La Vía Láctea podría estar rodeada por dos mil agujeros negros

CIUDAD DE MÉXICO (17/ABR/2013).- Un agujero negro podría ser la menor de las preocupaciones para una persona poco familiarizada con el espacio o cuyos intereses abarcan cuestiones más cercanas a la Tierra.

No obstante, el peligro que podría representar uno de estos fenómenos a una corta distancia, no sólo supondría un problema para una parte de la Vía Láctea, sino para el Sistema Solar y –por lo tanto– para nuestro planeta.

De acuerdo con investigadores de la Universidad de California, Santa Cruz (UCSC), la Vía Láctea podría estar rodeada por hasta dos mil agujeros negros que pudieron haber salido disparados al espacio profundo hace miles de millones de años.

La anterior conclusión se obtuvo luego de que los científicos corrieran simulaciones de computadora sobre la formación de la galaxia en donde se muestra cómo pudo haber sido formada por este fenómeno temido.

De acuerdo con los científicos Valery Rashkov y Piero Madaul, el modelo está basado en la teoría de que cada galaxia está conformada por un agujero negro “sembrado” en su centro.

Cuando estás proto galaxias chocaron y se fundieron, sus agujeros negros lo hicieron de igual forma convirtiéndose eventualmente en un agujero negro súper masivo de millones de veces la masa del Sol.

Las colisiones de estos fenómenos absorbentes en estas galaxias en formación interactuaron, creando olas gravitacionales capaces de arrancar a un joven agujero negro de su galaxia original.

De esta manera, los investigadores de la UCSC encontraron mediante simulaciones de computadora que entre 70 y dos mil de estos hoyos negros pueden estar acechando en los bordes de nuestra galaxia.

Un agujero negro es una región del espacio-tiempo en donde la gravedad impide escapar cualquier cosa, incluso la luz. Alrededor de él hay una superficie matemáticamente definida como “horizonte de sucesos” que marca el punto de no retorno para cualquier objeto capturado por su efecto.

Se le llama “negro” porque absorbe toda la luz que golpea su horizonte, sin reflejar nada, como si se tratara de un perfecto cuerpo oscuro.

Las simulaciones de los científicos de la UCSC muestran que estas eyecciones que pudieron haber lanzado a los jóvenes agujeros negros fuera de la Vía Láctea ocurren en menos de un 20% de los casos, como resultado de esta unión y eyección intergaláctica.

Está investigación, además de causar alarma también proporciona soporte para poder comprender la formación de los agujeros negros supermasivos, así como a la creación de estos fenómenos con masa insondable.

No obstante, es difícil para los investigadores demostrar que su modelo es correcto, ya que los agujeros negros no pueden verse directamente, aunque su presencia puede ser calculada tomando fuerzas gravitacionales que los rodean.

Con información de Agencia Sinembargo.mx