UE presionará a otros países con su compromiso de bajar las emisiones un 30%

BRUSELAS, FRANCIA.- La UE ha anunciado hoy que utilizará su compromiso de reducir las emisiones en un 30% para presionar a otros países y lograr que ellos también se marquen objetivos ambiciosos en el nuevo acuerdo global contra el cambio climático, que se tratará de cerrar en diciembre en Copenhague.

"Ha llegado el momento de hacer presión y ejercer liderazgo para acelerar las negociaciones y lograr un resultado ambicioso", afirmó el titular sueco de Medio Ambiente, Andreas Carlgren, en una rueda de prensa televisada tras el Consejo informal de esta materia celebrado hoy en Aare (centro de Suecia).

Los Veintisiete están dispuestos a negociar "con fuerza y flexibilidad" y a usar "todas sus capacidades", con vistas a avanzar en las discusiones durante los meses restantes y lograr que otros países "también eleven sus ambiciones a un nivel suficiente" , señaló Carlgren, cuyo país ocupa la presidencia de turno de la UE.

Los Estados miembros han dado un "paso importante", ya que no muestran "ninguna discrepancia sobre los pilares fundamentales de la posición de la UE" de cara a Copenhague, destacó la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Teresa Ribero, quien también compareció ante los medios.

Los países de la UE también están de acuerdo en "contribuir de forma justa" a la financiación necesaria para apoyar las acciones medioambientales de los países más pobres, señaló por su parte el comisario europeo de Medio Ambiente, Stavros Dimas.

"La financiación es igualmente importante, ya que sin dinero no habrá acuerdo", subrayó Dimas, quien también señaló la importancia de mitigar los efectos del cambio climático en países que "los sufren sin ser responsables de ellos".

La UE propone un mecanismo que permita adaptar la acción de los países pobres y el apoyo procedente de las naciones más ricas, idea que fue respaldada en la última cumbre del G8.

Los países en desarrollo, por su parte, reclaman que sus planes nacionales de acción tengan carácter voluntario, y demandan un adelanto de la financiación.

Los ministros europeos no han hablado "por ahora" de la cantidad concreta que la UE estaría dispuesta a aportar a estos países, aunque reafirmaron su apoyo en un instrumento de solidaridad, según Carlgren.

La UE deberá asimismo negociar con los otros países qué estándares se establecerán para que sus compromisos de reducción de emisiones sean comparables.

El objetivo de reducir un 30% las emisiones de CO2 que defiende la CE toma como referencia los niveles de 1990, mientras que Japón, por ejemplo, se ha comprometido a recortar sus emisiones domésticas en un 15% con respecto a 2005, lo que supone un 8% sobre el nivel de 1990, explicó Dimas.

No obstante, la UE sólo elevará su objetivo desde el 20% ya pactado por los líderes comunitarios hasta el 30% "si se ven esfuerzos similares en otras partes", advirtió Dimas.