GUADALAJARA, JALISCO (16/ENE/2017).- Ni su diseño, ni su software: fue la batería forzada a trabajar en un área con muy poco espacio. Al menos, ése es el resultado inicial de las investigaciones que la compañía coreana Samsung hizo sobre su teléfono Galaxy Note 7, modelo que hizo crisis en 2016 cuando varios usuarios denunciaron que explotó. Una nota difundida por la agencia Reuters señala que la compañía dictaminó que la batería de este modelo de celulares fue víctima de un error de fabricación: quedó alojada en un área con muy poco espacio, lo cual le provocaba demasiada presión interna y, a la postre, la hacía explotar. El estudio final será dado a conocer el 23 de enero. Samsung interrumpió la venta del Note 7 en septiembre después de varias denuncias que la obligó a recoger más de 95% de los dispositivos y a ofrecer compensaciones a los compradores. El modelo fue incluso prohibido en vuelos de aviones de pasajeros y las pérdidas de la empresa fueron millonarias. Una empresa de ingeniería en tecnologías de comunicaciones, Instrumental.ai, dio a conocer en diciembre su diagnóstico sobre las explosiones de los Note 7 y su resultado fue muy parecido a lo publicado hoy sobre el informe final de Samsung; usuarios de internet hicieron circular de nuevo el estudio de Instrumental.ai en ocasión de lo revelado.
