La leyenda de Rayman... para Wii U

GUADALAJARA, JALISO (22/NOV/2014).- Sólo una misión basta para que el juego atrape. Empieza bien, mostrando unos poco usuales dotes de genialidad, y adereza su contenido con una muy bien lograda combinación entre la acción en el televisor y la de la pantalla táctil del Wii U... una que, por cierto, no se percibe en el juego emblema de la más reciente consola de Nintendo y su bien remunerado plomero rechonchón.

Tras unas cuantas escenas de introducción al sistema de juego (en dos dimensiones), eventualmente saltas al lienzo que tiene escrito "Castle Rock". La misión no demora más de cinco minutos, pero en ella radica una sensación que rebasa a la coordinación motora y deja en segundo plano a la satisfacción de triunfo, mostrando una bestial originalidad y talento.

Esa simple escena es la razón por la que Rayman y sus creadores ganan respeto. Logran algo tan simple como una pieza musical cuya correcta ejecución depende de saltos y golpes certeros; adecuados al compás, pues. Y las carcajadas que saltan cuando un error en el mando se traduce en trompetillas musicales, también son dignas de aplausos.

¿Lo mejor? No es la única escena del tipo en Rayman Legends, un título que tranquilamente puede ser clasificado como material obligatorio para dar razón a la desangelada (pero muy querida por muchos) Wii U. Y aunque también está disponible en el PS3, sin duda es necesario descubrir las capacidades exclusivas que su equipo desarrollador creó para la pantalla táctil de la Gran N.

Los comparativos son odiosos, pero también motivan al debate. Por eso es necesario colocar a esta hermosa pieza de Ubisoft frente al juego de Mario que trató dar impulso a esta consola de la octava generación de Nintendo. Lo cierto es que el hijo más querido de don Shigeru Miyamoto sale perdiendo.

No hay mentira en esta frase: Rayman Legends es un juego muy bonito, cada personaje posee un amplio carisma, el desarrollo del juego goza de gran originalidad, la atención al detalle en cada escena es grandioso y el reto, que crece conforme se avanza, es dignísimo.

Es verdad que Rayman Legends tiene inspiración en algunas misiones de Donkey Kong Country (en los buenos: los dos primeros de Super Nintendo); incluso se da el placer de rendirle homenaje al universo del Mushroom Kingdom con los outfits de overol de Mario y Luigi Bros. Pero nadie puede poner en duda que hay identidad propia que subsiste en este juego, lanzado al mercado hace poco más de un año.

Ahora que un buen amigo decidió prestármelo, persiste un dejo de insatisfacción porque fuera hasta hoy cuando tuve oportunidad de acercarme a un título de esta saga. Quizá el prejuicio que despierta la inocente imagen del protagonista mantuvo lejana la decisión de invertir en él. Hoy me encuentro con que ni siquiera es él quien se lleva las palmas; la razón de compra se la debe a un cúmulo de aciertos: a los enemigos, a sus aliados, al diseño de niveles, a la honrosa dificultad para alcanzar el total de logros, a la originalidad, al trabajo de voces, al...

Tres horas de juego en el primer round con Rayman, y unas 10 más en el segundo, me animan a sugerir la compra de Rayman Legends. Salvo por los juegos emblema de las sagas consagradas (y Zombie U), el Wii U no tendrá gran sentido hasta entonces.

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EL INFORMADOR / ISAACK DE LOZA