Debido a la falta de lluvia y a las condiciones climatológicas, hasta el pasado 15 de mayo al menos 94 municipios de Jalisco presentaron condiciones de sequía severa, según el Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). En el mismo periodo del año pasado eran 33 en esta situación.Entre las zonas más afectadas están Tlajomulco, Chapala, Amacueca, Mazamitla, Tequila, Tapalpa y Puerto Vallarta. Jalisco es la primera Entidad del país con más municipios en condiciones de sequía severa. Le siguen Michoacán y Oaxaca. La Conagua agregó que entre las demarcaciones jaliscienses con sequía moderada están Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá, Zapopan, Acatic, Amatitán, El Arenal y Zapotlán El Grande. Los municipios en condiciones de sequía severa tienen riesgo de presentar pérdidas en cultivos o pastos y alto riesgo de incendios, además de que es común la escasez de agua, por lo cual se deben imponer restricciones en el uso de este recurso como previsión. Esto repercute directamente en los sectores agrícola y ganadero, presentes entre las actividades productivas de Jalisco. Valentina Davydova Belitskaya, profesora del Departamento de Ciencias Ambientales, del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG, destacó que se tenía previsto que el fenómeno de “La Niña” trajera un estiaje intenso. Si bien la Comisión Nacional del Agua (Conagua) había previsto que la temporada de lluvias comenzara a partir del 15 de mayo, al día de hoy no hemos tenido la presencia de alguna lluvia o tormenta más allá de un par de lloviznas, como ocurría tradicionalmente en los conocidos como “aguaceros de mayo”.Es decir, hasta hoy el temporal presenta un retraso de al menos 14 días según se tenía pronosticado, y parece que la situación no mejorará en el resto del mes ni durante las primeras semanas de junio.Alma Delia Ortiz Bañuelos, meteoróloga y operadora del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), indicó que las irregularidades presentadas se derivan principalmente de las afectaciones que trae consigo el fenómeno de “El Niño”, mismo que entró al territorio mexicano aproximadamente a finales de abril pasado, luego de los estragos de sequía prolongada que dejó “La Niña”.Es por este motivo que se prevé que este 2023 junio presente un déficit de lluvias, es decir, que llueva poco en este mes, afectando especialmente a las regiones Costa Sur y Costa-Sierra Occidental.Aunque se prevén algunas lloviznas, estas serán esporádicas debido al aire seco, señaló la especialista del IAM.Sin embargo, si las condiciones actuales se mantienen, es posible que a partir de julio y durante agosto el temporal comience a registrarse una mayor cantidad de lluvias en Jalisco, indicó Ortiz Bañuelos.“Para julio, agosto y septiembre se espera que se empiecen a presentar las condiciones normales en las precipitaciones, o que incluso llueva por encima de lo normal”, pronosticó la especialista.Por su parte, Maydes Bárcenas Castro, también integrante del IAM, estimó que las primeras lluvias de junio se registren inicialmente en las regiones Sur, Sureste y Los Altos; y posteriormente podrían comenzar a caer en la región Centro, Lagunas, Ciénega, Valles, Sierra de Amula y Norte, y finalmente en las zonas costeras.“Todo esto sin considerar la presencia de un ciclón tropical que, de llegar, las precipitaciones serían más importantes en la región costera”, explicó.Por lo pronto, el Sistema Meteorológico Nacional, en su pronóstico extendido a 96 horas (aproximadamente al jueves de esta semana) indicó que para Jalisco se esperan lluvias aisladas, vientos con rachas de entre 40 a 60 kilómetros por hora y posibles tolvaneras, así como temperaturas superiores a los 40 grados centígrados, que podrían llegar incluso hasta los 45 grados centígrados en algunas regiones del Estado. La temporada de lluvias trae consigo la formación de ciclones tropicales, fenómenos naturales que se originan y se desarrollan en los mares, pero que, debido a la condición de los vientos, pueden acercarse al territorio mexicano, produciendo lluvias y tormentas cuya intensidad se mide según el nivel o categoría que los ciclones alcancen.De acuerdo con las previsiones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se estima que este 2023 se pueda alcanzar la formación de hasta 22 ciclones tropicales en el Océano Pacífico, el cual colinda con Jalisco y por lo cual podría derivar en diversas afectaciones para nuestra Entidad.Según las estimaciones de la Conagua, la temporada de ciclones tropicales será más activa que en 2022, año que cerró con la formación de 19 ciclones tropicales.De los 19 huracanes que podrían formarse este año en el Pacífico, se prevé que entre nueve y 11 deriven sólo en tormentas tropicales, entre cuatro y seis podrían llegar a convertirse en huracanes de categoría 1 ó 2, y entre tres y cinco podrían llegar a ser de categoría 3, 4 ó 5.Según la categoría que alcancen estos ciclones, las afectaciones podrían incluir mareas altas y oleajes riesgosos para quienes residen en la zona costera, daños por vientos fuertes y lluvias que podrían generar inundaciones por desbordamiento de ríos o canales.En total, las estimaciones de la Conagua prevén la formación de hasta 38 ciclones tropicales; los otros 16 se prevé que puedan formarse en el Océano Atlántico. Voz del experto Luis Valdivia Ornelas, investigador del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial del CUCSHEn los últimos cinco años, se han sumado a la Zona Metropolitana 31 nuevos puntos de riesgo de inundaciones, según indicó el investigador Luis Valdivia Ornelas, del Departamento de Geografía y Ordenación Territorial del CUCSH de la Universidad de Guadalajara (UdeG), basándose en el primer mapa digital de zonas de riesgo por inundación en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) elaborado por el CUCSH y Geositer.Estos puntos, señaló, se encuentran principalmente en las colonias del centro y poniente del Valle de Atemajac, el surponiente de Tesistán y del Valle de Toluquilla. Esto indica que las partes altas de los cerros que rodean Guadalajara y que antes servían como espacios de infiltración están siendo urbanizadas.Esto no sólo genera más zonas de riesgo para la población, sino que también se vuelve “de alta peligrosidad”, ya que se producen mayores volúmenes de agua de lluvia con más fuerza debido a que el agua no encuentra espacios naturales por donde circular y quedarse.Las colonias con los nuevos puntos de inundación se encuentran principalmente en Zapopan, en áreas como Santa Anita, El Garabato, Santa Ana Tepetitlán, las intersecciones de Periférico y Guadalupe, y Guadalupe y Clouthier; Ciudad Granja, Rancho Contento, Technology Park, el pueblo de La Venta del Astillero, la zona de El Campestre, Los Molinos y Los Tréboles; además de Residencial Tesistán, La Vinatera, El Capistrano, Santa Lucía y Bosque de los Encinos.En total, según el investigador acompañado del urbanista Édgar Leonel Gutiérrez, existen 570 puntos y cinco mil 200 incidencias de riesgo documentadas en dicho mapa.El mismo fue creado a partir del análisis de 106 años de lluvias e inundaciones en la Zona Metropolitana de Guadalajara y próximamente será presentado en una página web con el objetivo de que la ciudadanía y las autoridades analicen las acciones a emprender para prevenir riesgos.El fenómeno “El Niño” es un complejo evento climático que ocurre en la región del Pacífico ecuatorial. Se caracteriza por un calentamiento anormal de las aguas superficiales del océano y tiene importantes repercusiones en los patrones climáticos a nivel mundial. El fenómeno se origina cuando los vientos alisios, que soplan de este a oeste, se debilitan o incluso se invierten, lo que provoca una acumulación de agua caliente en el Pacífico.Este calentamiento de las aguas tiene múltiples efectos. Altera los patrones de lluvias y la distribución de las temperaturas. Las lluvias se han retrasado en Jalisco y la sequía ha aumentado. Las condiciones climatológicas no favorecen que los incendios forestales den tregua a los bosques de Jalisco, sin dejar de lado que gran parte de ellos son ocasionados.En este 2023, la Entidad ha presentado un récord histórico en cuanto a afectaciones derivadas de los incendios forestales de este año, con un total de 117 mil 093 hectáreas de bosque dañadas por 832 siniestros registrados desde el 1 de enero hasta el pasado 25 de mayo, de acuerdo con estadísticas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).Esta es la cifra más alta registrada en la actual administración, superando ya, por un 52% más, el total de hectáreas afectadas por incendios forestales en todo 2022, que fue de 76 mil 706 hectáreas dañadas.Además, Jalisco se coloca en primer lugar a nivel nacional con el mayor número de superficie afectada, muy por encima de otras Entidades. Por ejemplo, la Entidad que le sigue es Durango, con apenas 26 mil 847 hectáreas de bosque afectadas, y Oaxaca, con 24 mil 319 hectáreas.Del total de hectáreas afectadas en lo que va de este 2023, tres mil 870 hectáreas corresponden a arbolado adulto (cifra casi cinco veces más alta que el total registrado en todo 2022), vegetación que juega un factor fundamental en la producción de oxígeno y la limpieza del aire. Para recuperarla, deben pasar al menos 10 años, considerando el tiempo en el que un nuevo árbol sembrado se vuelve autosuficiente.En el caso de la vegetación como hierba, arbustos, hojarasca o matorrales, si bien representan afectaciones para los bosques, la diferencia radica, según la Conafor, en que este tipo de materiales se regeneran con mayor rapidez que el arbolado adulto, considerando que esto ocurrirá principalmente en la siguiente temporada de lluvias.Según la estadística más reciente de la Conafor, en promedio, sólo 14.5% de los incendios registrados en lo que va de este 2023 en el país han sido parte del ciclo natural de los bosques, es decir, al menos ocho de cada 10 incendios ocurridos han tenido la intervención del hombre, siendo las actividades ilícitas y las agrícolas (58%) las principales causas.El pasado 11 de mayo, este medio de comunicación dio a conocer lo informado por el secretario de Gestión Integral del Agua, Jorge Gastón González, quien aseguró que, pese a que todavía está vigente la época de estiaje, “las presas de Jalisco se encuentran a buen nivel” y que, previendo que se tenga un buen temporal este año, el próximo no se padecerá por falta del recurso.“El nivel de las presas que nos dejaron las lluvias atípicas del año pasado fue bastante bueno. Al término del pasado temporal, las presas principales tenían en promedio un 96% de su capacidad. La mayoría de las 14 derramaron y hubo pocas que llegaron al 75%. Ahorita actualmente, esas presas, en su mayoría, tienen uso agrícola y han estado tomando para su plan de riego, y el promedio de las presas en general es del 56%”, aseveró.Respecto al uso urbano, detalló Gastón González, la Presa Calderón se convierte en una de las de mayor relevancia por ser una de las principales fuentes de abastecimiento de la Zona Metropolitana de Guadalajara, dotando a la ciudad de 1.6 metros cúbicos por segundo. La misma se encuentra al 53% de su capacidad.Dentro de las mismas predicciones, dijo, el panorama actual es similar al que se tuvo el año pasado y mejor que el año antepasado, en plena pandemia, cuando debido a la falta de agua en el temporal previo se secó la Presa El Calderón, teniendo como resultado tandeos (o cortes de agua) que se prolongaron por poco más de tres meses.Sin embargo, en el caso de que el próximo temporal traiga buenos niveles a las presas, aún llenas hasta la mitad según el promedio general, se prevé que la Zona Metropolitana no tenga que padecer una crisis similar a la de 2021.Sequía y deforestaciónCT