Miércoles, 04 de Diciembre 2024
Tecnología | Tres días antes del temblor desaparecieron todas las parejas de sapos

Los sapos presintieron el terremoto de L´Aquila en Italia

En el sismo ocurrido el 6 de abril del año pasado, algunas criaturas pudieron haberlo predicho y actuaron ante el inminente desastre

Por: EL INFORMADOR

MADRID, ESPAÑA.- La ciudad de L'Aquila, en el centro de Italia, sufrió el 6 de abril del pasado año un fuerte terremoto de 5,8 grados en la escala de Richter. El sismo dejó 294 muertos y 1.500 heridos, y unas 50.000 personas perdieron sus casas. Sin embargo, unas criaturas fueron capaces de presentir lo que iba a ocurrir y abandonaron la zona cinco días antes de la catástrofe: los sapos comunes.

Investigadores de la Open University británica que realizaban un estudio sobre los efectos de los ciclos lunares en la reproducción de los sapos comunes (Bufo bufo) en el lago de San Ruffino observaron con sorpresa que el 96% de los sapos macho abandonaban repentinamente la zona, situada a 74 kilómetros de lo que cinco días después sería el epicentro del terremoto.

Tres días antes del temblor desaparecieron todas las parejas de sapos y no fueron hallados huevos frescos en ese lugar hasta después de la última réplica importante (de más de 4,5 grados de magnitud). "Fue una gran sorpresa", ha explicado la Dra Rachel Grant, autora principal del estudio, que se publica en la revista Journal of Zoology. Según Grant, el estudio es "uno de los primeros en documentar el comportamiento animal antes, durante y después de un terremoto", ya que hasta la fecha la mayoría de los informes sobre la capacidad de los animales de presentir sísmos son "anecdóticos".

Normalmente, los machos permanecen en sus lugares de reproducción hasta que se completa el proceso de desove, recuerdan los científicos en su estudio. Grant explica que los batracios empezaron a regresar al lago al día siguiente del temblor, pero en números menores de lo habitual hasta que pasó la última réplica. Incluso durante la luna llena, cuando aumenta el número de sapos apareándose, los científicos sólo contaron 34 de estos anfibios, en comparación con 67 y 175 en años anteriores.

Un sistema de alerta

Este cambio de comportamiento coincidió también con alteraciones en la ionosfera, la capa electromagnética superior de la atmósfera terrestre, que fueron detectados gracias a un sondeo de radio de baja frecuencia (VLF). La liberación de gas radón - o de ondas de gravedad, supuestas teóricamente - antes de un terremoto se ha atribuido a cambios en las corrientes y campos eléctricos atmosféricos, aunque en este caso no se pudo determinar la causa de las alteraciones en la ionosfera. "Nuestro hallazgo sugiere que los sapos son capaces de detectar pistas presísmicas como la liberación de gases y la carga de partículas y de utilizarlas como un sistema de alerta temprana", señala Grant.

Sin embargo, la científica no está convencida de que los sapos reaccionen siempre de esta manera ante un terremoto, y recuerda que hibernan durante gran parte del año. "Pero es posible que un día un sistema combinado de comportamiento animal y detectores sismológicos pueda aumentar la exactitud de la evaluación de un riesgo de terremoto".

Con información de ABC.ES

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