Podrían contrarrestar el calentamiento a través de tecnologías

NUEVA YORK.- El acalorado y complejo debate sobre cómo frenar el calentamiento global se ha complicado mucho más, señala un reportaje de The New York Times.

 En los últimos años, explica, gran parte de la atención se ha enfocado en imponer límites a las emisiones de gases de invernadero para presionar a los usuarios de energía a conservar o adoptar tecnologías no contaminantes.

 Líderes del Panel Intergubernamental del Cambio Climático- los científicos galardonados el año pasado con el Premio Nobel de la Paz, junto con el ex vicepresidente Al Gore- han hecho énfasis en ese enfoque, que está basado en el mercado.

  Los tres candidatos presidenciales estadounidenses lo respaldan y ha sido la base de las pláticas internacionales acerca de un nuevo tratado sobre el clima, así como del debate que se realiza en Estados Unidos sobre la legislación contra el cambio climático.

Pero ahora, ante información reciente que muestra un inesperado incremento en las emisiones globales y una disminución en la eficiencia energética, un creciente número de economistas, científicos y estudiosos de las políticas públicas en materia de energía, están diciendo que cualesquiera que sean los beneficios que alcance ese enfoque serán pocos y estarán fuera de tiempo.

 El economista Jeffrey D. Sachs, presidente del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, expuso el caso de manera directa en un artículo recientemente publicado en Scientific American: “incluso con una reducción en el gasto de energía excesivo,  las tecnologías actuales no pueden sostener un declive en las emisiones de dióxido de carbono y al mismo tiempo una economía global en expansión.

Si tratamos de restringir las emisiones sin un conjunto de tecnologías fundamentalmente nuevas, terminaremos asfixiando el crecimiento económico, incluyendo las posibilidades de desarrollo para miles de millones de personas”.

Lo que se necesita, han señalado Sachs y otros, es el desarrollo de tecnologías bajas en carbono radicalmente avanzadas, las cuales sólo podrán surgir, en su opinión, con un gasto mucho mayor por parte de determinados gobiernos en lo que hasta ahora ha sido un compromiso raquítico con la investigación y el desarrollo.

Por decir algo, el Proyecto Manhattan. Y el tiempo es crucial, dicen, al tiempo que China, India y otros países en desarrollo se acercan rápidamente al mundo moderno de los autos y el consumo de electricidad en su camino a convertirse en el productor dominante de los gases de efecto invernadero en las próximas décadas. De hecho China está construyendo, en promedio, una planta eléctrica a base de carbón a la semana. 

En un artículo publicado la semana pasada en la revista Nature, investigadores preocupados por la economía, política y ciencia relacionada al clima, también afirmaron que debe dominar una política pública enfocada en la tecnología y no en las emisiones.  “No hay duda de que se necesita una mayor innovación tecnológica”, dijeron los autores, Roger A. Pielke Jr., científico de la Universidad de Colorado; Tom Wigley, climatólogo del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica, y Christopher Green, economista de la Universidad McGill.

“La pregunta es ¿hasta qué punto deben las políticas públicas enfocarse directamente en motivar dicha innovación?”. Partidarios de los tratados y leyes que limitarían las emisiones están de acuerdo con este llamado a generar nuevas tecnologías bajas en carbono. Sin embargo, señalan que la propuesta de limitar las emisiones tampoco debe ignorarse.

 Sachs mencionó varias tecnologías prometedoras: capturar y quemar dióxido de carbono, el uso de autos híbridos y plantas de energía solar termal. “Cada una requerirá de una combinación de factores para tener éxito: más investigación científica aplicada, cambios regulatorios importantes, infraestructura apropiada, aprobación de la gente e inversiones de alto costo”, Cgb

EL INFORMADOR / MLOM / 08-04-08