CIUDAD DE MÉXICO (04/SEP/2016).- Lejos de ser una simple idea romántica o para gente del campo, las casas de madera se perfilan como una de las opciones más viables para dar solución a la demanda de vivienda y al reto de impulsar una economía forestal sustentable en México. Y es que, gracias a la tecnología desarrollada en materia de construcción con madera, las viviendas de este material son hasta 50 por ciento más económicas, además de ser térmicas, resistentes a los sismos e incluso a los incendios. Así lo ha demostrado una de las estrategias que impulsa la Comisión Nacional Forestal (Conafor), a través de sus 44 líneas de acción para el aprovechamiento forestal sustentable y de las cuales destaca la de las cadenas productivas. A decir del Gerente de Cadenas Productivas de la Ciudad de México, Gustavo López, la producción de vivienda con madera representa una opción para no depender tanto del concreto, el cual resulta ser el responsable de hasta el 10 por ciento de la contaminación mundial. Reveló que el uso de la madera no tiene por qué limitarse solo a los muebles o incluso a su uso en cimbra cuando se trata de construcción, por lo que la Conafor lanzó una convocatoria para apoyar la creatividad en el diseño y construcción de casas de este material. Casas de madera, mucho más que un lugar para vivir en el bosque La imagen que prevalece en la mente de muchos, cuando se habla de una casa de madera, es la clásica cabaña del abuelo en las montañas. Nada más alejado de la realidad, pues hoy en día incluso se pueden tener casas de madera en la ciudad. Un ejemplo de ello es la casa de madera que a manera de muestra se ubica arriba de las oficinas de Santa Fe Cabins, empresa creada por el ingeniero mexicano Erick Basañez García y que por cuarto años consecutivo participará en Expo Forestal en octubre próximo. En realidad, para la construcción de una casa de madera no se requiere irse hasta una montaña o a un bosque, basta con que se tenga una superficie determinada sobre la que se quiera construir en la que ni siquiera es necesario poner cimientos. Basañez García reveló que ello se debe a que este tipo de construcción "no invade la cimentación, pues cuando tu pones una casa de madera solo se ocupa un perímetro donde los módulos se apoyan y ahí se construye". Asimismo y contrario a lo que se pudiera temer, este tipo de casas no presenta problemas de humedad "pues no está en contacto con la tierra y con la misma base se nivela y todos los servicios van por abajo". Por si fuera poco, la casa es transportable, de manera que si el usuario ya no quiere vivir en el lugar donde se encuentra, se puede llevar su vivienda a Acapulco, a Michoacán o a Puebla, "así como llegó se va". Aseguró que es un poco más barato que una casa de concreto y mucho más dinámica que las de piedra, y aunque sus precios podrían equipararse a los de una vivienda de interés social, su calidad supera por mucho a dichas construcciones. "Cuando quieres agregar lujo a una casa, lo normal es que le pongas pisos de madera, muros de madera y muebles de madera. Aquí, toda la casa es de madera", afirmó. Esta casa que se ubica arriba de las oficinas en Santa Fe, al poniente de la Ciudad de México, consta de una obra de dos pisos de 70 metros cuadrados de construcción y al igual que todas las casas que se construyen por esta empresa son de madera mexicana. Y es que la forma en que es construida este tipo de casas es de forma modular, de manera que en un terreno, o en el techo de una casa de concreto, se puede montar en menos de medio día toda la casa, ya que llega previamente ensamblada. El comprador llega a escoger el modelo de su casa y una vez que la adquiere, tiene que esperar de cuatro a cinco meses para que ésta se ensamble en las naves de construcción que Santa Fe Cabins tiene al sur de la ciudad, "después solo les hablamos y el día que quedamos en pasar, ese mismo día queda instalada la casa". Esto es gracias al sistema "llave en mano" y en la que la empresa se compromete a entregar la casa e instalarla el mismo día que llega, y a partir de ahí el dueño no se vuelve a preocupar de pintar la casa o darle mantenimiento tan seguido como en el caso de la vivienda de concreto. Casas de madera mexicanas, superiores a las de Estados Unidos Desde luego, entre los mitos y temores que existen al adquirir una casa de madera se encuentran el de la posibilidad de incendios o su fragilidad ante el paso del tiempo o de los temblores, a lo que Basañez García aseguró, "nada más seguro que una casa de madera". Y es que, contrario a lo que uno pudiera pensar, la vivienda de madera mexicana ha sido tratada y se construye con paredes macizas de maderas de coníferas, principalmente de Radiata, Arizónica o Ponderosa, aunque también se atienden pedidos de Encino o Caoba con el respectivo incremento del precio. La diferencia que guardan estas casas con las de Estados Unidos, explicó a Notimex, es que además de tratar las maderas para su duración en el tiempo, en el caso de las fabricadas por Santa Fe Cabins no se construyen con paredes huecas sino de tres pulgadas de madera maciza. Esto, a diferencia de las de Estados Unidos, cuyas paredes son huecas, construidas con un bastidor con un forro de fibrocemento por fuera y tablarroca por dentro, ayuda a que no se produzca el famoso fenómeno de chimenea llamado "venturi". Incluso ha habido testimonios de casas que han sido sometidas al fuego por un incendio accidental, y el único resultado es que después de ser expuestas al fuego "solo se ahumó la madera, pero no se incendió". En cuanto a la adversidad del tiempo y los sismos, aseguró que se trata de viviendas antisísmicas, pues la madera conserva cierta elasticidad que el tabique no tiene y que propicia que este se quiebre con un temblor. Además, debido a que el mayor enemigo de la madera es el sol, es tratada con aceite mineral y no barnizada, ya que esto le ayuda a conservar la textura y estructura que garantizan su permanencia en el tiempo. "Solo basta darle mantenimiento ocasionalmente cada cuatro años, lo cual es muy barato". Un hogar para toda la vida Finalmente y como Erick Basañez lo menciona, las casas de madera pueden incluso tener una durabilidad mayor a la de una de concreto, siempre y cuando tengan el respectivo tratamiento y cuidado, el cual no es tan costoso o laborioso. Al respecto María de los Ángeles Razo aseguró que a lo largo de 13 años que ha vivido en una casa de madera, ha tenido más confort y comodidad que cuando llegó a vivir en la tradicional vivienda de concreto. Agregó que incluso que en todo este tiempo no le ha dado mantenimiento a su vivienda, y sin embargo, su apariencia y consistencia continúa siendo la misma que cuanto tuvo el día en que llegó al lote donde fue instalada. Con la perspectiva de que la casa le duraría más de 50 años, "Angelita" optó por comprar su vivienda de madera tras albergar ese sueño desde niña, ya que la casa duraría "más años de los que pienso todavía vivir". Lo mismo va para Fernando, quien con su joven esposa tiene una casa de 70 metros cuadrados en un enorme lote tapizado de pasto a unos metros de San Miguel Topilejo, al sur de la Ciudad de México. La vivienda, como se aprecia desde el momento en que se entra, aprovecha perfectamente todos los espacios, al grado de que no se sacrifica confort. La ventaja es que si llegamos a tener hijos vamos a ampliar la casa, ya que por su misma naturaleza nos permite hacerle extensiones de manera rápida y a un menor costo, agregó Fernando satisfecho en su hogar, en el cual asegura que no se oye caer la lluvia y no se siente el frío. Lo cierto es que la vivienda de madera termina siendo más económica y práctica, ya que para una construcción de 60 metros cuadrados, el costo es de 580 mil pesos aproximadamente, con la certeza de que se trata de una vivienda digna y confortable.