Tecnología | El Pentágono trabaja en la creación de un ''súper soldado'' para el campo de batalla Las guerras podrían protagonizarse por soldados biológicamente ''mejorados'' Aunque pareciera un asunto inspirado en películas y literatura de ciencia ficción el Pentágono trabaja actualmente para crear un ''súper soldado'' Por: EL INFORMADOR 5 de marzo de 2013 - 14:52 hs Científicos trabajan en la mejora de las capacidades humanas, desde fuerza, resistencia hasta velocidad. EFE / CIUDAD DE MÉXICO (05/MAR/2013).- La obsesión de algunas naciones por crear al hombre perfecto no es un asunto nuevo. Dentro de las principales fantasías bélicas que preocupan a muchas iniciativas auspiciadas por los gobiernos del mundo se encuentra la creación del arma definitiva encarnada en un cuerpo humano, esto dentro de las múltiples iniciativas en una larga lista de desarrollos armamentistas. Aunque pareciera, de inicio, un asunto inspirado en películas y literatura de ciencia ficción e incluso en otras vertientes más pop de la cultura contemporánea como los videojuegos y cómics (como puede constatarse en el caso del Capitán América), no es un secreto que el Pentágono –por citar un ejemplo– trabaja actualmente para crear un “súper soldado”. Tomando en cuenta este precedente?, las implicaciones éticas sobre la utilización de humanos biológicamente mejorados se convierte en un problema cuya discusión es pertinente. A principios de este año, un informe financiado por la Fundación Greenwall examinó las implicaciones éticas y legales sobre la incursión de “súper soldados” en un campo de batalla. En el reporte llamado “Enhanced Warfighters: Risks, Ethics, and Policy” (Combatientes mejorados: Riesgos, ética y política), científicos de la Universidad Estatal Politécnica de California investigaron los problemas de estas “mejoras” en relación con los esfuerzos militares en esta materia. “Muy seguido nuestra sociedad cae presa de un problema de ‘primera generación’: esperar hasta que algo terrible ocurra y entonces elaborar planes mal concebidos de manera apurada para arreglar las cosas después de los hechos, a menudo con consecuencias nocivas no deseadas”, dice Keith Abney, uno de los autores del reporte. “Como educador, mi función primaria no es manifestarme a favor de una solución política en particular, sino para ayudar a la gente a pensar en la difícil problemática ética y política que esta tecnología emergente traerá, preferiblemente antes de que algo horrible suceda”, declaró el investigador para el sitio io9. Sin lugar a dudas, las preguntas más significativas en lo que se refiere a este tema son los riesgos que implican estas mejoras, no sólo en aquellos que son sometidos a ellas, sino a terceros que puedan verse afectados, desde familiares hasta otros civiles que pudieran entrar en contacto con este nuevo tipo de soldados, por lo que el reporte de Greenwal evalúa tanto beneficios como riesgos de estas nuevas tecnologías. Keith menciona que en la actualidad muchas organizaciones se encuentran desarrollando exoesqueletos (estructura añadida al cuerpo) para incrementar la fuerza y resistencia humanas, incluyendo la habilidad de levantar cargas de más de 100 kilos y sostener carreras de entre 11 y 16 kilómetros por hora y cita proyectos de compañias como Lockheed Martin, Raytheon y la Universidad de California en Berkeley. No bastando con las adiciones mecánicas, la Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA, por sus siglas en inglés) en su programa Rendimiento Pico del Soldado busca aumentar la resistencia humana, tanto física como cognitiva, no contentos con la confianza que ya se deposita en la actualidad en metanfetaminas y otros estimulantes que los militares denominan “go pills” (píldoras para andar). LEGISLACIÓN POCO CLARA Por su parte, Abney dice que en términos internacionales, la misma Convención de Ginebra no contempla reglas explícitas sobre la utilización de soldados mejorados, dado que la misma convención como cualquier otro documento fue redactado contra los supuestos de su tiempo y no previno –al menos en detalle– los asuntos que ahora se discuten. Sin embargo, se puede discutir que el Artículo 36, en el apartado que prohibe nuevas armas inhumanas, contemple la restricción de ciertos tipos de combatientes mejorados. Abney dice que ciertos tipos de robots militares estarían claramente prohibidos en virtud del artículo señalado, lo cual podría aplicarse en estas mejoras que apuntan cada vez más a un proceso de cyborgización (sic) del humano, el cual terminaría invariablemente en el desplazamiento de todo rasgo de humanidad para ser reemplazado por un robot de combate. Como ejemplo pone a Oscar Pistorious, el atleta olímpico que corría con las llamadas “navajas” o “blades”, en cuyo caso el Artículo 36 no prohibiría el uso de dichas prótesis. Sin embargo, “¿qué pasaría si sus piernas artificiales pudieran también servir como lanzallamas o lanzamisiles? ¿En qué punto podría volverse un combatiente mejorado en un arma prohibida?”, se pregunta el científico. “Imagina un guerrero cuyas mejoras estén diseñadas para violar los principios básicos de las leyes de guerra y la legislación humanitaria internacional”, agrega, poniendo como ejemplo un potenciador de furia y durabilidad que haga posible a estos soldados matar sin piedad y sin descanso. Sinembargo.mx Temas Ciencia Pentágono Guerras Lee También Descubren nueva especie de tarántula grande y peluda en Cuba (FOTO) Químicos crean 'espaguetis' 200 veces más finos que un cabello humano Científicos crean increíble mapa del cuerpo humano célula por célula Este es el secreto de la felicidad según Harvard Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones