Miércoles, 27 de Noviembre 2024
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Traje de charro, una obra de arte de orgullo nacional

Don Lucio Díaz Ugalde da cuenta del trabajo que disfruta cada día desde hace 45 años y con el que deja satisfechos a varios clientes

Por: EL INFORMADOR

Don Lucio Díaz Ugalde, sastre charro que pone su interés en hacer día a día una obra de arte que es distinta de cualquier otra.  /

Don Lucio Díaz Ugalde, sastre charro que pone su interés en hacer día a día una obra de arte que es distinta de cualquier otra. /

GUADALAJARA, JALISCO (07/SEP/2014).- Ningún traje de charro es igual, todos son diferentes, únicos, personalizados. La historia acerca del origen del actual traje de charro narra que éste es una variación de los que los antiguos campesinos de México usaban para las faenas del campo. Lo cierto es que para Lucio Díaz Ugalde, sastre charro desde hace más de cuatro décadas, eso no importa demasiado, lo que en verdad le interesa, es hacer día a día un obra de arte que es distinta a cualquier otra que haya hecho.

Hay una explicación —en realidad dos— con la que se demuestra que en realidad cada traje es único: “Es un traje de identidad nacional; en el mundo no hay otro igual”, dice —en primer lugar— don Lucio. La segunda, y que a la par suena como dato curioso, es que “ningún traje de charro es igual. Esta vestimenta es personalizada, adaptada a cada cliente. En detalles, medidas y gustos, todos son diferentes (...) son piezas únicas”, y ejemplifica el sastre que un pantalón charro le queda sólo a la persona que lo mandó a hacer, es como pintado y exclusivo para él.

Vestir de charro, no cualquiera. Esta vestimenta tiene un trasfondo que se traduce en respeto, orgullo e identidad de un país. Portar el traje charro significa, afirma don Lucio, un compromiso con México, porque —insiste— “vestir de charro es vestir de México”. Es el atuendo de los hombres de a caballo, de los encargados de seguir con un tradición mexicana ancestral que luego se convirtió en el único deporte federado de México: la charrería.

Una de las peculiaridades más ricas y especiales del traje charro, es la diversidad de combinaciones, detalles y tipos que existen. Para don Lucio —con una experiencia de más de 45 años que lo distingue en Jalisco como uno de los mejores y más conocidos sastres charros— existen cinco tipos: De faena, Media gala, Gala, Etiqueta y Gran gala.

Hay que destacar que un traje charro, pasará de la faena a la etiqueta de acuerdo a su elaboración, detalles y un accesorio que juega un papel preponderante en esta vestimenta: la botonadura. De ésta depende mucho la definición y uso del traje charro, y especialmente el precio del mismo.

Detalles que hacen la diferencia

Don Lucio le llama “enriquecer el traje charro”. Una de las bondades de esta vestimenta es la posibilidad de personalizar cada trabajo, y dependerá del gusto o uso específico de cada cliente lo complicado —o no— del trabajo para el sastre.

Uno de los detalles más comunes que se piden en un traje de charro, es el conocido como “grecado”, y consiste en un trabajo a mano, labrado con el más minucioso empeño de dibujar sobre la gamuza ciertos diseños sobre las mangas, espalda o filos de la chaquetilla y pantalón.

Entre más elaborado, más caro será. Don Lucio afirma que una persona puede hacerse de un traje charro desde los siete mil pesos, ya dependerá de lo elaborado o los detalles que quiera.

En su haber, Lucio Díaz Ugalde ha hecho trajes charros de mucho valor; el sastre advierte que la botonadura es fundamental para determinar los costos: “Recuerdo una vez un cliente me trajo una botonadura para su traje de charro para su boda, y costó más de un millón y medio de pesos”.

Nueve lustros de confeccionar trajes

En un pequeño espacio de una granja en Tlaquepaque, Jalisco, está la casa y el taller de don Lucio Díaz Ugalde. Es una granja propiedad de Vicente Fernández, quien le ofreció hace algunos años a don Lucio vivir en ese lugar. Hay amistad entre el “Charro de Huentitán” y Don Lucio, y ésta flotó luego de que el trabajo como sastre charro de él, cautivara a Vicente Fernández, quien ha portado por años las diseños y creaciones de este artista de la sastrería charra.

El inicio de don Lucio en la sastrería comenzó con la confección de trajes civiles, cosa que, admite “nunca se me dio, pero me enseñó las bases del oficio”. Una fuerte afición a la charrería heredada de su abuelo y un contexto donde sólo existían charros y charrería, fue lo que motivó a este maestro de la confección a especializarse en la creación de trajes charros, con su maestro, a quien considera uno de los mejores sastres charros de ese tiempo: Samuel Morales.

Para Lucio Días Ugalde, el traje charro significa la alegría de vivir, “es lo que me dio una manera de ganarme la vida, y vaya que me costó trabajo, aprender, tener clientes y mantenerme”. La sastrería charra es un modo de vida, que le permite ganar dinero, mantener contacto con su pasión, la charrería y hacer obras únicas, creaciones que han traspasado fronteras, y rebasado ilusiones, aquellas que don Lucio algún día tuvo en su inicio en el oficio.

El trabajo especializado de don Lucio, su creatividad, precisión e inspiración en el deporte nacional por excelencia, la charrería, le han permitido crear piezas únicas para personalidades del mundo artístico, quienes lo procuran por su minuciosa confección. Entre ellos, Vicente y Alejandro Fernández, a quienes ha vestido por años. “Una vez me presentaron a don Vicente, le mostré mi trabajo y le gustó mucho; me mandó a hacer un traje y de ahí empezó la relación. A él le gusta mucho el colorido, los trajes vistosos con botonaduras muy finas, de oro”.

Pero la trayectoria de don Lucio va más allá. Artistas como Luis Miguel, Lupillo Rivera, Ana Gabriel, Antonio Aguilar y Pepe Aguilar, han sido lo portadores de las creaciones de don Lucio. “A don Antonio le gustaba mucho los colores serios, é era muy conservador en sus trajes charros”, recuerda.

A la fecha, este creador de obras de arte del vestir nacional, sigue vigente, pero ahora, con la herencia que deja a sus hijos, como Alan, quien ya lleva una década involucrado en la sastrería charra.
“El traje de charro es mi vida, mi pasión, lo que me dio y me da de comer. El traje charro hay que portarlo con respeto, con orgullo y con pasión”, concluye Lucio Días Ugalde.

TIPOS DE TRAJES

* De faena


Éste es el más sencillo y común tipo de traje charro que existen, pero no por ello, demerita su elaboració, y especialmente su significado. El traje de faena es el más utilizado en la charrería, y consiste en pantalón de charro, camisa o camisola, sombrero jarano. La camisa charra tiene una confección especial, un corte diferente al de las demás camisas, con adornos en la parte trasera y delantera de los hombros, puede ir con o sin cuello y con una botonadura específica, ya sea de tarugos de hueso, o algo más elaborado como botones de alpaca, plata u oro.

Este traje es denominado de faena por ser el de mayor uso para practicar la charrería, y se completa con las chaparreras y el moño charro.

* Media gala

Un traje intermedio entre lo más elaborado y lo más sencillo. Consiste en pantalón charro, chaleco y chaquetilla, pero con macuernillas a los costados del pantalón que no deben rebasar las cinco de cada lado de las piernas (Se le llama mancuernillas a lo que comúnmente en el ámbito charro de conoce como botonadura.). Tres mancuernillas más en la manga y un broche en la chaquetilla. Se remata con el moño charro.

* Gala

El traje de gala puede ser en diversidad de colores. Al igual que la media gala, se compone del pantalón, chaquetilla y chaleco, pero lo que lo hace diferente es la botonadura. Aquí las mancuernillas deberán ir por todo el costado de ambas piernas, de arriba hasta abajo. Finaliza con sombrero y moño charro.

* Etiqueta

Es lo más significativo de la charrería. Es utilizado para ceremonias y tiene una particularidad que lo hace distinto a los demás tipos: éste debe ser por regla siempre negro, jamás de otro color. Aquí la botonadura juega un papel esencial, pues normalmente se montan mancuernillas de plata, que o hacen un traje con más valor agregado, aunque las piezas son las mismas siempre: pantalón, moño, chaleco, chaquetilla. El sombrero deberá ser gris o claro, de pelo y galoneado (listón que rodea la orilla del ala del sombrero).

* De gran gala

Es el traje charro más elaborado que existe. La diferencia de éste y el de etiqueta, es el trabjo artístico que el sastre imprime en cada uno de ellos. Para don Lucio, este tipo de traje es sumamente exclusivo, y se basa es un bordado de canutillo a mano, con un material francés que en México no se fabrica. “Es un traje exclusivo, detallado, con mucho trabajo de elaboración y el mas caro que hay”.

* Botín, siempre botín


El calzado es también parte de los accesorios inamovibles del traje charro. El botín charro es el único tipo de calzado que remata un traje de charro, sea del tipo que sea, jamás se permitirá una bota de otro tipo, incluso ni siquiera el botín de vestir. El botín charro tiene como características principales que es de resorte a los costados, y puede ser en varios colores y pieles, desde la gamuza, piel normal y charol.

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