El arte de hacer canciones tuvo en Armando Manzanero a un exponente único en México. Heredero de una tradición romántica, el compositor dejó en cada creación un acercamiento novedoso en la combinación de melodías y armonías. Desde el comienzo de su carrera su versificación tuvo ese sello inconfundible con las temáticas que marcaron su carrera: el amor, la añoranza, confidencias y nostalgias pueblan sus estrofas, muchas de ellas forman parte del imaginario popular casi desde su lanzamiento.El originario de Mérida plasmó en sus temas una visión singular de la canción romántica. Una gran particularidad de Manzanero es la manera en que tejió musicalmente sus temas: detrás de cada frase "tarareable" encontramos un andamiaje complejo basado en una armonía llena de acordes que vienen y van por los instrumentos, coronados por las melodías expresadas muchas veces en la lírica, es decir, en las letras.Armando tuvo el don de escribir frases e historias fáciles de recordar, pero detrás de esa aparente sencillez hay un esfuerzo y sabiduría musical, o como expresó otro hacedor de canciones (Alex Kapranos): "es la teoría del cisne sobre el agua, que parece que va deslizándose sobre la superficie pero debajo las patas se mueven maniáticamente".Esta dedicación que puso en sus partituras hacen que sus composiciones sean apreciables con diferentes instrumentaciones: desde la sencilla dupla de piano y voz (como escribía) hasta orquestaciones (en formato de ensambles de cuerdas, mariachi, etc.). Un recorrido por sus discos de éxitos, cualquiera de sus conciertos, sus álbumes con nuevo material o sus múltiples colaboraciones con otros artistas sirven para apreciar estas características de su obra. A continuación presentamos una selección de temas representativos de su repertorio, un cancionero que ya es clásico en la canción mexicana.