Aurora, una tortuga boba cruza el Atlántico

SANTA CRUZ DE TENERIFE.- Aurora es el nombre de una tortuga boba que en cinco meses ha cruzado el Atlántico para viajar desde el archipiélago español de Canarias al Caribe, en una iniciativa de seguimiento de animales a fin de conservar especies viajeras que traspasan fronteras.

La Fundación pública Observatorio Ambiental de Granadilla, radicada en las islas Canarias (Atlántico español), fue la encargada de colocar a Aurora un transmisor para seguir sus movimientos vía satélite por vez primera en un periplo desde el archipiélago español hasta aguas caribeñas.

Tras ser capturada y permanecer varios meses en las aguas de las Canarias, Aurora partió en una travesía que le condujo a la otra orilla del Atlántico después de recorrer seis mil 172 kilómetros en cinco meses.

Aurora es una de las diecisiete tortugas que forma parte del estudio que sobre esta especie desarrolla el citado Observatorio, dentro de su programa de seguimiento para evaluar el estado de conservación de la tortuga boba.

Las tortugas marinas son animales migradores con ciclos de vida complejos, y las crías, después de nacer en las playas de anidación, entran en el mar y se alejan de la costa.

Durante su juventud pueden recorrer largas distancias tal vez arrastradas por las corrientes y los vientos, hasta que alcanzan un tamaño que les permite controlar sus desplazamientos.

Según el Observatorio Ambiental de Granadilla, la trayectoria descrita por Aurora revela su origen americano aunque no se puede, al menos de momento, conocer el lugar exacto en el que nació.

Una vez que las tortugas están relativamente cerca de su lugar de nacimiento terminan de desarrollarse y alcanzan la madurez sexual, que se estima entre los 12 y 30 años de edad.

Cuando son animales adultos se desplazan acercándose más a la zona donde nacieron para reproducirse y en el caso de las hembras también para salir a tierra a anidar.

Después de la reproducción, las tortugas se dirigen a lo que se conoce como zonas de alimentación de adultos, lugares en los que reponen la energía que han gastado en la reproducción y se preparan para un nuevo ciclo reproductor.

El Observatorio Ambiental de Granadilla, que tiene por objeto hacer un seguimiento de la biodiversidad y estado medioambiental de las aguas marinas y costeras que circundan las islas Canarias, avala con su estudio la necesidad de desarrollar políticas de conservación de estos animales.

Y insta a que estas políticas vayan más allá de las fronteras regionales, nacionales y continentales cuando lo que se pretende es conservar especies que durante su vida se comportan como viajeras que sobrepasan fronteras y atraviesan las aguas internacionales.

Las tortugas nacidas en la costa atlántica americana pueden llegar hasta los archipiélagos de la Macaronesia (grupos de islas en el Atlántico Norte, junto a Europa y el norte de África), entre los que se encuentra Canarias.

En esas aguas se congregan parte de las tortugas nacidas en las costas de Estados Unidos de América del Norte, México, Brasil y algunas nacidas en Cabo Verde.

El Observatorio Ambiental de Granadilla señala que las aguas canarias son una zona de alimentación y desarrollo de los juveniles de tortuga boba nacidos en diversas poblaciones del Atlántico.

Cuando llegue el siguiente momento de reproducirse volverán a migrar hacia las zonas de anidación y su vida de adulto transcurre entre migraciones desde la zona de anidación y la de alimentación de adultos.