Domingo, 26 de Enero 2025
Suplementos | Se origina por una sequedad de la mucosa nasal

Síndrome de la nariz vacía disminuye sentidos del olfato y gusto

Dificultad para respirar, sensación de ardor o ''quemazón'' sobre todo al aspirar aire frío, así como no poder ''sonarse la nariz'' con facilidad; las características

Por: NTX

El síndrome de la nariz vacía puede ocasionar aturdimiento, mareos e incapacitar al paciente para realizar sus funciones diarias. EL INFORMADOR / O. Álvarez

El síndrome de la nariz vacía puede ocasionar aturdimiento, mareos e incapacitar al paciente para realizar sus funciones diarias. EL INFORMADOR / O. Álvarez

GUADALAJARA, JALISCO (09/ENE/2015).- El neumólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco, Rubén Santoyo Ayala, advirtió que el síndrome de la nariz vacía puede generar además de olor nauseabundo, una disminución en los sentidos del olfato y el gusto.
 
Explicó que la dificultad para respirar profundamente, así como una sensación de ardor o "quemazón" sobre todo al aspirar aire frío, así como no poder "sonarse la nariz" con facilidad, caracterizan dicho síndrome que se origina por una sequedad de la mucosa nasal.
 
Señaló que los factores que origina esta alteración son básicamente la sequedad crónica de la mucosa nasal, que en corto plazo podría producir atrofia y generar falta de aire y congestión, al igual que una obstrucción paradójica de la fosa nasal.
 
Indicó que la sequedad nasal se produce porque se ha perdido tejido de los cornetes, que son las estructuras que tienen la función de humidificar, filtrar, regular la temperatura y percibir el flujo aéreo nasal.
 
Respecto a la obstrucción paradójica, precisó que se genera por una disminución en la velocidad con el que viaja el flujo aéreo mediante los cornetes nasales, debido a la pérdida del llamado "efecto venturi", al ser alterados los conductos nasales por donde pasa el aire.
 
El síndrome de la nariz vacía, detalló el especialista del IMSS Jalisco, puede ocasionar aturdimiento, mareos e incapacitar al paciente para realizar sus funciones diarias.
 
Además, de presentarse un olor fétido al interior de la nariz, pérdida del sentido del olfato e incluso del gusto, tener ausencia en la producción de moco, hiperventilación, dolor facial recurrente, problemas para conciliar el sueño y apnea obstructiva, así como hipersensibilidad pulmonar a perfumes u olores irritantes.
 
El también médico internista, afirmó que sin un tratamiento adecuado, este padecimiento merma de forma impactante la calidad de vida de la persona, quien puede experimentar ansiedad y depresión permanente al ver que no puede respirar de forma adecuada.
 
Añadió que esta afección puede confundirse con otros como la rinitis atrófica, por lo que es necesario realizar una tomografía y destacó la importancia de la detección oportuna toda vez que la sequedad crónica contribuye al desgaste de la mucosa.
 
Dijo que para el tratamiento existen las alternativas quirúrgicas, que básicamente pretenden estrechar el excesivo espacio que generó la pérdida del tejido turbinal, a través de incrementar el volumen de los cornetes mediante implantes, autoinjertos, o materiales sintéticos.
 
En cuanto a otras opciones de tratamiento, explicó que se puede suministrar al paciente un lubricante nasal, practicar frecuente lavados nasales, cremas o geles intranasales hidratantes, una dieta rica en vitamina A que promueva la regeneración de la mucosa y que beba abundantes líquidos.
 
Al igual que en los casos de apnea, el paciente puede hacer uso de la máquina de presión positiva continua del aire (CPAP) que restaura la presión negativa a los pulmones, mejorando la sensación de flujo de aire nasal.
 

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