CARACAS, VENEZUELA (15/NOV/2015).- Su privilegiada ubicación y condiciones climáticas posibilitan a Venezuela contar con una amplia biodiversidad dotada de un número significativo de especies tanto del reino animal como del vegetal, marítimas y terrestres.Por ello, con su extenso mar Caribe, Venezuela ha sido y sigue siendo el recinto preferido de diversas especies marinas, lo que la convierte en pieza clave en múltiples investigaciones científicas a nivel mundial.Todo lo cual se pone de manifiesto en las distintas salas expositivas de esta biodiversidad marina; que la hace garante de su bienestar y equilibrio dentro de la biósfera.Parte de los secretos que por mucho tiempo estuvieron escondidos en el fondo del mar se muestran en estas salas como parte de su capital natural.Importantes espacios han sido destinados a mostrar las riquezas marina en los estados de Nueva Esparta y Mérida.En éstos, se distinguen esqueletos de espectaculares y llamativos corales, invertebrados marinos, moluscos, crustáceos, peces, tiburones, y el proceso de la pesca y extracción de perlas por medio del buceo con escafandra.La explotación perlífera tuvo su auge en 1919 en la isla de Margarita con más de 350 embarcaciones, cuyo valor del producto extraído estaba representado en onzas de oro, directamente proporcional a las onzas de las perlas exportadas directamente a París, Francia.Esto constituyó un rubro importante de la economía venezolana en los primeros años de la Colonia, por lo que es exhibida en esta zona a fin de mostrar parte de la historia colonial y sus riquezas.Especie en peligro de extinción como las toninas, conocidas como Delfín de agua dulce, reposan en estos acuarios, mostrando parte de su destreza dado por el continuo entrenamiento con expertos y su carácter amigable.Estas toninas son una de las especies de delfines más grandes y suelen avistarse en la cuenca de los ríos Orinoco, Amazonas y el lago de Maracaibo.Corales de apariencia y espectacular tamaño predominan en estos espacios, conformados por conglomeradas partículas de carbonato de calcio que forman una estructura rígida con aspecto de roca, algunas semejantes a un cerebro humano de donde suelen extraer piezas de joyería denominadas gemas de coral.Cabe destacar que tanto la base como el interior de los arrecifes más grandes del mundo están formados por “cadáveres” de corales que existieron hace cientos y miles de años, de allí su espectacular tamaño.Venezuela además alberga numerosas especies de cangrejos, así como cinco especies de tortugas marinas de las siete existentes en el mundo, encontrándose las otras dos en México y en Australia.Muchas están en peligro de extinción por la calidad de su piel, caparazón y huesos utilizados por el hombre para hacer joyas.Especies de tortugas de gran tamaño que guardan su historia en su caparazón conforman parte de estas exhibiciones.Asimismo, existen 26 especies de langostas muy apreciadas por ser uno de los crustáceos más apetecibles, lo que la convierte en un producto potencialmente comerciable.Cien de las especies más exóticas de tilapias invasoras más dañinas del mundo se encuentran en las salas merideñas, originarias de África, y que según expertos son competidoras de las demás especies de peces.Peces carnívoros como las pirañas abundan en las peceras de estos acuarios. Con dientes bien afilados éstas forman parte de las especies de peces que habitan los ríos de los llanos venezolanos y en especial del Delta Amacuro, Ciudad Bolívar y el estado de Carabobo.