Lunes, 02 de Diciembre 2024
Tecnología | Contará con unos 25 mil participantes

La conferencia del Sida aborda diferentes puntos de vista

El reto es disminuir los efectos de la crisis económica en la lucha contra una epidemia que afecta a más de 33 millones de personas

Por: EFE

El uso de una jeringa infectada puede originar el contagio. ESPECIAL  /

El uso de una jeringa infectada puede originar el contagio. ESPECIAL /

VIENA, AUSTRIA (17/JUL/2010).- La XVIII Conferencia Internacional del Sida comienza mañana en Viena con el reto de mitigar los efectos de la crisis económica en la lucha contra una epidemia que afecta a más de 33 millones de personas y ha segado ya 25 millones de vidas.

Unos 25 mil participantes, entre los que se contarán científicos, activistas, políticos y caras conocidas como el ex presidente estadounidense Bill Clinton y el filántropo Bill Gates, recordarán al mundo que el sida sigue siendo sinónimo de discriminación y muerte para demasiada gente en el mundo.

El lema "Derechos aquí y ahora", presidirá la reunión que dura hasta el próximo viernes, para dar visibilidad a la reivindicación de que los afectados más vulnerables deben de recibir un tratamiento adecuado y no ser estigmatizados ni criminalizados.

En 2005 Naciones Unidas se marcó como objetivo que en 2010 se estuviese lo más cerca posible del acceso universal a los servicios de prevención y tratamiento contra la infección, algo que no se ha conseguido, pese a los enormes avances logrados.

Onusida, la agencia de Naciones Unidas para el sida, calculó el año pasado que para lograr esa meta se necesitarían 25 mil millones de dólares, pero sólo cuentan con 11 mil 300 millones, y las dificultades económicas de muchos países donantes no generan precisamente esperanzas.

"No podemos dejar que la crisis económica nos paralice. Los paquetes de estímulo y los ajustes económicos deben hacerse pensando en las personas. Una madre no debería tener que elegir entre seguir el tratamiento del sida y alimentar a sus hijos", afirmó Michel Sidibé, director de Onusida.

Desde Onusida y la Fundación Gates se ha apelado a mejorar la eficiencia en la gestión del dinero, mientras que Médicos Sin fronteras ha alertado que los recortes pueden poner en peligro la vida de nueve millones de enfermos que requieren tratamiento.

"Con la crisis económica mundial amenazando con socavar las inversiones públicas, la conferencia ayudará a mantener el VIH en el frente de la atención pública", recalcaron los organizadores de la conferencia como unos de sus objetivos.

En el denso programa de la reunión se revisarán también los últimos avances médicos contra el sida, una enfermedad mortal en los países pobres si no es tratada, pero considerada como crónica en los ricos debido a la alta esperanza de vida lograda con los antirretrovirales (ARV).

Las cifras del sida siguen siendo escalofriantes. Sólo en 2008, dos millones de personas murieron y otros 2.7 millones se infectaron con el VIH, el 97% de ellos en países pobres o en vías de desarrollo.

A pesar de que el tratamiento con ARV se ha multiplicado por 10 en los últimos siete años, hasta llegar a 4.7 millones de enfermos, para el 42% de personas que lo necesitan la prevención sigue siendo el camino más efectivo para acotar la epidemia.

Los organizadores recuerdan que por cada dos nuevas personas que logran acceder a tratamiento hay otras cinco que se infectan con el VIH, por lo que la prevención será otro de los puntos fuertes de la conferencia.

También el diagnóstico y la atención temprana, para evitar nuevas transmisiones y elevar la esperanza de vida de los infectados, sobre todo en los países más pobres, será otro de los aspectos destacados, junto a nuevos modelos simplificados de tratamiento.

Los organizadores recuerdan que los aspectos científicos y sociales deben ir de la mano ya que si los infectados son discriminados y rechazados, tenderán a no realizarse pruebas diagnósticas y se alejarán del sistema sanitario, causando a su vez más infecciones.

En esa línea incide uno de los documentos más importantes de la reunión, la denominada Declaración de Viena, apoyada por tres ex presidentes latinoamericanos: el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el mexicano Ernesto Zedillo y el colombiano César Gaviria.

Este documento redactado por expertos, entre ellos la premio Nobel de Medicina Françoise Barré-Sinoussi, denuncia que el actual enfoque represivo en la lucha contra la drogadicción no sólo ha fracasado, sino que está contribuyendo a la expansión del contagio por VIH.

Fuera de África subsahariana, una de cada tres nuevas infecciones se producen por el uso de drogas inyectables, según los expertos, y en Europa oriental y Asia central, las únicas regiones del planeta en las que la epidemia sigue aumentando, es el principal factor de contagio.

Por ello, piden un cambio en el enfoque de las políticas de drogas, ya que la criminalización de los consumidores es la mejor receta para extender la enfermedad, al alejar a los afectados de los sistemas sanitarios.

Por el contrario, propugnan la aceptación sin fisuras de terapias avaladas por los resultados y respaldas por la Organización Mundial de la Salud ( OMS), como los programas de sustitución con metadona y de intercambio de jeringuillas, que evitan nuevos contagios.

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