Daniela Ramos Ruvalcaba, coordinadora del Programa de Zoonosis de la Secretaría de Salud Jalisco, explicó que, aunque el último caso de rabia en la Entidad se reportó hace 23 años, la proliferación de perros abandonados en las calles genera diferentes problemas de salud pública con la trasmisión de enfermedades parasitarias, como la sarna, bacterianas y virales.La especialista subrayó que las agresiones de los canes a los humanos también representan una dificultad. El año pasado se documentaron tres mil 064 casos de mordeduras. Destacó que este fenómeno también ocurre en la vía pública. Recordó que en enero pasado se registró la defunción de un hombre tras ser atacado por una jauría en el Cerro del Gato, ubicado en los límites de Tonalá y Tlaquepaque. El cuerpo tenía al menos 100 mordidas.La especialista llamó a los propietarios a ser responsables de sus mascotas y estar al pendiente de su salud. Refirió que quien decida tener un animal de compañía debe tener presente que es un compromiso a largo plazo y considerar las características de la mascota y las condiciones del lugar donde la vaya a alojar.“Ser dueños responsables. Un perro se debe desparasitar tres veces al año internamente y externamente cada dos meses; además de ser vacunado. No podemos tomar perros de la calle y meterlos a nuestra casa, es importante que el animalito sea supervisado por un médico veterinario. Cuidar qué especie de perro se va a integrar a la familia” comentó.La veterinaria de la SSJ informó que en lo que va de este año se han reportado 151 agresiones de animales, 128 son de perros. En 24 casos las personas requirieron hospitalización.Ana Couret, integrante de la Fundación Cero Calle, acentuó que se deben reforzar las campañas de esterilización, pues entre más sean, menor costo representan. Resaltó que como estrategia esterilizar resulta más económico para los municipios por el alto costo que representa el sacrificio de los animales y el manejo de los restos.Mientras el Ayuntamiento de Guadalajara apostó por una política de adopción de los perros rescatados de la calle, los titulares de los centros de Salud Animal de las administraciones municipales de Tonalá, Zapopan y Tlajomulco discreparon de esta estrategia.Armando Reynoso González, de Tlajomulco, señaló que respeta la decisión de no sacrificar y buscar promover adopciones. Sin embargo, el funcionario sostuvo que la norma que rige a los antirrábicos no contempla esta alternativa. Por su parte, Ernesto Zamora Nuño, director de Salud Animal Tonalá, afirmó que sería irresponsable dejar de hacer su trabajo para reducir el número de perros en la calle y dedicarse a promover adopciones.“La salud pública es prioridad”, comentó Zamora Nuño, quien manifestó su desacuerdo con agrupaciones pro derechos de los animales que han cuestionado su trabajo. La coordinadora del Programa de Zoonosis de la Secretaría de Salud Jalisco, Daniela Ramos Ruvalcaba, advirtió que los perros no pueden salir directo del antirrábico a una adopción, pues antes tienen que ser vacunados y desparasitados.Ramos Ruvalcaba insistió en que, antes de que las personas decidan adoptar un animal, deben asegurarse de que está sano.La especialista planteó que prácticas como alimentar perros de la calle no abonan a resolver el problema, pues el animal lo que necesita es que alguien se responsabilice completamente de él y lo atienda.La Unidad de Protección Animal de Zapopan puso en marcha un programa de identificación de mascotas para tener un registro municipal de los animales de compañía. Edgar Arturo Ramírez Gómez, titular del área informó que en un primer momento se planteó como estrategia para tener identificados a los animales con algún antecedente de agresión y posteriormente se ampliará para todas las mascotas.“Se les coloca una placa de identificación con un código QR para las mascotas que tienen antecedentes de agresión o de razas que por sus características se puedan considerar agresivas”, planteó.Comentó que para los propietarios de los primeros mil animales el trámite será gratuito. Para hacer el registro se requiere copia de identificación del propietario, comprobante de domicilio, cartilla de la mascota y el collar. El costo es de 100 pesos.La activista Ana Couret, integrante de la Fundación Cero Calle, recordó que este tipo de registro está considerado en el reglamento de Zapopan desde el año 2012, pero no se había aplicado.Decenas de perros que fueron abandonados o que nacieron en la calle se han agrupado en jaurías y hecho del Bosque La Primavera su hábitat. Este problema se registra desde hace varios años, pero se ha acentuado por la cercanía de la zona urbana.Maricruz Carrillo Rodríguez, directora de Cultura y Conocimiento del Organismo Público Descentralizado (OPD) Bosque La Primavera, informó que con el sistema de cámaras-trampas han detectado la circulación de grupos de perros ferales (que tienen un comportamiento salvaje pues no tienen convivencia con el humano).Explicó que trabajan con los ayuntamientos de Zapopan, Tala, Guadalajara y Tlajomulco para atender la problemática, ya que estos animales introducidos en el entorno del bosque afectan a la fauna. Ya tienen documentados ataques de los canes contra venados y cervatillos.La funcionaria explicó que tienen acercamiento con habitantes de rancherías en el bosque y vecinos de colonias como el Collí, El Arenal y Pinar de La Venta para buscar concientizarlos sobre la importancia de que no dejen en libertad sus mascotas. Además, a los visitantes del Área Natural Protegida se les prohíbe el ingreso con animales.Sobre el tema, el director de la Unidad de Protección Animal de Zapopan, Édgar Arturo Ramírez Gómez, refirió que preocupa la proliferación de este tipo de fauna.El titular de la Dirección de Acopio y Salud Animal del Ayuntamiento de Tlajomulco, Armando Reynoso González, confirmó que trabajan junto con el OPD del bosque para atender el problema. Atribuyó su crecimiento a los visitantes que abandonan sus mascotas.Se anticipó que como medidas preventivas se intensificarán las campañas de esterilización de mascotas en las zonas urbanas vecinas al bosque e incluso poder recurrir a la captura y extracción de los perros. Las autoridades no tienen un registro de la cantidad de perros ferales que viven en el bosque.FUENTE: Coordinación Estatal del Programa de Zoonosis.Último caso de rabia trasmitida El último caso de rabia trasmitida de un perro a un humano se reportó en 1995 en la región sanitaria de Lagos de Moreno. La víctima fue un menor de 10 años. El último caso de rabia en un perro se registró en 2011 en la región sanitaria de La Barca.¿Qué dice la norma? De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-033-ZOO-1995, se debe dar un sacrificio humanitario a los animales domésticos y silvestres. Esta disposición establece que para sacrificar perros adultos y cachorros se utilizará una sobredosis de barbitúrico vía intravenosa o cualquier otro anestésico fijo que produzca primero inconsciencia y después paro respiratorio y cardíaco hasta la muerte del animal, sin causarle angustia, convulsiones o cualquier otro sufrimiento.
