Cinvestav desarrolla recubrimientos para aeronaves

CIUDAD DE MÉXICO (11/DIC/2011).- Si al oír la palabra recubrimiento sólo piensas en el antiadherente de un sartén, tienes que saber que en México se están desarrollando mejores materiales que no protegen ollas sino turbinas para la generación de energía o las alas de aeronaves.

Francisco Espinoza del Laboratorio de Investigación y Desarrollo Tecnológico en Recubrimientos Avanzados (LIDTRA) del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (Cinvestav) explicó que para el desarrollo de nuevos recubrimientos que impidan que las estructuras se fundan a altas temperaturas se requiere de investigación básica y multidisciplinaria para la generación de nanomateriales que cuenten con la estructura y la composición química adecuada.

Para ello, los científicos del Laboratorio instalado en la Unidad Querétaro cuentan con el primer espectrómetro de barrido de emisión de campo de última generación que permite obtener imágenes de muy alta resolución para comprobar y mejorar la estructura de los recubrimientos.

"El funcionamiento de un recubrimiento depende de dos cosas, que se mantenga estable la composición química y la estructura de un material. Los materiales tienden a fundirse y más a altas temperaturas, por lo que necesitamos un material estable térmicamente. De manera que aquí se analiza cómo interactúa el material de recubrimiento que impida la fusión de los materiales", explicó el físico.

Con este equipo se observa a muy alta resolución cómo se funde un recubrimiento con el material y al mismo tiempo nos permite garantizar que lo que desarrollamos está funcionando como lo diseñamos, y si no proponer una solución como un recubrimiento de interfase.

En Querétaro están instaladas empresas aeronáuticas como Bombardier y Grupo Safran con las que el Cinvestav ha mantenido una relación de cooperación en el desarrollo de mejores materiales de manufactura mexicana. El LIDTRA tiene 10 años trabajando en la mejora de recubrimientos apoyados por Conacyt y otras instituciones que han permitido que se cuente con la mejor infraestructura en el país para mejorar materiales y recubrimientos.

"Esta infraestructura nos da una ventaja para ofrecer servicios a otras instituciones y empresas, que es la finalidad del laboratorio, pues un laboratorio no es para que sólo le den equipo y ya, sino que pongan a disponibilidad ese equipo y su infraestructura. Se han desarrollado aleaciones especiales", dijo Espinoza.

Además los recubrimientos no sólo se utilizan en la industria aeronáutica, sino en la automotriz y muchas más, en las que se requiera que los materiales sean resistentes a la corrosión, el desgaste mecánico, las altas temperaturas y otras variantes que se solucionan con una capa de material de una o dos micras de espesor, dependiendo las necesidades de uso, en las que el acabado superficial es casi liso.

"La industria automotriz no llega a trabajar a temperaturas tan altas como la aeronáutica, pero padece igual que la aeronáutica de los costos de los combustibles, una alternativa para mejorar la eficiencia del combustible se puede lograr si se usan materiales más ligeros, pero con ellos se reduce su nivel de fundición. Con un recubrimiento que lo aísle del calor los pistones serán ligeros sin temer que se funda", explicó Espinoza.