Así lo revela un estudio del Proyecto de Investigación en Nutrición, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala, de la UNAM, que obtuvo el segundo lugar en la categoría Entorno Social y Cultural de la Nutrición, del Premio en Investigación en Nutrición 2015.Los hallazgos publicados en un artículo en la revista europea ''Eating and Weight Disorders'' se basan en el análisis de dos grupos, de los cuales uno fue diagnosticado con Trastorno Por Atracón (TPA).De acuerdo con el estudio, el grupo con TPA presentó más niveles de insatisfacción corporal, internalización del modelo estético de delgadez e influencia de la publicidad, así como un comportamiento más alterado que las pacientes sin el trastorno.Según el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, en su quinta edición, el ''atracón'' se caracteriza por la ingesta de grandes cantidades de alimento con sensación de pérdida de control y frecuencia de un día a la semana en un periodo de tres meses.Además, no se asocia a conductas compensatorias como en la bulimia nerviosa, motivo por el cual se vincula al sobrepeso, detalló la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un comunicado.De acuerdo con el estudio, no hay una clara etiología del Trastorno Por Atracón; sin embargo, se puede atribuir a un abanico de posibilidades entre las que destacan las de tipo psicológico, social, biológico y neuroquímico.De ahí que es importante abordar el tema con un enfoque multidisciplinario, por lo que los académicos sugieren la institucionalización del papel del psicólogo especialista en comportamiento alimentario, no sólo en la evaluación y el diagnóstico del paciente, sino en el tratamiento.Este trabajo fue realizado por los académicos de la UNAM, María Leticia Bautista Díaz, Juan Manuel Mancilla Díaz, Georgina Álvarez Rayón, Xóchitl López Aguilar y Trinidad Ocampo Téllez-Girón, así como por Karina Franco Paredes, del Centro Universitario del Sur (de la Universidad de Guadalajara), y Yolanda Soto González, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).El estudio se basa en la evaluación de 166 pacientes del IMSS adscritas a un programa para reducción de peso de las cuales, tras una ponderación de dos etapas (cuestionario y entrevista), 21 cumplieron con los criterios para ser diagnosticadas con TPA.