CIUDAD DE MÉXICO (30/NOV/2016).- Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), dieron a conocer hoy el hallazgo de un templo dedicado posiblemente a Ehécatl-Quetzalcóatl en el cuadrante suroeste del Recinto Ceremonial de México-Tlatelolco, ubicado sobre la avenida Ricardo Flores Magón, casi esquina con la calle General Regules.En conferencia de prensa los arqueólogos explicaron que la edificación prehispánica mide 11 metros de diámetro y 1.20 metros de altura; presenta evidencias de tres etapas constructivas sobrepuestas y que tras el hallazgo trabajan en la consolidación de una estructura circular que correspondería a un templo dedicado a -Quetzalcóatl, dios del viento, el segundo de su tipo descubierto en esta zona arqueológica.“Lo que encontramos es una estructura circular presumiblemente dedicada al dios Ehécatl-Quetzalcóatl. La importancia de este hallazgo es que se trata de un templo localizado dentro del recinto ceremonial de Tlatelolco”, indicó Edwina Villegas, jefa de departamento de la Zona Arqueológica Tlatelolco y Museo del Tecpan.La estructura prehispánica, de más de 650 años de antigüedad, se encuentra a una profundidad de 3 metros bajo el nivel de la calle. Villegas Gómez, comentó que se han realizado dos temporadas de supervisión y salvamento arqueológico, bajo la coordinación del arqueólogo Salvador Guilliem Arroyo, responsable del Proyecto Tlatelolco.La primera se llevó a cabo en 2014, cuando se demolió el antiguo supermercado El Sardinero y se hizo una exploración a tres metros de profundidad, lo que permitió identificar la parte alta de la estructura y recuperar material cerámico y 20 entierros, entre adultos, niños y animales, distribuidos en el predio.La segunda temporada continuó en marzo de 2016, en la que se liberó la edificación prehispánica y se pudo identificar el estuco que aún recubre parte de la misma. También se hallaron una cista para ofrenda colocada en la entrada oriental del templo y siete entierros humanos más que actualmente están en análisis.“Lo que tenemos es un vestigio dedicado al dios del viento, con su orientación típica hacia el oriente, como dicen las fuentes históricas que era la orientación que guardaba el edificio. El hallazgo se conservará y se podrá visitar, se harán rampas de acceso y esta parte del predio se entregará al INAH en comodato por parte de la empresa que está haciendo una construcción”, indicó Eduardo Matos Moctezuma.Añadió que Ehécatl es el equivalente a Quetzalcóatl, y fue uno de los principales dioses del panteón mexica. “Era un dios que tenía una importancia fundamental porque como su nombre lo indica, está conformado por el aspecto terrestre, el 'cóatl' y 'quetzal' el nivel celeste. Sabemos la importancia de Quetzalcóatl como deidad y de Ehécatl que vemos mencionado en los mitos del surgimiento del quinto sol”, indicó.De acuerdo con la arqueóloga, la cista-ofrenda que contenía la osamenta de un recién nacido, huesos de aves, obsidiana, espinas de maguey, restos de copal y una cuenta circular de piedra verde, además de otra olla cercana al sitio con malacates, incensarios y figuras de cerámica con representaciones de monos y picos de pato, develarían su filiación con el dios Ehécatl-Quetzalcóatl, dador de viento como elemento de origen para la lluvia durante periodos prolongados de sequía.“La cista es una caja de una ofrenda donde fueron localizados los restos de un infante, entre otras cosas como puntas de maguey, a manera de ritual ceremonial. Los arqueólogos infieren que es una celebración de la clausura de una estructura previa”, indicó Villegas.El hallazgo está datado en 1392 y está relacionado con la tercera etapa del Templo Mayor. “Era la época de esplendor, estaba el emperador Cuatlatoa”, añadió la arqueóloga.El predio fue excavado exhaustivamente por los arqueólogos y se descarta la existencia de restos arqueológicos hasta la profundidad que se ha revisado que es de seis metros.Además de las citadas ofrendas, la antropóloga física Nancy Miramón Valdez se refirió sobre el descubrimiento, a inicios de octubre pasado, del cráneo de un adulto de sexo masculino, junto al cual se encontró un bezote que debió portar el individuo en el labio, según revelaron las huellas de tallado en los incisivos inferiores.Se calcula que los trabajos de consolidación y reintegración de la estructura concluyan durante diciembre. El hallazgo de este basamento prehispánico con su templo circular constituye una de las edificaciones más importantes de la cultura mexica, cuya historia se ha ido develando a partir de los proyectos arqueológicos de Templo Mayor y de Tlatelolco, que han permitido contrastar estas ciudades gemelas mexicas a través de sus vestigios arqueológicos recuperados sistemáticamente en contextos análogos.