Sábado, 23 de Noviembre 2024
Tecnología | El próximo 6 de agosto será el descenso más complejo intentado hasta ahora

Siete minutos de agonía para el Curiosity cuando llegue a Marte

Durante los últimos siete minutos del amartizaje, la nave no podrá comunicarse con la Tierra

Por: AFP

Curiosity cuenta con diez instrumentos  científicos. ARCHIVO  /

Curiosity cuenta con diez instrumentos científicos. ARCHIVO /

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (17/JUL/2012).- La llegada a Marte del robot Curiosity de  la NASA el próximo 6 de agosto será el descenso más complejo intentado hasta  ahora por la agencia especial estadounidense, especialmente durante los últimos  siete minutos del amartizaje, en los que la nave no podrá comunicarse con la  Tierra.

"Posar a Curiosity en Marte es la misión más difícil jamás emprendida por  la NASA en la historia de la exploración robótica planetaria", destacó en un  comunicado John Grunsfeld, director adjunto de la agencia espacial  estadounidense para misiones científicas.

Lanzado el 26 de noviembre de 2011 desde Cabo Cañaveral, en Florida  (sureste), el Mars Science Laboratory (MSL), conocido como robot Curiosity, el  vehículo más grande (900 kg) y más sofisticado enviado a otro planeta, debe  posarse en suelo marciano el 6 de agosto a las 05H31 GMT, en el cráter Gale,  después de viajar 570 millones de kilómetros.

Para realizar con éxito un amartizaje en el interior de ese cráter, al pie  del monte Sharp (de cinco mil metros de altura), la nave que transporta al robot  planeará en la atmósfera superior de Marte en lugar de caer como una piedra en  el suelo.

Según funcionarios de la NASA, a diferencia de las sondas anteriores,  Curiosity es demasiado pesado para que el impacto sea amortiguado por bolsas de  aire.

Los ingenieros del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) en Pasadena,  California (oeste), ha diseñado una especie de "grúa" con retrocohetes que  conducirá al robot con cuerdas de nylon en los segundos finales del descenso.  De esta manera, Curiosity, que tiene el tamaño de un pequeño 4x4, se posará  suavemente en planeta rojo.

Pero antes de esos momentos finales del descenso, la nave espacial sufrirá  un fuerte descenso de siete minutos en la que su velocidad pasará de 21.243 a  2.74 kilómetros por hora.

Un paracaídas gigante

Para frenar su caída, la nave realizará una serie de virajes como hacían  los transbordadores espaciales durante su regreso a la atmósfera terrestre, con  la diferencia de que el descenso será en Marte.

Una vez que la velocidad se reduzca a 1.600 km/h, la computadora de abordo  está programada para desplegar el mayor paracaídas supersónico utilizado hasta  ahora. Fabricado de nylon, su diámetro es de 21 metros y permitirá desacelerar  la nave un poco por debajo de la velocidad del sonido.

A unos mil 600 metros del suelo, el paracaídas se abrirá justo antes de que  se enciendan ocho retrocohetes para frenar aún más el descenso y antes de que,  unos segundos previos a tocar el suelo, una especie de grúa deposite suavemente  a Curiosity. Los retrocohetes se invertirán de manera que la grúa se distancie  de la sonda.

"Estos siete minutos son la parte más delicada de toda esta misión", dijo  Pete Theisinger, director del proyecto en el JPL. El descenso se hará sin  comunicación por radio, debido a la posición de los dos orbitadores  estadounidenses alrededor de Marte, que dejarán de captar las señales de  Curiosity, imposibilitando la comunicación con la Tierra.

"Para que la llegada al suelo marciano sea exitosa, cientos de operaciones  deben realizarse exactamente según lo previsto, muchas de las cuales son de una  milésima de segundo, y todas controladas de forma autónoma por la nave  espacial", explicó.

"Hicimos todo lo que creemos que se necesita para tener éxito, pero no hay  ninguna garantía, los riesgos son reales", advirtió Theisinger.

De las 43 misiones lanzadas a Marte desde los años 1960, casi el 70%  fracasaron. Los estadounidenses tuvieron gran éxito con sus últimos seis vuelos  y son los únicos que hasta la fecha han explorado la superficie de Marte.

La ex Unión Soviética fue el primer país en posar una sonda en el planeta  rojo en 1971, pero ésta funcionó sólo 15 segundos.

Curiosity, dos veces más largo y cinco veces más pesado que los dos robots  marcianos anteriores, Spirit y Opportunity, cuenta con diez instrumentos científicos. Impulsado por un generador nuclear, tiene un mástil con cámaras de  alta definición y un láser. La misión tiene un costo de dos mil 500 millones de  dólares.

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