Saborear y vivir la libertad

GUADALAJARA, JALISCO (21/NOV/2012).- Todas las mamás saben hacer deliciosos platillos. Usan verduras, pastas, especias, granos, legumbres y hasta dulces,  y siempre les sale bien. Con ellas se come delicioso. Quizá los platillos no los inventaron nuestros padres, ni ellos recuerden cómo aprendieron, pero nos dan mucho calor y energía.

La mayoría de las leyes o las reglas del hogar, al igual que la comida preparada  que tanto nos gusta, utilizan ingredientes naturales, como la solidaridad, el trabajo en equipo, la amistad, y la libertad. Son especiales  porque incluso los conocen todos los animales de nuestro bello planeta.

Cuando comemos una rica sopa lo hacemos dentro de un plato, si nos deshacemos de él no podremos comer a gusto ni repartir los alimentos. El plato en el cual nos servimos, parece encerrar o atrapar a nuestra sabrosa comida, pero nos ayuda a llevarla a la mesa, a la cama, a la escuela o al trabajo.

La libertad nos da energía, nos deja disfrutar, saborear y vivir, nos cura, nos recuerda a la familia; es como nuestro alimento, y las reglas de casa son un enorme plato del cual podemos servirnos. El libertinaje es entonces, probar el mundo sin preparación y solamente con las manos.

*Vicente Ocegueda


¿Sabías qué?

- La libertad nos garantiza poder hacer lo que creamos mejor para nosotros, pero... ¿tiene límites?

- Cuando la libertad de alguien comienza afectar a otras personas, nos indica que ha rebasado sus límites para convertirse en libertinaje.

- El libertinaje es una actitud irrespetuosa ente las normas de convivencia, un abuso de la propia libertad.

- En la literatura existen varios ejemplos de personajes libertinos, el más conocido de ellos: Don Juan del escritor Tirso de Molina

- “El hombre nace libre, responsable y sin excusas” Jean Paul Sartre