CIUDAD DE MÉXICO (01/ABR/2017).- La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en el mundo, afectando aproximadamente a 4.6 millones de personas mayores de 50 años. En México no existen cifras exactas, pero se calcula que la padecen unas 50 personas por cada 100 mil habitantes. La Organización Mundial de la Salud estima que el número total de pacientes se duplicará.Los síntomas del Parkinson comprenden aquellos relacionados con el movimiento (síntomas motores), como el temblor, la lentitud y la dificultad para caminar; así como otros síntomas no relacionados al movimiento, que pueden incluir trastornos del sueño, dolor de articulaciones o espalda, estreñimiento, pérdida del olfato, depresión, ansiedad, síntomas urinarios u otros.De hecho, usualmente los síntomas no motores se presentan varios años antes de los primeros síntomas motores, además de que no todos los pacientes presentan los mismos síntomas.La diversidad de síntomas, junto con una falta de concientización entre la población general, hacen que la enfermedad no sea detectada oportunamente. Se calcula que en México existe un retraso en el diagnóstico de aproximadamente dos años y medio.La relevancia de esto radica en que un diagnóstico temprano favorecerá un tratamiento oportuno y como consecuencia una conservación de la calidad de vida.Los primeros síntomas que deben incitar a un paciente a buscar ayuda médica incluyen cambios sutiles en la forma de caminar, pérdida de la expresión facial o disminución del parpadeo, cambios en la escritura, disminución del volumen de la voz y dificultad para abotonarse la ropa."Si aunados a estos datos están presentes algunos de los síntomas no motores descritos, la posibilidad de que el cuadro corresponda a enfermedad de Parkinson aumenta", señaló la Dra. Ingrid Estrada Bellmann, coordinadora actual del Grupo de Estudio de Movimientos Anormales de la Academia Mexicana de Neurología.Actualmente, no existe una cura para la Enfermedad de Parkinson, sin embargo, existen terapias tanto farmacológicas como quirúrgicas que ayudan a controlar eficazmente los síntomas durante muchos años, lo que permite a los pacientes llevar una vida relativamente normal.Terapia de Estimulación Cerebral ProfundaPara los pacientes cuyos síntomas motores no pueden ser controlados a través de medicamentos, existe una terapia denominada Estimulación Cerebral Profunda (DBS por sus siglas en inglés), que consiste en un dispositivo implantado en el cerebro a través de un procedimiento quirúrgico para tratar el temblor, la rigidez, el movimiento lento y otros problemas asociados.De acuerdo con la Dra. Mayela Rodríguez, Médico Neurólogo y Responsable de la Clínica de Enfermedades Neurodegenerativas del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, "la expectativa de vida promedio de una persona con Enfermedad de Parkinson, generalmente es la misma que para las personas que no la padecen, por lo que es necesario contar con alternativas de tratamiento adecuadas para las diferentes etapas de la enfermedad, así como para cuando los pacientes ya no responden correctamente a los medicamentos."La Terapia de Estimulación Profunda, es una de las más avanzadas para tratar la condición, ya que en los pacientes indicados ofrece períodos prolongados sin síntomas motores, reduce la cantidad de medicación y permite realizar tareas cotidianas, lo que se traduce en una mayor autoestima, independencia y calidad de vida para el paciente" puntualizó.Los pacientes deben consultar a su neurólogo para informarse sobre todas las opciones de tratamiento disponibles para ellos, con el fin de asegurarse de elegir la opción adecuada en cada caso.