El ADN de las bacterias, una nueva baza contra el delito

MADRID, ESPAÑA (12/OCT/2011).- La Guardia Civil está aplicando con éxito los primeros ensayos de secuenciación de material genético de las bacterias, una "huella dactilar" que permite relacionar el escenario de un delito con las pruebas y que va más allá del campo forense.

De momento, sólo Australia y los Países Bajos experimentan con esta técnica pionera, explica a EFEverde el director del laboratorio de Medio Ambiente de la Guardia Civil, Carlos Atoche, cuyo departamento celebra su décimo aniversario.

"Las bacterias se aislan, se cultivan y se secuencian en el laboratorio (de microbiología de la Guardia Civil)" para averiguar "si las bacterias están emparentadas entre ellas" y, de este modo, confirmar el nexo entre el escenario y el causante del suceso.

Aplicaciones en el medio ambiente
Esta técnica, que aún debe consolidarse, también tiene aplicaciones en el medio ambiente, añade Atoche, acompañado por el responsable del departamento de química inorgánica del Laboratorio, Francisco Alamilla.

La secuenciación de las bacterias podría servir para caracterizar el vertido de un río que procede de una granja muy alejada del foco del suceso -mediante el análisis de la flora microbiana-; relacionar un incendio con el sospechoso de iniciarlo o bien identificar animales para perseguir el tráfico de especies protegidas.

Actualmente, el laboratorio colabora con la Fiscalía de Medio Ambiente en la medición de la calidad del aire de Madrid y Barcelona, instalando equipos móviles en puntos donde no se suelen ubicar las estaciones de control de la contaminación.

También mantiene abierta una línea de trabajo en relación a los electrodomésticos antiguos, que años atrás todavía se fabricaban con CFCs (clorofluorocarbonos, causantes del agujero de la capa de ozono), y que se ha detectado no son reciclados conforme a la ley.

Cuando no son tratados correctamente, "la máquina comprime la chatarra y las gases de los CFSs se emiten a la atmósfera", explica Alamillo.

Las principales áreas de trabajo: suelos y residuos sólidos
Las principales áreas de trabajo de este departamento de la Guardia Civil, que elabora alrededor de 200 informes anuales, son suelos y residuos sólidos (50%), y el resto se distribuye entre incendios y contaminación de agua.

Los incumplimientos más habituales se refieren a los vertidos de las industrias, muchas de ellas papeleras, y de las granjas de animales.

En ambos casos, afirma Alamillo, se vierte directamente a los ríos sin depurar porque la capacidad de sus depuradoras y depósitos resulta insuficiente.

Por otro lado, opina Atoche, los delitos de medio ambiente muchas veces pasan desapercibidos y no se les concede mucha importancia en España, a lo que se une la dificultad de investigar los delitos ambientales.

"Normalmente, subraya, están en un escenario complejo, son caros y, a diferencia de la parte forense, es complicado establecer una relación causa-efecto".

El laboratorio de Medio Ambiente, encuadrado en el de Química, está equipado con "la mejor" instrumentación y "los mejores" profesionales, todos ellos licenciados (químicos, ingenieros, biólogos...).

Poseen uno de la docena de láseres con espectrometría de masas que hay en el país, capaz de realizar microanálisis de muestras sólidas diminutas.

Abiertas líneas de trabajo en venenos y tóxicos
El laboratorio también tiene abiertas líneas de trabajo en el campo fitosanitario (venenos y tóxicos), control de emisiones industriales de gases contaminantes; amiantos, lodos y suelos contaminados.

Su trabajo, en ocasiones, tiene una vertiente forense, ya que los resultados de sus análisis pueden aclarar un hecho delictivo (por ejemplo, cotejando una porción de tierra del escenario de un crimen con las partículas del zapato del delincuente).

El equipo del laboratorio de Medio Ambiente de la Guardia Civil actúa de oficio y a petición de las diferentes administraciones y cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.