CIUDAD DE MÉXICO (14/JUN/2017).- A través de datos obtenidos del observatorio estratosférico SOFIA, investigadores de la Universidad de Texas, Estados Unidos, descubrieron que el polvo frío alrededor de los agujeros negros súpermasivos activos es más compacto de lo que se pensaba. Gran parte de las galaxias grandes, contienen un agujero negro súpermasivo en su centro, los cuales son de forma relativa silenciosos e inactivos, como el que está en la Vía Láctea, informó la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés). Sin embargo, algunos de estos agujeros negros súpermasivos consumen cantidades significativas de material que obtienen de sus galaxias, que da como resultado la emisión de grandes cantidades de energía, por lo que reciben el nombre de núcleos galácticos activos. De acuerdo con la agencia espacial estadounidense, estudios previos exponen que todos los núcleos galácticos activos tienen en esencia la misma estructura (de polvo en forma de rosca), conocida como toro, que rodea el agujero negro súpermasivo. Para el desarrollo de la investigación los científicos usaron el aparato FORECAST de SOFIA, con el cual observaron las emisiones infrarrojas en cerca de 11 agujeros negros supermasivos en núcleos galácticos activos una distancias de 100 millones de años luz y más. El estudio expone que los toros son 30 por ciento más pequeños de lo previsto, además, la emisión infrarroja máxima está en longitudes de onda infrarrojas más largas de lo estimado. "Utilizando SOFIA, hemos podido obtener las observaciones más detalladas posibles en estas longitudes de onda, lo que nos permite hacer nuevos descubrimientos sobre la caracterización en toros de polvo de núcleos galácticos activos", mencionó Lindsay Fuller, autor principal del artículo. El estudio también indica que los núcleos galácticos activos irradian mayor parte de su energía en longitudes de onda que no son visibles desde el suelo, esto es porque la energía es absorbida por el vapor de agua en la atmósfera terrestre. SOFIA es un avión Boeing 747SP modificado, que lleva un telescopio de 100 pulgadas de diámetro, el cual vuela sobre el 99 por ciento del vapor de agua de la Tierra. El proyecto conjunto de la NASA y el Centro Aeroespacial Alemán, DLR, permite al grupo de investigación caracterizar las propiedades de las estructuras de polvo en forma de toro en longitudes de onda del infrarrojo lejano.