Lunes, 25 de Noviembre 2024
Tecnología | El área protegida ayudará a la zona del Pacífico Este Tropical y de la Isla del Coco

Costa Rica busca conservar un ''oasis'' en el Pacífico americano

Se trata del llamado ''Área Marina de Manejo de Montes Submarinos'', considerada la área marina protegida más grande de la región después de las Islas Galápagos

Por: EFE

En la nueva zona protegida se practicará una pesca regulada y se prohíbe la actividad de los grandes atuneros. ESPECIAL  /

En la nueva zona protegida se practicará una pesca regulada y se prohíbe la actividad de los grandes atuneros. ESPECIAL /

SAN JOSÉ, COSTA RICA (12/MAR/2011).- Costa Rica ha dado un paso firme hacia la conservación de lo que sectores ecologistas consideran un "oasis" en el Pacífico americano, al crear el segundo área marina protegida más grande de la región después de las Islas Galápagos.

Se trata del llamado "Área Marina de Manejo de Montes Submarinos", rica en biodiversidad y sitio de alimentación, descanso y tránsito de cientos de especies que se movilizan a través de ella, creada este mes por decreto de la presidenta costarricense, Laura Chinchilla.

El director general de la Fundación ecologista MarViva, Jorge Jiménez, explicó que el área protegida ayudará a la buena salud del corredor marino del Pacífico Este Tropical y de la Isla del Coco, sitio que consideró como un "oasis" en el que habitan especies como atunes, tiburones, tortugas y ballenas.

"Esta es la segunda área marina protegida más grande del Pacífico latinoamericano, con nueve mil 600 kilómetros cuadrados, y (su creación) manda un mensaje muy claro del compromiso del Estado costarricense para la protección del recurso marino", afirmó Jiménez.

El decreto presidencial estableció que en la nueva zona protegida se practicará una pesca regulada y se prohíbe la actividad de los grandes atuneros.

"Esto es una responsabilidad histórica con la cual buscamos establecer parámetros claros en defensa del ciclo de vida en una de las zonas de mayor riqueza marina del mundo, como lo es la Isla del Coco", expresó Chinchilla tras firmar el documento oficial.

El área protegida rodea a la Isla del Coco, a unos 500 kilómetros de tierra costarricense, considerada una de las zonas más ricas en biodiversidad marina del planeta y declarada en 1997 como Patrimonio Natural de la Humanidad por la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Dentro de los nueve mil 600 kilómetros cuadrados bajo protección se ubican las montañas submarinas Las Gemelas, que se elevan desde el lecho marino, a unos dos mil metros de profundidad, hasta los 300 metros bajo el agua.

Según Jorge Jiménez, en ecología marina, este lugar se podría comparar con un "oasis en el desierto".

"Es un sitio donde se congrega una gran cantidad de fauna submarina, las corrientes suben gran cantidad de nutrientes, se forman cadenas alimenticias muy complejas y se crea endemismo", es decir, especies únicas en el mundo, afirmó el director de MarViva.

Por su parte, el coordinador del Programa Marino de Costa Rica de Conservación Internacional, Marco Quesada, celebró en un comunicado la creación de este área al considerarla como un "paso histórico" dado por el Gobierno de Chinchilla.

"Los montes submarinos son huéspedes de especies endémicas, y las aguas profundas que afloran por sus costados traen nutrientes que soportan ricas zonas de alimentación para la vida marina" y "sirven de peldaños para especies migratorias de larga distancia como tiburones, tortugas, ballenas, y atún", explicó Quesada.

Ahora el gran reto para el Estado será lograr que el Área Marina de Manejo de Montes Submarinos cumpla su función de vigilancia, para lo que, según MarViva, se requerirá de al menos dos millones de dólares, que grupos ecologistas están en voluntad de recaudar.

Ese dinero se utilizaría para la compra de un sistema de radares similares a los de un aeropuerto, con el fin de controlar el movimiento de embarcaciones en la zona.

Datos citados por el director de MarViva, indican que a inicios de la década de 1990 en Costa Rica se pescaban cerca de 30 mil toneladas métricas anuales, cifra que en la actualidad apenas alcanza las 14 mil.

"Este impacto se da porque en nuestros países no han tenido una política marina. La visión que hemos tenido es que el mar es un gran espacio lleno de recursos que se pueden explotar como queramos, cuando queramos y donde queramos, y que ahí van a seguir", afirmó.

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