LOS ÁNGELES, ESTADOS UNIDOS (06/JUL/2016).- Ahora que la sonda espacial Juno está en órbita alrededor de Júpiter, la verdadera labor está a punto de empezar. Juno orbitará Júpiter a una distancia mucho menor de lo que lo han hecho otras sondas, olvidándose las nubes y haciendo observaciones profundas hacia el interior en busca de pistas que permitan desentrañar la formación del planeta gigante. Los científicos confían en que la comprensión de cómo se formó Júpiter contribuirá también a explicar la evolución de la Tierra y los demás planetas. "Ahora comienza la diversión: la ciencia", dijo el director de la misión, Scott Bolton, tras la llegada de Juno el lunes al término de una travesía de cinco años por el espacio. Revisión después de la travesía Juno fue bombardeada con radiación a medida que se acercaba a Júpiter, el planeta más grande del sistema solar. Como medida de precaución, se apagaron los instrumentos científicos y la cámara durante la llegada. Los ingenieros encenderán nuevamente esos dispositivos esta semana y efectuarán una revisión completa de la nave para garantizar que todo funcione sin inconvenientes los próximos 20 meses. Cambiando de rumbo Para ingresar en su órbita alrededor de Júpiter, Juno encendió su motor cohete para colocarse en una trayectoria elíptica larga que completará una vuelta al planeta en 53 días. A finales de agosto, la nave regresará cerca de Júpiter para efectuar su primera observación a corta distancia. Sin embargo, Juno maniobrará y se aproximará más a fin de cumplir ese cometido. La misión pasará a otra fase en octubre, cuando Juno encienda nuevamente su motor para acortar su órbita. Después, cada dos semanas, la sonda rozará las nubes de Júpiter para echar un vistazo al interior de la atmósfera turbulenta del planeta. Misterios lunares Juno hizo un descubrimiento incluso antes de llegar a su destino. A medida que la sonda se enfilaba hacia Júpiter, la cámara de la nave captó al gigantesco planeta medio iluminado y rodeado por sus cuatro lunas principales. Con una secuencia de las imágenes, la NASA creó un video lento en el que se ve cómo se desplazan los satélites. La sorpresa: la segunda luna más grande de Júpiter, Calisto, pareció menos brillante de lo que habían pensado los científicos. Observación cercana Las misiones anteriores a Júpiter permitieron obtener imágenes sorprendentes de las nubes espesas y las auroras intensas del planeta. Los científicos esperan conseguir con Juno imágenes e información que serán aún mejores. A finales del verano "haremos nuestra primera observación cercana y personal de Júpiter con todos nuestros ojos y oídos abiertos", declaró Bolton. La sonda está provista de nueve instrumentos para hacer un mapa del planeta. Medirá cuánta agua contiene la atmósfera de Júpiter. Esta información podría ayudar a aclarar en qué parte del sistema solar se formó Júpiter. También medirá la gravedad y los campos magnéticos de Júpiter para determinar su tipo de núcleo y por qué son tan intensas las auroras del planeta. Juno también estudiará la profundidad que tiene la distintiva Mancha Roja Gigante y por qué esa tormenta que ha durado siglos se ha achicado en los últimos años. El final Cuando Juno concluya su misión, se precipitará intencionalmente hacia la atmósfera de Júpiter y se incinerará. Galileo, la primera sonda que orbitó Júpiter, tuvo el mismo final al término de una misión que había durado 14 años. Este final en llamas previsto para 2018 eliminará la posibilidad de que la sonda se estrelle accidentalmente contra alguna de las lunas de Júpiter, en particular contra Europa, considerada un objetivo prioritario en la búsqueda de vida microbiana en el sistema solar.