NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (05/JUL/2017).- Los veranos en el mundo ya son más calientes de lo que solían ser, pero lo serán aún más si la contaminación por carbono sigue en aumento, un problema que se sentirá con más fuerza en las ciudades donde las temperaturas podrían subir hasta 8.0 grados centígrados para 2100. La organización Climate Central, de investigación científica en materia de cambio climático, llevó a cabo en colaboración con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una proyección de las temperaturas para finales de siglo en grandes ciudades alrededor del mundo. La temperatura en las grandes ciudades, que albergan a 54 por ciento de la población mundial, aumenta debido al rápido crecimiento demográfico y al efecto del calor urbano, pero los investigadores estiman un calor aún más extremo, pues se prevé que habrá 2.5 mil millones de personas más en el planeta para 2050. Para ilustrar cómo podrían ser los futuros calientes en las ciudades, Climate Central creó un mapa interactivo que muestra el promedio de las temperaturas de verano en cada centro urbano, tomando en cuenta a su población y escenarios de alta o baja contaminación, así como su geografía. De acuerdo con las proyecciones, si continúan las emisiones contaminantes, la temperatura de la Tierra sería 4.8 grados centígrados más caliente en promedio, mientras que las ciudades de Sofía, Bulgaria, y Spokie, Macedonia, sufrirían el mayor cambio con un aumento de 8.4 grados para el año 2100. Las temperaturas en Belgrado, Serbia, y Madrid, España, se elevarían en 8.3 y 8.0 grados centígrados, respectivamente, mientras que en Bucarest, Rumania, aumentaría hasta 7.9 grados, se precisó en el estudio, según el cual las 10 ciudades que serán más cálidas para entonces son todas europeas. En comparativos, Climate Central señala que la ciudad de Ottawa, Canadá, podría llegar a tener el clima tropical de Belice en 2100; la montañosa Kabul, Afganistán, podría sentirse como la costera Colombo, de India, y El Cairo, Egipto, estaría como su sofocante vecino Abu Dhabi. En su reporte, la organización indica que hasta una docena de ciudades se calentarán tanto, que sus veranos no tendrán precedente en la Tierra, como Jartum, Sudán, donde se prevé que la temperatura media en verano podría dispararse 44.1 grados centígrados si la contaminación de carbono continúa sin control. Estas proyecciones ponen de relieve que a menos que se frene la contaminación por carbono, el planeta podría dirigirse hacia un estado que los seres humanos nunca han experimentado, advirtió. La reducción de las emisiones de carbono no significa que las temperaturas dejarán de aumentar en las ciudades, pero ese cambio podría ser menos drástico y permitir una adaptación más fácil y menos costosa, subrayó. La organización destaca la importancia de que los gobiernos en todo el mundo cumplan sus compromisos de reducir sus emisiones y en particular, exhorta a Estados Unidos a adherirse a esta lucha global.