Viernes, 11 de Octubre 2024
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Teocaltitán, hermoso pueblo

Los habitantes de este poblado, aunque pocos, brindan su calidez

Por: EL INFORMADOR

Inmueble. La hermosa capilla de Teocaltitán, de canteras rosas, honrada a San Francisco de Asís.  /

Inmueble. La hermosa capilla de Teocaltitán, de canteras rosas, honrada a San Francisco de Asís. /

GUADALAJARA, JALISCO (22/JUL/2012).- Al norte de la mesa Grande y al oeste del cerro Colorado se localiza el bonito poblado precolombino llamado Teocaltitán.

De Ostotán (antes Ostotlán), me dirigí a Santa Bárbara por el camino que había entrado, y en el primer entronque viré a la derecha, y en el segundo, lo mismo. Pasando el sendero de Santa Rosa, la brecha siguió bajando, y luego de unos potreros barbechados, entré a Teocaltitán.

José Ma. Arreola nos refiere: “Tan, en vez de tlan, terminación de lugar, posesiva; teocaltía, verbal que significa hacer templo; derivado de teotl, dios y de calli, casa, “lugar en donde hacer templo”.

Es el Teocaltitán de Teocaltiche y no el de Jalostotitlán, que es el de Guadalupe, antaño, Santiago de Teocaltitán. Unas cautivadoras casas añejas me dieron la bienvenida, de altos muros de adobe aparente, de fachadas ciegas, donde nada más abre la puerta del zaguán, de dos hojas, arriba salen las gárgolas y más arriba posan altas cornisas, dándole grandeza a las fincas.

Las puertas con marcos de maderos, maderos de mezquite, la primera casa con sus puertas abiertas y con hierbas, estaba abandonada; la segunda carente de techumbre; la tercera con su puerta amarilla, cerrada por un candado, rematada por un tablero de ladrillos y cornisa; la cuarta y última, la # 90, con medidor de electricidad y su puerta entreabierta; di las “buenas tardes”, y me contestó María de Jesús Sandoval, una gentil dama de más de ocho décadas, quien estaba en su patio alimentando a sus cantadores pájaros, sus escarbadoras gallinas y sus serenos conejos, salió por la puerta contigua, que liga con el patio, de donde miré una pequeña barranca.

Me platicó: “Es una tristeza profunda, ver mi querido terruño un tanto abandonado, antes había muchas labores en el campo, en una mina de cal y en talleres de alfarería, los jóvenes al no encontrar empleo se van a las ciudades o al norte, para continuar con la vida material, yo con mi huertita y un sustento módico tengo, jamás dejaré mi suelo que me vio nacer”.

Las fachadas mencionadas miran a la plaza vacía. La casa # 45 ocupa la esquina noroeste, tiene una banca en su patio, la casa vecina presume de gruesos huizaches en su extenso patio, enseguida vi la “Delegación Municipal”, con una banca sobre su banqueta. Po una ventana miré un arco arabesco y un techo de morillos con tablas.

La calle de enfrente a la Delegación me mostró una bizarra casa de piedra hasta arriba de los cargaderos de los vanos. Después continúa la barda con adobes, rematando los vanos con un triángulo equilátero; curioso remate. El referido caserío lamentablemente está abandonado, sino fuera por unas familias que le dan vida al olvidado poblado, sería un pueblo fantasma, las autoridades deberían incentivar a empresas para renacer el casco, en vez de fomentar la concentración en la cabecera.

En el siglo XVI, cuando Teocaltiche era Alcaldía Mayor, uno de sus pueblos era Teocaltitlán. En 1825, Victoriano Roa citó como pueblos sujetos a Teocaltiche: Mechoacanejo, Huejotitán y Teocaltitán. Y para 1843, Manuel López Cotilla comentó: “Teocaltitanejo, situado en la orilla del río Verde. Tiene 232 habitantes y las circunstancias de Huejotitlán. Dista a 22 leguas de Lagos y de Teocaltiche 6 al S. y ¼ S.O.”. Hoy en día no llega a treinta almas.

Después de una calle en diagonal, admiré la capilla de San Francisco, fundada por sus fieles hermanos, la puerta principal fue formada por canteras rosas, columnas dóricas soportan un elaborado arco de medio punto, animado por relieves, en la clave, una cruz patentada, acariciada por un ángel a cada extremo, sus otras manos sostienen un racimo de flores que abraza el resto del arco. El arco fue enmarcado por medias columnas y por la cornisa, arriba luce la ventana coral, con marco de cantera y una media almenas por costado, sobre la  cornisa, un nicho con el hermano de Asís.

Del lado izquierdo de la capilla se levantó la espadaña, con tres vanos, dos en su inicio, el primero más angosto, con la campana menor y el segundo con la mayor, arriba y al centro, el tercer vano, carente de campana pero con una peculiar forma, de puntos encontrados, tendiendo al óvalo, rematado con cruz.

Las hojas de la puerta son de fierro, siendo el adefesio de la hermosa capilla, y reza: “Perdurables los que viven en el extranjero”. El atrio cobija al campo santo. La parroquia contó con el apoyo de la “Cofradía de la Pura y Limpia Concepción”.

TOMA NOTA

Cómo llegar

Puede tomarse la carretera a San Juan de Los Lagos y a la altura de Jalostotitlán, tomar sentido hacia Teocaltiche. Teocaltitán se encuentra antes de llegar a este último problado, por lo que habrá que estar muy al pendiente de la señalética para orientar a los conductores.

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