo informado por las autoridades financieras.GUÍAACCIONES ADICIONALESSigue #DebateInformador¿Cuáles productos o servicios se han incrementado más?Participa en Twitter en el debate del día @informador