CIUDAD DE MÉXICO (05/MAR/2017).- Durante la mayor parte del siglo pasado, los hogares mexicanos se caracterizaban por conformarse de ocho a 10 integrantes, no obstante, en la actualidad, las familias han reducido su número a tres e incluso dos personas, estas últimas conocidas como familias Dink.Doble ingreso-no niños (Dink, por sus siglas en inglés Double Income, No Kids), es una nueva tendencia de las parejas jóvenes también llamados millennial, donde el tener hijos no es prioridad para ser una familia.En el marco del Día de la Familia a celebrarse este domingo 5 de marzo, el asesor financiero Jorge Eduardo Alcántara Uribe destacó que las familias de antes eran más numerosas, "debido en parte a que la economía del país marchaba bien y los costos de la misma eran relativamente bajos al costo de vida que tenemos ahora".En entrevista, explicó que "en nuestro país actualmente estamos experimentando la tasa de crecimiento poblacional más baja durante las últimas cuatro décadas", debido a esta forma de familias " que ha venido creciendo en México desde el año 2005".Agregó que "este tipo de parejas se caracteriza por un mayor nivel de estudios donde la gran mayoría de ellos son profesionistas y por tanto presentan mejores ingresos a los que tenían nuestros padres en décadas anteriores, con lo cual están impulsando un mercado de bienes de lujo, por lo que deciden gastar su dinero principalmente en prendas de vestir, automóviles, aparatos tecnológicos y esparcimiento".Al respecto, la terapeuta familiar y de pareja, Ericka Juárez Alzaga, señaló que la mayoría de estas parejas son los llamados millenials, que nacieron entre 1984 y 2004, y que tienen como preferencia "viajar, el tener tiempo y disposición para otras cosas y consideran que el tener hijos les quita esa posibilidad".Abundó que "algunas de estas (razones) tienen también que ver con la distribución de sus bienes, algunos millennials están, por ejemplo, en contra de comprar propiedades, tienen mucho más predilección por ir de viaje, por rentar, porque no se establecen en ningún lugar, tienen mucho más esa disponibilidad por cambiar de lugar de residencia más fácilmente, entonces no les interesa comprar una propiedad".Liliana Moscoso (42 años) y Pedro Díaz (55 años), ambos periodistas y casados desde 2003, son un matrimonio que decidió no tener hijos debido al estilo de vida al que están acostumbrados y el ambiente de la sociedad actual mexicana."Nunca planeamos tener hijos. Creemos que no es tanto problema tener un hijo, es decir, concebirlo, lo difícil es educar a una persona, formarla con principios y, pues, en una sociedad con tanta violencia, crecería en un ambiente muy complicado".La pareja comentó que en cuanto a su economía "podemos ahorrar y gastar en nuestras propias necesidades, darnos algunos pequeños gustos, que con un hijo sería imposible, pues tus prioridades cambian y te dedicas por completo a los gastos del bebé"."Te ahorras mucho dinero en ropa, pañales, mamilas, leche, guarderías, colegiaturas, uniformes, libros, comida, regalos de Navidad, Reyes Magos, Día del Niño y un largo etcétera, así que ahora podemos tener un auto cada quien y también disponer de nuestro dinero para nuestros propios satisfactores", argumentaron.Juárez Alzaga, especialista en el Instituto Familiar Sistémico, Asesoría, Capacitación, Terapia Familiar, de Pareja e Individual (INFASI) en Cancún, expuso que la felicidad de este tipo de parejas radica en la cantidad de proyectos que van logrando, son parejas que están muy definidas por metas y una de esas metas no incluye a los hijos.Destacó que además estas "generaciones tienen una concepción diferente de nuestro mundo, consideran que tener hijos solo lo empobrece más y en general incrementa nuestras problemáticas actuales de falta de recursos en todos sentidos, económicos y geográficos".Por su parte, el también profesor de la Facultad de Estudios Superiores Aragón, Eduardo Alcántara señaló que si bien este tipo de familias considera importantes su gastos personales, "no es una prioridad el ahorro, pues solo viven el momento y no prevén su futuro".Explicó que la esperanza de vida actual en México es de 76 años, por lo que las generaciones actuales deberán trabajar más tiempo para garantizar una mejor calidad de vida en su retiro.En ese contexto, refirió que de acuerdo con el Consejo Nacional de Población (Conapo), de cada 100 personas que hoy tienen 25 años, se estima que a la edad 65 años el 61 por ciento de estos dependerá de familiares y amigos, 29 por ciento habrá fallecido, 5.0 por ciento seguirá trabajando; mientras que solo el 4.0 por ciento será económicamente independiente.Finalmente solo el 1.0 por ciento tendrá buena solvencia económica para su retiro.Ericka Juárez manifestó que si se pudieran fusionar las familias tradicionales con la experiencia de los Dink, "puede dar como resultado familias mucho más enriquecidas y maduras si se decide tener hijos desde estos parámetros".