Evaluarán construir planta eléctrica en relleno sanitario

CIUDAD DE MÉXICO.- Todos los días en las ciudades se generan cientos de kilos de basura, muchos de los cuales van a los rellenos sanitarios, en donde se descomponen y producen gas metano, elemento que favorece el calentamiento del planeta si se libera al medio ambiente, pero que de ser procesado permite generar electricidad.

En la ciudad de Ensenada, en Baja California, la cual tiene una población estimada de 500 mil habitantes -cada uno de los cuales produce en promedio 950 gramos de basura al día-, la doctora Carolina Armijo de Vega trabaja en la primera etapa de un proyecto de investigación encaminado a evaluar la posibilidad de construir una planta generadora de energía eléctrica a partir del aprovechamiento de gas metano que se produce el relleno sanitario local, el cual tiene seis años operando.

En esta etapa, que tiene un avance de 80 por ciento, se está haciendo la caracterización y cuantificación de los residuos que recibe el relleno, pues de la cantidad y tipo de basura depende la generación del gas que se convertiría eventualmente en electricidad.

La ciudad de Ensenada cuenta con dos rellenos sanitarios, uno clausurado y otro en funcionamiento. El primero operó aproximadamente 17 años, durante los cuales recibió alrededor de 1.96 millones de toneladas métricas de residuos sólidos urbanos (RSU). El segundo sitio está concesionado a una empresa privada y actualmente recibe todos los RSU que se generan en la ciudad.

De los residuos que llegan a este relleno sanitario, el equipo de investigación toma muestras de acuerdo a un protocolo establecido en normas oficiales y las analiza para conocer su composición. Los resultados que se tienen hasta la fecha indican que aproximadamente el 64 por ciento del total de los RSU son orgánicos.

Según la especialista de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), el tipo de residuo que favorece una mayor producción de gas metano son los desechos orgánicos. Dentro de éstos, los derivados de la celulosa: papel, cartón y madera son los que producen gas de manera más constante, pues los residuos de comida tienen una generación inicial de metano muy fuerte que disminuye rápidamente.

Otros factores que la investigadora está evaluando son las condiciones de humedad y temperatura del sitio donde se ubica el relleno sanitario, los cuales influyen en la cantidad de gas que se produce y en la velocidad con que se genera.

Tanto los valores ambientales que predominan en el lugar como la información de los residuos serán usados por el grupo de investigación para alimentar una serie de modelos matemáticos a partir de los cuales se hará una proyección de la cantidad de gas metano que podría generar el relleno durante los 20 años que se tiene previsto opere.

En función del potencial del relleno para producir el gas, dijo, el municipio tomará la decisión de construir o no una planta generadora de electricidad, cuyo costo puede ser de millones de dólares, motivo por el cual se está realizando el proyecto, pues las autoridades no desean realizar una inversión económica elevada si la cantidad de metano que pudiera generarse no es suficiente para producir una cantidad significativa de electricidad que permita recuperar la inversión, como ha ocurrido en otros países.

“En San José, Costa Rica, por ejemplo, invirtieron 5.5 millones de dólares para construir una planta generadora de electricidad en el relleno sanitario de Río Azul. Instalaron cuatro turbinas para producir un total de 3.5 megavatios de manera constante, de los cuales sólo estaban generando 25 por ciento en 2007. La inversión se hizo pensando que la cantidad de gas metano sería suficiente para producir electricidad durante 20 años con todas las turbinas funcionando continuamente, pero en la actualidad sólo utilizan una turbina, y no de forma permanente: las encienden y apagan, por lo que están operando con números rojos”.

“Por ello, con nuestro proyecto buscamos predecir las cantidades de gas metano que se van a generar, cuántos años va a durar la producción y cuando empezaría a decaer, datos indispensables para justificar la construcción de la planta eléctrica”.

La segunda etapa del proyecto: el diagnóstico final de la investigadora a partir de los cálculos hechos con los modelos matemáticos, estima quedará concluida a principios de 2011.

Respecto a la existencia de algún proyecto exitoso en el que se utilice el gas metano de los residuos para producir energía eléctrica, la investigadora citó como ejemplo el caso de Pomona, California, Estados Unidos, en donde con esta metodología se produce la electricidad necesaria para 10 mil casas habitación.

En México, un caso exitoso es el de la empresa Bioenergía de Nuevo León SA de CV (BENLESA), que está generando electricidad a partir del metano del relleno sanitario de la ciudad. La energía eléctrica generada en esta planta es usada para el alumbrado público y para el Sistema de Transporte Colectivo Metrorrey.

En caso de que la producción de gas metano no justificara la construcción de la planta generadora de electricidad, la investigadora mencionó que las autoridades deberán quemar el gas antes que dejar que se escape a la atmósfera, pues éste es más perjudicial que en CO2 para el planeta.

“Todo mundo habla de CO2 porque hay un mayor número de fuentes que lo generan. Por volumen el CO2 es el gas que más contribuye al calentamiento del planeta, pero el metano, aunque se genera en una menor proporción, tiene un efecto hasta 21 veces mayor en el cambio climático. Estudios en todo el mundo han demostrado que los rellenos sanitarios son la fuente atropogénica (humana) más grande de emisiones de metano a la atmósfera”.

Además de trabajar en el proyecto del actual relleno sanitario, la investigadora está preparando una propuesta similar para el viejo basurero, el cual no tiene la infraestructura para recuperara el gas metano y, según la EPA (Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos), no amerita la construcción de una planta de electricidad.

Sin embargo, si se construyen los ductos necesarios para capturar el gas, aunque éste sea poco, podría usarse como combustible directo: es decir, en estufas o automóviles movidos por gas, según mencionó la doctora Armijo de Vega. (Agencia ID)